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-Deuce-Dijo un pecoso mientras le picaba la mejilla a uno de sus amigos que había hecho durante su trayecto en el barco.
-Que-Dijo Deuce volteando lo a ver, estaba revisando unas cosas en el área médica del barco hasta que llegó Ace a lado suyo.
-Que haremos cuando lleguemos a la isla que está a 1 hora-Ace miro a su compañero de aventuras con una sonrisa.
Deuce solo enarco una ceja ante el comentario de su amigo-Yo estaré haciendo mis labores Ace pero tú puedes ir a explorar-Dijo mientras volvía a ver sus papeles.
-Vamos Deuce no seas aburrido! Puede que en esa isla haya cosas divertidas-Dijo Ace sacudiendo a su amigo para que le hiciera caso.
Deuce suspiró, colocando los papeles a un lado y cruzando los brazos mientras miraba a Ace con una expresión exasperada.
-Ace, sabes que no podemos relajarnos tanto. Tenemos un trabajo que hacer. Además, no todas las islas son como un parque de diversiones -replicó, intentando mantener un tono serio, aunque la energía de Ace comenzaba a contagiarlo.
Ace sonrió ampliamente, sabiendo que estaba a punto de convencer a su amigo.
-Pero Deuce, ¡nunca se sabe lo que podríamos encontrar! Tal vez haya algo interesante... o incluso algo que podríamos necesitar para la próxima misión -le guiñó un ojo, acercándose más para insistir.
Deuce lo miró, sabiendo que resistirse a Ace cuando se ponía así era casi imposible. Finalmente, soltó un suspiro resignado.
-Está bien, está bien. Iré contigo a explorar... pero solo por un rato, ¿entendido? Y si nos metemos en problemas, será tu culpa.
Ace soltó un grito de victoria, abrazando a Deuce de manera entusiasta.
-¡Sabía que dirías que sí! No te arrepentirás, lo prometo.
Deuce sonrió levemente, sacudiendo la cabeza. Ace siempre encontraba la manera de hacer las cosas más emocionantes, y aunque no lo admitiría abiertamente, disfrutaba de esas pequeñas aventuras que tenían juntos.
-Solo prométeme que no quemarás nada esta vez, ¿de acuerdo? -pidió Deuce, recordando las veces anteriores en las que Ace había dejado suelta la Mera Mera no Mi sin querer.
-Lo intentaré -respondió Ace con una sonrisa traviesa, levantando las manos en señal de inocencia.
Ambos rieron mientras se dirigían hacia la cubierta, listos para lo que fuera que les esperaba en la isla. Aunque Deuce tenía sus dudas, algo en su interior le decía que, como siempre, Ace haría que esta nueva salida valiera la pena.
Cuando llegaron a la proa del barco, donde una ligera brisa marina soplaba, Ace y Deuce continuaron conversando, hasta que una voz profunda y autoritaria se hizo escuchar desde la popa.
-Hijos a dónde van?-era barba blanca que miraba a sus dos hijos (aunque Ace no se uniera todavía su tripulación lo llamaría así)que estaban hablando entre ellos.
-No soy tu hijo!-Dijo Ace entre cerrando sus ojos que estaban mirando a Barba blanca.
Deuce alejo un poco a Ace de su oyaji para que no pasará algo.
-Vamos a hacer unas cosas antes de llegar a la isla que desenbarcaremos oyaji-respondio Deuce con una sonrisa mientras que se acercaba a barba blanca.
Ace solo asintió por la reparación de su amigo que le dio a Barba blanca aunque todavía lo miraba con los ojos entre cerrados.
