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-𝙈𝙖𝙙𝙞𝙨𝙤𝙣 𝙇𝙤𝙬𝙚𝙡𝙡-
—¿Crees puedo quedarme contigo un tiempo?—preguntó a Justin apenas se dejó caer a su lado—Todos en esta casa están locos y comienzo a considerar una buena opción tirarme de un puente—dijo, haciéndolo reír
Las cosas en la casa de locos habían estado bastante tensas últimamente, comenzando por el hecho de que Derek y Meredith no estaban durmiendo juntos, apenas parecían poder mantener una conversación de tres palabras, conversación que en realidad se limitaba a suceder solo cuando las pasaban a ella y a Zola a la custodia del otro, preguntándose cómo habían siquiera logrado Zola pudiera permanecer con ellos aún después del escándalo que fue Meredith "secuestrando" a un bebé. Por otro lado, estaba la situación incómodo vivir con Jackson y Lexie, quienes habían comenzado a salir hacia no mucho y solían ponerse demasiado cariñosos muy de repente, algo que puso muy de malas a Mark, quien también había estado volviéndose loco con el bebé que Callie estaba esperando, siendo otro tema de discusión porque, a pesar de sus mejores intentos, era evidente Arizona no estaba muy cómoda con toda la situación, provocando pasara una importante cantidad de tiempo en la casa con ellos por alguna razón
—Lo siento nena, pero conoces las reglas de mis padres sobre las novias—tarareó, haciéndola quejarse
Estuvo tentada a seguir quejándose, en realidad siendo Justin la única persona con la que podía desahogarse porque él no estaba involucrado a todo ese drama y siempre estaba dispuesto a escucharla. Pero, de forma muy oportuna, el ruido de un llanto al fondo interrumpió cualquier posible queja, haciéndola bufar mientras se ponía de pie
—Los bebés son lindos hasta que lloran—suspiró arrastrando los pies fuera de su habitación, escuchándolo reír al fondo
Como últimamente todos habían tenido problemas en el hospital, Meredith la había dejado a cargo de Zola por el resto del día, y como se suponía iba a salir con Justin esa tarde, él decidió que quedarse con ella para ayudarla era mejor idea
Entró a la habitación de Meredith aun arrastrando los pies, topándose con Zola de pie en su cuna con toda su pequeña fuerza, lloriqueando y viéndola apenas la reconoció
—Tienes suerte eres adorable—entrecerró los ojos hacia la niña, recibiendo a cambio un nuevo quejido
Se inclinó en la cuna para recogerla, sentándola sobre su cadera a la par sus pequeñas manos iban a su cabello, riendo cuando comenzó a balbucear algo, rodando los ojos al ver era solo un truco sucio para atraer su atención después de su siesta, regresando a su habitación solo para encontrarse a su novio de pie junto a su escritorio, estudiando los marcos frente a él
—¿Cuándo te tomaste esta?—preguntó girando hacia ella
—Tenía...no lo sé. Creo tenía como siete años—se encogió de hombros—¿Sabes?, en realidad ni siquiera recuerdo mucho de esa foto, lo que es raro porque es difícil olvide algo—resopló divertida, ajustando a Zola otra vez—Solo recuerdo lo horrible que fue ese vuelo y mi desprecio por todo ese viaje—arqueó las cejas
