C23

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Narra Danissa
Jueves

La fatiga me recorre todo el cuerpo y, aunque trato de seguir adelante, el medicamento que estoy tomando para controlar la prolactina parece tener un peso que me aplasta.

Al bajar las escaleras, lo vi allí, Alexander, sentado en la mesa del comedor

- Recuerda que el sábado iremos a la gala - me dice

- Lo sé - respondo

No entiendo muy bien por qué su primo nos invitó a esa gala, ni cuál es la razón exacta, pero lo cierto es que Alexander accedió.

Empezamos a desayunar lo preparado por Marthita , una vez que terminamos tomamos camino a la empresa en silencio, la carretera es tranquila, pero mi mente esta a mil por hora.

De repente, Alexander me habla. Hay algo en su tono que me hace prestar más atención.

— Hoy, en la hora de comida, voy a ir con unos socios a comer —dice, mirando al frente mientras maneja . No parece tan preocupado por la reunión, pero yo sí puedo sentir la tensión en sus palabras.

Lo miro de reojo, no tan sorprendida, pero sí un poco incómoda. Se a lo que se refiere . Sus socios no son el tipo de personas con las que me siento a gusto. Son de esos que, aunque parecen amables, tienen una forma de hacer que te sientas fuera de lugar, como si no encajaras del todo, como si de alguna manera ellos estuvieran por encima, incluso si no lo decían con palabras.

— ¿Te gustaría venir? —me preguntó

- No, gracias —respondo de manera firme, intentando no sonar cortante, pero sabiendo que era la mejor decisión - no me siento cómoda en ese tipo de ambientes

No insiste, aunque su expresión mostraba que no era la respuesta que había anticipado. Al final, solo asintió y se centra en su celular

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Narra Alexander

Cruzó las puertas del edificio . Antes de salir, me aseguré de cumplir con algo que llevaba días rondándome en la mente: enviarle comida a Danissa. Elegí un plato sencillo pero reconfortante: espagueti a la boloñesa, un clásico que pensé podría agradarle. No sé si será de su agrado, pero al menos es un comienzo.

Mañana planeo llevarla al cine, un lugar donde las palabras pueden ser pocas, pero las miradas y los momentos compartidos pueden hablar por sí mismos. Quiero que sea una experiencia amena, un pretexto para convivir y, quizás, para atreverme a hacerle algunas preguntas que despejen las incógnitas que tengo sobre ella.

Camino hacia mi auto, dejando que la brisa despeine un poco mi cabello. Pienso en el día de mañana, en la película que podría elegir para la ocasión y en las preguntas que quiero hacerle. No sé si ella estará dispuesta a abrirse, pero al menos quiero intentarlo.

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Hola!
C21 publicado el día sábado, 22 de febrero de 2025, 22:30 p.m

Espero contar con su apoyo así como también lo que escribo en base a mi imaginación sea de su agrado

Les comento que ya se acerca el final de la novela y este posiblemente sea algo apresurado

Esposa por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora