Danissa , esposa por contrato por elección
Alexander Blossman , busca esposa para lograr heredar la empresa familiar
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Primer capítulo publicado : 9 de septiembre del 2024
Último capitulo publicado : 23 de febrero del 2025
Me encuentro revisando algunos informes cuando mi teléfono vibra. La pantalla ilumina un número desconocido.
Por un instante, dudo en contestar. Mi intuición grita que lo ignore, que lo deje sonar hasta que se rinda. Pero la curiosidad siempre ha sido mi peor consejera. Tras un suspiro, deslizo el dedo por la pantalla y acepto la llamada.
- ¿Hola? —pregunto con cierta cautela.
Del otro lado, la voz que responde es grave, firme, cargada de un tono que hace que mi estómago se hunda. Reconozco al instante quién es. El primo de Alexander.
- Cásate con Gabriela Turrubiates, eso solucionará los problemas económicos de la empresa.
Mi garganta se seca. Trato de articular una respuesta, pero mis pensamientos están en completo desorden.
- No me divorciaré de Danissa solo porque tú lo dices —responde Alexander
- ¿Ella sabe que tienes un hijo? — pregunta - y que yo lo estoy educando.
El golpe de esa última frase me deja sin aire. Como si me hubieran arrancado el suelo bajo los pies, me siento caer en una espiral de emociones: incredulidad, ira, dolor. Sin darme tiempo a reaccionar, la llamada termina abruptamente.
El silencio en mi oficina ahora pesa más que nunca. Mi mente comienza a procesar cada palabra, cada implicación. ¿Un hijo? ¿Alexander tiene un hijo y no me lo dijo? Y peor aún, ¿su primo lo sabe y se ha encargado de criarlo?
Sin pensarlo mucho, marco el número de Alexander, mis dedos temblando mientras pulso cada dígito. Espero. Una vez. Dos veces. Pero no responde. La llamada se desvía al buzón de voz, como si el destino mismo conspirara para dejarme en esta incertidumbre.
Con el corazón latiendo a mil por hora y la rabia acumulándose en mi pecho, decido dejarle un mensaje. Mi voz tiembla al inicio, pero pronto se llena de la furia y el dolor que siento.
- ¿Cómo pudiste? —comienzo, sin importarme medir mis palabras—. Maldigo el día en que confié en ti, Alexander. ¿Un hijo? ¿Tienes un hijo y me lo ocultaste? ¡Lo sé todo! ¡Todo! ¿Acaso creíste que jamás lo descubriría? ¡Cobarde!
Cuelgo el teléfono con un gesto brusco, como si al hacerlo pudiera descargar aunque sea una fracción de mi ira. Me quedo ahí, sola en mi oficina, con el eco de mis palabras resonando en mi mente y la certeza de que, después de esto, nada será igual.
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Narra Alexander
Salgó del despacho de mi primo con el ceño fruncido, sintiendo cómo la furia comienza a arder en mi interior. Compartir mujer con su primo fue un error monumental, pero ahora las cosas han escalado a un nivel insostenible. El muy imbécil tiene la conclusión errada de que el hijo de su difunta esposa es mio. Claro, él sabe bien lo que ha pasado pero no cuenta con que jamás llegamos a algo tan serio como para concebir un hijo. Lo nuestro solo ha sido sexo oral, nada más.
Me pasó una mano por el cabello mientras avanzo por los pasillos de la oficina , busco a Danissa al llegar al despacho pero encuentro su asiento vacío. Ella nunca ha desaparecido sin avisar, y la ausencia de su presencia me deja intranquilo. Me adentro a mi oficina , en mi escritorio se encuentra un desorden que lo he dejado esta mañana. Buscó mi celular entre los papeles, pero al encenderlo, veo una avalancha de notificaciones. Mis familiares no han parado de llamarme, como siempre, exigiendo dinero. Ignoró los mensajes y llamadas perdidas; no tengo tiempo para eso.
Lo que llamó mi atención fue una notificación destacada: un mensaje de voz de Danissa. Con el corazón acelerado, pulsó "reproducir".
La voz de mi esposa me golpea como un puñetazo en el pecho. Hay enojo, decepción y un profundo dolor en cada palabra.
- ¿Cómo pudiste? —comenzó ella, con un tono que le erizó la piel—. Maldigo el día en que confié en ti, Alexander. ¿Un hijo? ¿Tienes un hijo y me lo ocultaste? ¡Lo sé todo! ¡Todo! ¿Acaso creíste que jamás lo descubriría? ¡Cobarde!
El mensaje se corta, dejándome en un silencio sepulcral. Siento que el suelo se desmorona bajo mi pies. ¿Cómo ha llegado esta información a Danissa? ¿Ha sido mi primo? ¿O alguien más con malas intenciones? Mi cabeza es un torbellino de pensamientos. Necesito encontrar a mi esposa antes de que las cosas se salgan aún más de control.
Con manos temblorosas, marcó su número, pero ella no contestó. Lo intentó de nuevo, pero la llamada iba directamente al buzón. Danissa está huyendo de mí , y eso me duele más de lo que quiero admitir.
Sé que no puedo dejar las cosas así. Tengo que demostrarle que todo es un malentendido. Que mi primo está equivocado, que el hijo no es mio, y que, aunque he cometido errores en el pasado, nunca he traicionado su confianza de esa manera. Pero primero, debo encontrarla por lo que salgo de la empresa a su busqueda
Mientras me encuentro de camino a casa, el sonido estridente de mi teléfono interrumpe mis pensamientos. Al mirar la pantalla, veo que la llamada proviene del banco. Respondo con cierto recelo, preguntándome qué podría ser. La voz al otro lado de la línea suena formal y distante. Me notifican que se ha realizado una transacción importante desde una de mis cuenta: una compra de un avión. La información cae sobre mí como un balde de agua helada. Una suma exorbitante, una verdadera fortuna, ha desaparecido de la cuenta bancaria.
Mi mente comienza a trabajar a mil por hora. Yo no he autorizado ninguna compra de este tipo, y aunque esa cantidad de dinero esta en mi cuenta, es un movimiento que nunca haría sin una razón más que justificada. Sin embargo, una posibilidad se me vino a la mente : Danissa
Conduzco directo a la única agencia de aviones en la ciudad. Al entrar, el ambiente es sofisticado y sobrio, con una recepción minimalista que parece reflejar el lujo que se comercia aquí. Me acerco al mostrador e intento mantener la calma mientras explico que necesito información sobre una compra reciente. Al revelar que soy el esposo de la mujer que hizo una compra de un avión , el semblante del recepcionista cambia ligeramente. Me miró con una mezcla de sorpresa y profesionalismo antes de confirmar mis sospechas.
- Sí, señor. Su esposa realizó la compra de un avión privado . El avión despegó rumbo a España y tiene programado regresar en tres semanas
El aire pareció escaparse de mis pulmones. Antes de que pudiera procesar completamente la información, el recepcionista colocó una pequeña bolsita sobre el mostrador.
- Esto también es para usted, señor. Su esposa nos pidió que se lo entregáramos personalmente.
Tomo la bolsa con manos temblorosas y la abro con cautela. Dentro, encuentro un objeto que nunca habría esperado: el anillo de compromiso.
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Hola! C25 publicado el día domingo, 23 de febrero de 2025, 9:30 a.m
Espero contar con su apoyo así como también lo que escribo en base a mi imaginación sea de su agrado
¿Ustedes que hubiesen hecho en lugar de Danissa?
Danissa :
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