C5

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Narra Alexander
Lunes

Al día siguiente, el ambiente entre Danissa y yo sigue siendo algo tenso, pero ambos lo ignoramos por completo. Actualmente estamos en el auto, dirigiéndonos hacia un restaurante para una cena con mis amigos y sus parejas. A excepción de Leonardo, claro, quien es el eterno Don Juan del grupo y no parece estar interesado en mantener una relación seria. Mientras me concentro en el camino, mis pensamientos vuelven al momento de anoche, pero rápidamente los aparto. Hoy es un nuevo día, y necesito mantener las apariencias.

Cuando llegamos al restaurante, entrelazo mis dedos con los de Danissa. Un gesto público, uno que quizás no significa lo mismo para ella que para mí, pero que mantiene la ilusión de un matrimonio estable. La chica que nos dio la bienvenida nos guía hacia la mesa donde ya nos esperan los demás. A medida que nos acercamos, puedo ver a mis amigos riendo, disfrutando de la noche. Es un grupo que he conocido por años, y aunque nuestras vidas han cambiado, este tipo de reuniones siempre ha sido una constante.

- Pensé que el hombre casado no llegaría —bromea Donovan tan pronto como nos ve, sonriendo de lado mientras levanta una ceja.

- Pasé a recoger a mi esposa —respondo con una sonrisa, dándole un apretón de manos que se convierte en un saludo fuerte, masculino, típico de nosotros.

Me siento aliviado por el ambiente distendido. Es más fácil aquí, entre ellos, donde no tengo que pensar en lo complicado que es todo lo demás. Después del saludo con Donovan, le presento a Danissa al grupo.

- Te presento a Joseph , Samantha, Diego , Leila, Ryan , Ainsley, Donovan, y Leonardo - digo señalando a cada uno de mis amigos , mientras ellos intercambian saludos amables. Todo parece ir bien hasta que llego al último nombre.

- Y Anthonella —se menciona ella misma

No esperaba verla aquí, y su presencia me pone incómodo de inmediato. No lo demuestro, claro, pero algo en mí se tensa. Anthonella es una figura de mi pasado, una que pensé que había dejado atrás, pero ahora está sentada frente a mí, sonriendo como si nada hubiera cambiado.

Trato de ignorarla, centrándome en Danissa y en los demás. No puedo permitir que una vieja historia me perturbe, no aquí, no hoy.

Todos fueron amables durante la cena, excepto Anthonella. No paraba de hablar sobre su "prometedora" vida después de haber terminado conmigo, como si quisiera restregarme en la cara lo bien que le ha ido sin mí. Peor aún, sacaba a colación nuestros ahora amargos recuerdos, aquellos que preferiría olvidar. Cada vez que lo hacía, sentía una presión creciente en el pecho. Intenté mantener la compostura, pero era evidente que su intención no era simplemente compartir, sino dejar claro lo lejos que ha llegado. No fui el único que notó la incomodidad, porque tuvimos que intervenir, al igual que los demás, desviando la conversación para evitar que la situación se volviera más incómoda.

Varias horas después, la cena llega a su fin. Uno por uno, todos empiezan a despedirse, ya que mañana tienen que ir a trabajar, al igual que Danissa y yo. Salimos del restaurante, pero esta vez sin entrelazar nuestros dedos. Algo en el ambiente había cambiado, y aunque no lo hablamos, ambos lo sentimos. Nos subimos en silencio a mi carro deportivo, el rugido del motor llenando el vacío entre nosotros.

- Así que Anthonella fue tu novia —rompe el silencio Danissa, con la vista fija en el parabrisas.

Asiento con la cabeza, no tengo intenciones de mentirle.

- Terminamos porque se fue a cumplir su sueño de viajar por todo el mundo —le explico. Intento sonar casual, pero es un tema que inevitablemente me incomoda. Nuestra ruptura estuvo a punto de quebrar el grupo, fue algo más complicado de lo que parece. Muchos se pusieron de su lado, otros del mío, y por un tiempo, no sabíamos si las cosas volverían a ser como antes.

- Y no tenías pensado decírmelo —me dice, y puedo notar que hay algo más en su tono, un reclamo implícito. No es solo curiosidad, es algo más profundo. Su pregunta me molesta un poco, pero lo disfrazo con una risa socarrona.

- Olvídalo —dice ella, visiblemente frustrada, pero yo sé que no es algo que pueda simplemente ignorar.

- Tienes derecho a querer saber sobre mis relaciones pasadas, lo entiendo. Pero jamás hemos sacado el tema, y por eso nunca te lo dije - respondo con honestidad. Es cierto, nunca hablamos de nuestros pasados, ni de lo que cada uno dejó atrás antes de estar juntos. Tal vez fue un error de ambos, no abrir esa puerta antes, pero ahora que está abierta, sé que no se cerrará tan fácilmente.

Narra Danissa

Las palabras de Alexander no dejan de resonar en mi mente: "Tienes derecho a querer saber mis relaciones pasadas, pero jamás hemos sacado el tema, por ello no te lo dije". Suenan tan lógicas, tan simples, pero no puedo sacudirme la sensación de incomodidad que me dejó todo lo que pasó esta noche. No sé por qué me dio celos, no sé por qué me afectó tanto que aquella mujer, Anthonella, no despegara los ojos de Alexander en toda la noche. Peor aún, que no dejara de mencionar todo lo que vivió con él, su ex novio, como si fuera un tema casual en una cena entre amigos.

Me incomodó. Mucho. Aunque traté de mantenerme serena, por dentro cada palabra de ella era como una pequeña punzada. No es que le tenga miedo, no es eso... pero el hecho de que pareciera disfrutar sacando esos recuerdos en mi presencia me hizo sentir fuera de lugar, como si no tuviera derecho a estar ahí, a su lado. Afortunadamente, Alexander y sus amigos intervinieron varias veces, desviando la conversación. Cambiar el tema fue un alivio, pero no evitó que la incomodidad se instalara profundamente en mí.

Al llegar a casa, el silencio entre nosotros es espeso. Los recuerdos de anoche se cuelan en mi mente de inmediato, el momento en que estuvimos a punto de cruzar una línea que jamás debería haberse cruzado. Estuvimos a punto de tener relaciones, y lo único que lo detuvo fue él mismo, alejándose en el último momento, recordándome que soy su esposa. "Eres mi esposa", me dijo, como si eso le diera el derecho de besarme cuando quiera, de acercarse cuando le plazca. Pero, ¿qué significa realmente ser su esposa en este contrato?

Me recuesto en la cama, mirando al techo, incapaz de escapar de la mezcla de emociones que me asfixian. La verdad es que no entiendo lo que pasa entre nosotros. Un día casi me toca como si me deseara, al siguiente es distante, casi frío. Y ahora, el fantasma de Anthonella ronda nuestras interacciones, haciéndome cuestionar qué papel juego yo realmente en su vida.

¿Me ve realmente como su esposa o solo como una figura en este contrato que nos une?

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Hola!
C5 publicado el día Lunes, 30 de diciembre de 2024, 13 :00 p.m

Espero contar con su apoyo asi como tambien lo que escribo en base a mi imaginacion sea de su agrado

Esposa por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora