Esposa por contrato

C3

Narra Danissa
Sábado

Al despertar me levanto con unos retortijones en el vientre y eso significa una sola cosa: menstruación, la cual me dura treinta días y viene cuando quiere

Una vez en el baño optó por meterme a bañar para así cambiarme una vez que termine colocarme un panti la cual encontré en un cajón: no sé si fue Alexander quien mandó comprarlas o Marthita, suelo utilizarlo, ya que como lo mencione soy irregular debido a la enfermedad que padezco y cuando menstruo llegó a desangrarme durante treinta días sumándole que tengo síntomas como retortijones, desmayos y problemas para dormir los cuales soluciono con pastillas que me recomendó el doctor al que acudo tres veces al mes

Camino hacia el comedor en donde visualizo a Alexander, pero antes de ir hacia donde se encuentra, me quedo parada escuchando la conversación que tiene por llamada:

- Espero que te gusten las flores que te envié

< Te quiero

Coraje es lo que siento al enterarme de que Alexander a enviando flores y está diciendo esas dos palabras con ocho letras, digo desconozco el porqué de mí ¿celos?, si yo le deje bien en claro que no quería regalos de su parte, le pedí que trabajar y accedió bajo la condición de convertirme en su secretaria, y por último le pedí que durmiéramos en habitaciones separadas

- Te tengo que dejar porque ya no tardará en venir y quiero conversar sobre un tema con ella

Muy tarde, idiota porque escucho todo y espero a que con conversar un tema con ella no se refiera a que compartiré casa con otra mujer

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Narra Alexander

- Pero es que... el contrato jamás mencionó que tuviéramos que concebir un hijo —su voz tiembla, y veo en sus ojos una mezcla de pánico, miedo y algo más que no logro descifrar.

- Lo sé... yo tampoco quiero hijos —respondo, tratando de sonar firme, aunque en el fondo no estoy tan seguro . O bueno, tal vez sí, pero no con ella. No con la mujer con la que me casé solo para calmar a mi abuelo, y que de paso, ella sacara beneficio de mi ya que pago el hospital donde está internada su madre.

- ¿Y si no quieres hijos, por qué hablas de concebir? - pregunta mirándome con intensidad.

Suspiro, sabiendo que lo que voy a decir cambiará todo.

- Mi abuelo me pidió un bisnieto - admito al fin, sintiendo el peso de la confesión - Y quiero que estés consciente de que en algún momento él lo mencionará. Durante estos dos años que estarás a mi lado como mi esposa, no vamos a lograr que se quite esa idea de la cabeza.

- Adoptemos - propone de repente, noto en su voz esperanza

- ¿Y luego qué? - le pregunto, mirándola fijamente - ¿Qué será de ese niño o niña? . Le daremos la ilusión de una familia feliz y perfecta, tal vez por un año y medio. Con el buen salario que tenemos, no creo que nos rechacen al intentar adoptar. Pero después... después tendrá que ver cómo sus padres adoptivos se divorcian.

Ella guarda silencio. El miedo y el pánico que antes veía en sus ojos se desvanecen, reemplazados ahora por una profunda tristeza.

- Tienes razón - murmura, con una expresión que parece romperse en pedazos.

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Hola!

C3 publicado el día sábado, 9 de noviembre de 2024, a las 13:30 p.m.

Espero  contar con su apoyo asi como tambien lo que escribo en base a mi  imaginacion sea de su agrado