C21

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Narra Danissa
Domingo

Me levanto con un dolor de cabeza que parece envolverme en una niebla espesa, el tipo de malestar que a menudo sigue a una noche de pasión desmedida. Mis ojos se abren lentamente, enfocándose primero en el techo y luego en el cálido resplandor que se filtra a través de las cortinas. A mi izquierda, Alexander descansa profundamente, con su cuerpo extendido boca abajo y la cabeza girada hacia el lado opuesto al mío.

Intento no hacer ruido mientras me deslizo fuera de la cama, ya que no quiero despertarlo . Mi cuerpo se siente diferente, más sensible, como si aún estuviera bajo el eco de lo que ocurrió anoche. Camino hacia el baño, cerrando la puerta con un movimiento lento y deliberado, y me dejo caer en la taza del inodoro para hacer mis necesidades. Es ahí, en la quietud del baño, cuando los recuerdos empiezan a formarse, como piezas de un rompecabezas que habían quedado esparcidas.

Mi mente vuelve a ese momento culminante, cuando nuestros cuerpos se sincronizaron como si fueran uno solo, alcanzando el clímax al mismo tiempo, un estallido que pareció romper todas las barreras que alguna vez hubieran existido entre nosotros.

Me desnudo posteriormente abro la regadera ludgo entró debajo del charco de agua templada . Al mirar hacia abajo, algo llama mi atención. Mis pezones están rodeados de pequeñas marcas violáceas, un rastro evidente de los labios de Alexander. Pasó los dedos suavemente sobre las áreas sensibles, una mezcla de asombro y rubor extendiéndose por mi rostro. ¿En qué momento le permití ir tan lejos? . El agua sigue cayendo mientras mi mente vuelve a divagar. Tal vez fue su forma de explorarme, de conocer cada rincón de mi ser, o tal vez fue mi manera de ceder, de bajar la guardia ¿Fue esto una señal de algo más profundo, o simplemente una noche más que se perderá en el tiempo? No tengo respuestas, pero mientras salgo de la ducha, envuelta en una toalla, sé que los efectos de anoche todavía resuenan en mi

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Narra Alexander

El zumbido constante del motor del avión llena el ambiente, marcando el regreso a casa. La cabina está iluminada con luces tenues, creando un entorno tranquilo para el vuelo que nos espera , Danissa yace profundamente dormida, su respiración rítmica apenas perceptible bajo la manta que la cubre.

Ayer fue una noche intensa, una que dejó huellas en ambos. Su cuerpo, fuerte y al mismo tiempo vulnerable, me sorprendió con la pasión con la que se entregó en nuestras rondas de intimidad. La primera fue ardiente, una descarga de energía y deseo. La segunda, más pausada, explorando cada rincón desconocido. Pero fue la tercera la que marcó la noche, una mezcla de pasión desbordada y un susto que aún me sacude.

Todo iba bien, al menos eso pensé. Pero de repente, su cuerpo se tensó, sus movimientos se volvieron erráticos y perdió el control. Verla convulsionar en mis brazos fue una experiencia aterradora, como si el suelo desapareciera bajo mis pies. En ese instante, el deseo se evaporó, dejando paso a un miedo profundo.

"Danissa", recuerdo haberla llamado con desesperación, mientras intentaba sujetarla y al mismo tiempo no lastimarla. Fue cuestión de segundos, aunque parecieron eternos, antes de que su cuerpo se relajara nuevamente. Cuando volvió en sí, me miró con ojos entrecerrados, confusa pero serena, y me aseguró que estaba bien.

A pesar de su insistencia en que no era nada, no pude dejar de preocuparme.Anoche me quedé despierto mucho tiempo, velando su sueño mientras ella descansaba, asegurándome de que su respiración continuara tranquila, su pecho subiendo y bajando con regularidad.

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Hola!
C21 publicado el día sábado, 22 de febrero de 2025, 20:30 p.m 

Espero contar con su apoyo así como también lo que escribo en base a mi imaginación sea de su agrado




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