C12

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Narra Danissa
Domingo

Alexander propuso la idea de acompañarme a visitar a mi madre, y aunque inicialmente dudé, acepté.Mientras el auto avanzaba hacia la clínica, siento un nudo formándose en mi estómago, un nerviosismo creciente que me obliga a jugar con mis manos. Es la primera vez que mi madre va a encontrarse con Alexander, mi esposo, y lo más impactante: ella no tiene idea de su existencia.

Al llegar a la clínica, mis pasos son lentos, casi como si tratara de ganar tiempo antes de enfrentar ese momento. Alexander, en cambio, luce tranquilo y seguro, como si llevara años preparándose para esto.

Al entrar en la habitación, el sonido del nebulizador llena el aire. Mi madre esta sentada en una silla junto a la ventana, su rostro iluminado por la luz que entra tímidamente. Cuando levantó la vista y nos vio, su expresión pasa rápidamente de sorpresa a una mezcla de curiosidad y desconcierto. Su mirada se clava en Alexander, evaluándolo de pies a cabeza, y luego vuelve a mí, buscando respuestas.

—¿Quién es él? —pregunta

Respiro hondo, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Alexander, en un gesto que me conmovió, se adelanta un paso y extiende su mano hacia ella.

- Soy Alexander, señora. Es un placer finalmente conocerla.

Se acerca a mi madre . Ella segura de sí misma, con un leve brillo en los ojos y una sonrisa coqueta, acepta la mano que él le extendió.

Mi relación con mi exesposo fue sido complicada, y una de las razones por las que no frecuentaba a mi madre era precisamente su forma de ser. Su personalidad vibrante y a veces provocadora incomodaba a mi ex, quien prefería mantener una distancia segura. Yo, por otro lado, conocía bien a mi madre; su naturaleza coqueta era parte de lo que la hacía única.

Alexander rompe el estrechamiento de manos con un gesto casual, como si quisiera restarle importancia al momento.

Alexander se acerca a mí , con su brazo izquierdo, me rodea de manera casual, un gesto que, aunque amistoso, tenía un trasfondo de intimidad. En ese instante, siento cómo la atmósfera se carga de tensión. En lugar de comentar sobre la situación entre nosotros, comienza a hablar de sí misma, como si quisiera desviar la atención del momento.

Afortunadamente, el doctor llega justo a tiempo para interrumpir la conversación. Con una expresión seria pero aliviada, le comunica a mi madre que el permiso solicitado ha sido concedido. Ella celebra la noticia con entusiasmo, su rostro iluminándose con alegría.

Con un tono casi triunfante, nos informa que saldra con su nebulizador a una cita con un hombre que conoció a través de Flirting.

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Narra Alexander

Ahora estamos en casa, relajados, Danissa ha elegido una película para ver juntos. Antes de que empiece la proyección, me mira con esa expresión de emoción :

- Te va a encantar esta película —me dice, casi como una promesa.

- ¿De qué trata? —pregunto mientras los logos de las productoras aparecen en la pantalla.

- Explora cómo los traumas y secretos familiares pueden ser heredados, y cómo esos secretos afectan las vidas de las generaciones futuras —responde

La película que eligió se llama El legado del diablo. Un título que ya promete escalofríos, aunque intento no mostrar mi escepticismo. Apenas pasan diez minutos y la atmósfera ya está cargada de tensión.

Danissa es la primera en espantarse. La noto brincar ligeramente en su asiento cuando una sombra cruza detrás del protagonista. No puedo evitar reír internamente. Ella, por supuesto, finge que nada ha pasado.

Sigo mirándola, con una sonrisa contenida, mientras una parte de mí quiere burlarme de su terquedad y la otra se derrite por lo adorable que resulta en estos momentos.

La película avanza, y aunque trato de mantenerme concentrado en la trama, mi atención vuelve constantemente hacia ella. No sé si es por su reacción tan auténtica ante cada escena o por cómo aprieta mi brazo en los momentos más tensos.

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Hola!
C12 publicado el día sabado , 22 de febrero de 2025, 11:30 a.m

Espero contar con su apoyo así como también lo que escribo en base a mi imaginación sea de su agrado

Esposa por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora