-𝙈𝙚𝙧𝙚𝙙𝙞𝙩𝙝 𝙂𝙧𝙚𝙮 -
Trató de no parecer una loca cuando entró en su casa, incluso cuando sabía nadie podría culparla porque su adolescente había estado perdida la mitad del día, justo el día que recibían masas de personas heridas por disparos provocados en un tiroteo de un hospital, así que no era de sorprenderse ella se preocupara por su muy traumatizada adolescente que no se había puesto en contacto con nadie en más de ocho horas
—¿Maddie?—llamó, buscando alguna señal de ella
Buscó cualquier señal, por un segundo considerando llamar a la policía y reportarla como desaparecida porque nadie la había visto y Derek había estado como loco buscando en el hospital antes de ser empujado a un quirófano para trabajar, lo que le dio la tarea de descubrir donde estaba porque sabía todos estaban lidiando con sus propios asuntos
Fue después de subir al segundo piso y revisar la habitación de Maddie, que usó como último recurso el revisar su propia habitación, que fue cuando se encontró con un bulto envuelto en una fea manta gruesa que recordaba le había dado por error su primera noche ahí y que jamás regresó, haciéndola suspirar aliviada cuando la encontró
—Dios, Maddie—se llevó una mano al pecho, aliviada por encontrarla ahí, aparentemente ilesa
Aunque tampoco parecía muy ilesa
La primera señal de alerta fue la falta de respuesta, viéndola acurrucada en el centro de la cama y sin moverse, aunque no parecía estar dormida, dándose cuenta sus ojos seguían fijos en algún punto de la pared, jurando ni siquiera estaba parpadeando. Y la pequeña señal, aunque no obvia a primera mano, había una pequeña mancha rojiza que asomaba en la funda de su almohada, una mancha que fue fácil reconocer porque mil veces la había visto en el trabajo
Se acercó despacio, con cuidado de no asustarla por parecer desconectada, arrodillándose frente a su rango de visión para toparse con ojos rojizos e hinchados, ni siquiera teniendo que pensar mucho para saber ella estuvo llorando
—Maddie—llamó suavemente, no consiguiendo ninguna reacción—Maddie—llamó de nuevo
Por si acaso comprobó seguía respirando, suspirando aliviada cuando vio su pecho se hinchaba entre respiraciones, lo que significaba había una cosa menos que preocuparse
Con cuidado acercó su mano a ella, por si acaso asegurándose que su mano estuviera donde pudiera verla en caso de cualquier situación, debiendo haber previsto saltaría y se estremecería cuando la tocó, haciéndola saltar en consecuencia por el repentino movimiento demasiado brusco, viendo su cuerpo pasaba de estar acostado a ponerse en estado de alerta total, viéndola con ojos bien abiertos y una respiración inestable
—Hey, soy solo Meredith—levantó las manos, viendo sus ojos erráticos miraban a todas partes
Parecía aterrorizada, temblando por algo que sabía no era frío, sintiendo como el corazón se le estrujaba en el pecho porque no era justo ella tuviera que pasar por eso
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Little Lowell | 𝙍𝙚𝙚𝙨𝙘𝙧𝙞𝙩𝙖 |
Fiksi Penggemar𝘔𝘢𝘥𝘪𝘴𝘰𝘯 𝘓𝘰𝘸𝘦𝘭𝘭, 𝘭𝘢 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯 𝘤𝘪𝘳𝘶𝘫𝘢𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘢𝘳𝘢𝘷𝘪𝘭𝘭𝘰́ 𝘢𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘪𝘦𝘳𝘯𝘢 𝘦𝘥𝘢𝘥, 𝘭𝘢 𝘣𝘳𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘪𝘯̃𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘴 𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘢�...