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-𝘿𝙚𝙧𝙚𝙠 𝙎𝙝𝙚𝙥𝙝𝙚𝙧𝙙, 𝙟𝙚𝙛𝙚 𝙙𝙚 𝙣𝙚𝙪𝙧𝙤𝙘𝙞𝙧𝙪𝙜𝙞𝙖-
Entró a la zona de lavado justo cuando veía sacaban al paciente del quirófano, sintiendo una sonrisa se le dibujaba al ver a Maddie quitarse la bata esterilizada y poner los guantes en la basura, alcanzando a escuchar su agradecimiento a los demás en el quirófano en el proceso
Era tan clásico de ella, aun recordaba ver a la pequeña Maddie de ocho años, sin un diente, pero agradeciendo a todos en el quirófano por haberla asistido
Que rápido pasaba el tiempo
—Derek — sonrió apenas lo vio
—¿Gran primer día? —sonrió, viéndola ir al lavadero para comenzar a limpiarse
—Hubiera sido divertido pasar mi día conociendo al personal fuera del quirófano, pero supongo que fue bueno —se encogió de hombros, concentrada en lavarse—¿Viniste a verme en mi primer día como si aún tuviera cuatro años? —le lanzó una mirada
—No te he visto en cinco años, no puedes culparme —se quejó moviendo las manos, recibiendo su mirada divertida en el proceso—Supongo Addison te dijo me volví a casar —comenzó
—¿De verdad con una residente? —giró a verlo divertida
—Meredith es grandiosa; vas a amarla cuando la conozcas —le aseguró
—Addison dijo tiene un humor especial —le lanzó una mirada antes de apagar el chorro y sacudir las manos para quitarse el exceso de agua—Aunque yo no confiaría en ella porque no por nada es la reina del infierno —arqueó las cejas
—Me dijo estabas molesta con ella —asintió, recordando su ex esposa había mencionado se fue aun teniendo un humor no grato
—¿Con Satán?, para nada —negó inocente, recibiendo el paño que le pasó
—Sabes que hizo lo mejor para ti —arqueó las cejas
—Igual se me permite estar molesta con ella uno o dos días más —se encogió inocente de hombros, haciéndolo reír entre dientes
—Recuerda decirle llegaste bien, que estás segura y decirle ya estás en el hospital —le recordó, aún muy consciente de como era su ex esposa cuando se trataba de Maddie
—Es triste cuando se supone eso debería decírselo a otras personas —arqueó las cejas, siéndole imposible no hacer una mueca al oírla—¿Necesitabas algo? —preguntó
—Tengo algo de tiempo libre y creí te gustaría conocer a Meredith con helado de por medio —sugirió, viendo sus ojos se iluminaban al oírlo
—Derek Shepherd, sabes su madre no le permite comer helado —escuchó un regaño que los hizo girar justo a tiempo para ver a Bailey caminando dentro de la zona de lavado, ni siquiera habiéndose enterado ella también estaba en la cirugía
