» 🌸 Capitulo catorce

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Hace mucho no se sentía de esa forma, incluso, no pensó sentirse así y menos con una mujer, sin embargo, así estaba

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Hace mucho no se sentía de esa forma, incluso, no pensó sentirse así y menos con una mujer, sin embargo, así estaba. Se considera enamorada de la maestra Ahyeon y sabe que no es buena, y a pesar de eso, no se aleja.

Es muy terca y lo sabe, pero no se puede permitir alejarse cuando ha conseguido una cita con ella.

Su padre había vuelto a la casa y había pensado que eso era bueno, sin embargo... No.

Ahora le tocaba soportar todos los días los ruidos extraños y turbios por la noche, hasta tenía que dormir con audífonos de su cantante favorita, para poder evitar escucharlos.

En el almuerzo no paraban de verse y no podían separar sus labios ni un instante, hasta teniendo a su hija al frentre. Le daba asco imaginar la sensación que se siente al tener las manos sudadas después de todo el día con las manos agarradas a otra persona.

Dios, eran tan cursis.

No estaban en casa, habían ido a una celebración que tenían y claro, Canny aprovecha para alistarse e ir a la cita que tiene con su maestra Jung.

Se coloca un vestido corto, de tiras anchas, aunque su tela también es algo ancha, aún así le marca la cintura y sus caderas. Unas zapatillas blancas con morado lila como complemento y una media cola.

Y por Dios, esa niña se echa demasiado perfume. Sale de su casa con una gran sonrisa, saluda al chófer de su madre y varios vecinos, con su gran sonrisa aún puesta. Luce genial y ella lo sabe. Se hizo las pestañas, pinto sus labios, se echó un poquito de sombras, luce increíble, su piel suave... Labios carnosos, ¿Qué más quiere la maestra Ahyeon?, ya lo tiene todo en ella.

Llega al lugar con su misma sonrisa y la espera. Sin embargo, tarda más de lo que ella pensó y se desanima, cree que no vendrá y mira a todas partes.

Esa sonrisa que antes expresaba alegría, ahora no era sonrisa, estaba cabizbaja con una gran expresión de desánimo.

Esa sonrisa que antes expresaba alegría, ahora no era sonrisa, estaba cabizbaja con una gran expresión de desánimo

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Claro que quería ir, sin embargo, los contratiempos no se lo permitían. La directora Hwasa acababa de citarla para reforzar a unos estudiantes que pedían de su ayuda y temía no poder ir.

Corrió hasta la escuela e intento darles el refuerzo lo más rápido que podía y así logro salir rápido del lugar. Aunque, mal arreglada.

Una sudadera negra y blusa blanca ancha. Cabello despeinado, básicamente, parecía recién levantada.

Cuando llegó al lugar, ella estaba sentada, mirando decepcionada al lado contrario, buscando su presencia con tristeza. Ahyeon se acerca a la mesa, sabe que no es la hora indicada para llegar, sin embargo, se queda corta cuando la detalla y unen miradas.

Dios, ese vestido que tenia puesto era tan estorboso sinceramente. ¿Qué le costaba venir sin el?, mentiras, se estaba pasando de la raya, morbosear aquellas piernas blancas no estaba bien y menos cuando trataba de su alumna. Canny.

En el momento que sus miradas se unieron, un lazo de resentimiento ataca los ojos de la maestra y se siente culpable con toda la gana, traga cuando desvía la mirada y se sienta en el asiento del frente a la menor.

— Tienes un reloj en tu muñeca y no eres capaz de verlo —Le dice con recelo Canny, se siente afligida, el viento la había despeinado bastante mientras la esperaba y ya no se siente bonita, aunque lo esta.

— Lo siento —Murmura— La directora Hwasa me llamó, dijo que tenia que darle refuerzo a unos niños a ultima hora, lo lamento de verdad. —Se excusa con honestidad, Canny la mira con desconfianza, baja la mirada y vuelve a verla justo al instante, quiere creerle y termina suspirando.

— De acuerdo, te creo.

Ahyeon sonríe, y se acerca mas hacia ella, Canny levanta la mano en señal para llamar al mesero, y cuando éste se acerca tomen su pedido. Esperan atentas por sus pedidos y despues cruzan miradas. El ambiente se vuelve tenso, porque no saben como actuar.

— ¿Y quienes eran los niños que tenían refuerzo? —Pregunta Canny tomando la iniciativa, Ahyeon sonríe leve, se encontraba jugando con sus manos, esto llama la atención de Canny, tiene los dedos largos.

Fue un pensamiento inocente, porque literalmente es ignorante respecto al tema lésbico, no sabe específicamente como tienen relaciones sexuales, sin embargo, su lógica se lo dice y por eso sus mejillas se ponen rojas. Ahyeon la encuentra tierna, porque no sabe porque esta sonrojada.

— Son unos niños de primaria, no creo que los distingas —Responde Ahyeon sin dejar de observar sus mejillas rosadas. Y vuelve el silencio incomodo, donde miran a sus lados, no hay nadie, porque estaba tarde.

El mesero vuelve con el pedido y lo deja sobre la mesa.— Gracias.

Ahyeon admira demasiado el perfil de Canny, es tan tierna y amable que siempre admira su perfecta personalidad. Y esto no solo lo habia notado hoy, siempre la tenia en la mira, es amable, respetuosa y ayuda a los nuevos cuando no saben a donde ir y siempre les explica a sus compañeros un tema que ellos no saben.

Es tan linda y no solo por fuera tan bien por dentro, tiene un corazón noble y eso hace sonreír a Ahyeon, apenas cae en cuenta que tiene una chica generosa en frente suyo. Y aunque sabe que esta siendo una maldita hormonal al querer verla en su cama, no puede evitarlo, aquellas piernas bajo la mesa la estaban tentando, además sus labios con el pitillo dentro de su boca, chupando para conseguir de la bebida... La hacen imaginarse otra cosa.

— ¿Tienes hermanos? —Le pregunta ella, Ahyeon sacude levemente la cabeza cuando cae en cuenta de sus sucios pensamientos y confusa intenta disimular que no puso cuidado a su pregunta. Canny ríe al verla perdida.— ¿Tienes hermanos, profesora Jung?

Mierda, le encanta que la llame así.

— No —Murmura observando sus hombros desnudos, con solamente una tira ancha en medio de ellos.— Pero sí tengo hermanastros.

— ¿Por parte de papá? —Pregunta curiosa mientras sigue bebiendo de la malteada, y una que otra vez, probando el pastel cremoso que pidió.

— No, mi madre fue la descarada.

Canny no sabe que decirle, así que estira su mano hacia el torso de ella y le ofrece de su malteada, la maestra sonríe y se inclina para probar. Canny no suelta la copa, y es Ahyeon quien se inclina para tomar sin tener que quitarle el vaso, toma su mano mientras prueba del liquido dulce y cremoso.

— Esta muy bueno —Comenta— ¿Quieres del mío? —Le pregunta, Chiquita sonríe y asiente, se inclina y junta sus labios para chupar del pitillo. Es un beso indirecto y eso la hace ahogarse.— ¡Canny!, dios, ¿Estas bien?

Canny tose repetidamente, ahogada.— Si..., si...

— ¿Qué te paso?, ¿No te gusto? —Pregunta preocupada, Canny toma del suyo y consigue respirar mejor.

— Si, pero me acorde de algo y... Perdon.

— No pasa nada, tranquila —Dice, Canny sonrie.

— ¿Vamos a dar un paseo?

— Vamos.

Are your brown eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora