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En el vasto y peligroso Nuevo Mundo, los rumores corrían como el viento. En cada taberna y puerto, se hablaba de un mercenario que había surgido de la nada, un navegante excepcional que conocía las rutas más peligrosas como la palma de su mano. Ese hombre era Portgas D. Ace, conocido como el "Sol Ardiente".
Después de años de arduo entrenamiento bajo la tutela de su tío Shanks, Ace se había convertido en el mejor mercenario del Nuevo Mundo. Su destreza en combate, combinada con su dominio de la fruta del diablo Mera Mera no Mi, lo hacían casi invencible. Pero lo que realmente destacaba era su habilidad para navegar. Conocía cada corriente, cada tormenta, cada arrecife oculto. Los piratas y mercaderes que deseaban cruzar el Nuevo Mundo buscaban sus servicios, dispuestos a pagar lo que fuera necesario por su guía.
Sin embargo, Ace guardaba un secreto. Como un Omega dominante, había logrado esconder su marca de hogar y alma gemela. Esta decisión había sido difícil, pero necesaria para mantener su independencia en un mundo donde las alianzas se formaban y rompían con facilidad.
La fama de Ace no tardó en esparcirse gracias a Morgans, el periodista más influyente del mundo. Morgans, siempre ávido de noticias impactantes, había seguido la carrera de Ace desde sus inicios y ahora, veía en él una mina de oro para sus publicaciones. Los titulares en el periódico "The World Economic Times" hablaban de sus hazañas, de cómo había derrotado a piratas temibles y rescatado a tripulaciones en peligro. Pero nunca mencionaban su verdadera naturaleza ni su vínculo secreto.
Una noche, después de una misión especialmente peligrosa, Ace se encontraba en la cubierta de su barco, el "Pecado Ardiente". Las estrellas brillaban intensamente en el cielo, y el aire fresco del mar lo envolvía. Mientras miraba el horizonte, sus pensamientos volaban hacia el futuro, hacia los próximos desafíos y aventuras que le esperaban.
De repente, una figura familiar se acercó. Era Shanks, quien había venido a visitarlo.
-Tío -saludó Ace, con una sonrisa en los labios.
-Has hecho un trabajo increíble, Ace -dijo Shanks, colocando una mano en su hombro-. Estoy orgulloso de ti.
-Gracias, pero aún me queda mucho por hacer -respondió Ace, mirando al horizonte.
-Sé que mantener tu secreto ha sido difícil, pero has manejado todo con valentía y sabiduría.
Ace asintió, sintiendo una oleada de emoción. Aunque había tomado un camino solitario, sabía que su esfuerzo y determinación valían la pena.
-Prométeme que seguirás cuidándote, Ace. Este mundo es peligroso, y aunque seas fuerte, siempre habrá desafíos.
-Lo prometo, tío. Y gracias por todo.
Mientras la noche avanzaba, Ace y Shanks conversaron sobre sus planes futuros, compartiendo historias y risas. Aunque el camino por delante era incierto, Ace sabía que con el apoyo de su tío y su propia determinación, podía enfrentar cualquier desafío que el Nuevo Mundo le presentara.
Después de la noticia que se esparcia como la pólvora en ese mar en las profundidades del Nuevo Mundo, descansaba imponente el Moby Dick, el majestuoso barco del legendario Yonkou, Edward Newgate, más conocido como Barba Blanca. Conocido como el hombre más fuerte del mundo, Barba Blanca estaba disfrutando de una copa de sake, como era su costumbre, mientras sus comandantes se reunían a su alrededor.
Entre ellos, en su forma de lobo, descansaba Marco, el primer comandante de la tripulación, observando con tranquilidad el vaivén del mar. De repente, el graznido de un ave rompió la calma del momento. Un News Coo, el pájaro mensajero que entregaba el periódico, se acercaba al barco. Haruta, quien estaba más cerca, se transformó en su forma humana y se levantó para recibirlo.
-Aquí tienes una moneda, amigo -dijo Haruta, extendiendo la mano con la moneda y tomando el periódico antes de que el pájaro se alejara volando.
Haruta comenzó a hojear el periódico mientras volvía con los demás. De repente, una noticia capturó su atención.
-¡Oyaji, miren esto! -exclamó Haruta, emocionado-. Hay un artículo sobre un mercenario que se ha vuelto famoso en todo el Nuevo Mundo por sus increíbles hazañas y habilidades de navegación.
Barba Blanca levantó una ceja, interesado.
-Acércamelo, hijo -pidió.
Haruta se acercó rápidamente y le entregó el periódico a su capitán. Barba Blanca lo tomó y empezó a leer la noticia con atención. Una foto del mercenario llamado Portgas D. Ace acompañaba el artículo, y al verla, los ojos de Barba Blanca brillaron con una chispa de interés.
-Quiero a ese chico en nuestra tripulación -anunció Barba Blanca con una sonrisa-. Tengo una corazonada con él.
Marco, que había estado escuchando, levantó la cabeza intrigado.
-¿De verdad, Oyaji? -dijo Marco con su tono habitual de seriedad-. Hay muchos navegantes talentosos. ¿Por qué este en particular?
-No siempre se trata solo de talento, Marco -respondió Barba Blanca, su voz profunda y segura-. Siento que este chico tiene algo especial. Algo que podría fortalecer nuestra familia.
-Hmm -Marco rodó los ojos, claramente aburrido-. ¿Otra corazonada, Oyaji? Recuerda la última vez que seguiste una corazonada y terminamos persiguiendo fantasmas en una isla desierta.
Barba Blanca soltó una risa retumbante.
-Sí, pero esta vez es diferente. Este chico ha logrado cosas impresionantes. Sus habilidades de navegación podrían ser una gran ventaja para nosotros.
Marco se encogió de hombros, sin decir nada más, mientras se reclinaba nuevamente, observando el horizonte.
Los comandantes intercambiaron miradas de aprobación y comenzaron a hablar animadamente sobre la idea.
-¡Sería increíble tener a alguien así en nuestra tripulación! -dijo Jozu con entusiasmo.
-Sí, sus hazañas son impresionantes. ¡Imaginen las aventuras que podríamos tener con él! -añadió Vista, con una sonrisa.
-Además, siempre es bueno tener a alguien con habilidades de navegación superiores -comentó Thatch-. Podría enseñarnos un par de cosas.
La idea de tener un nuevo hermano en la tripulación siempre era bienvenida, y la perspectiva de agregar a un navegante y mercenario tan hábil como Ace era emocionante para todos.
-¡A por él, entonces! -exclamó Haruta con entusiasmo, levantando su copa.
Con ese espíritu, la tripulación de Barba Blanca se preparó para encontrar a Ace. Sabían que con su habilidad y su espíritu indomable, él sería una adición invaluable a su familia, fortaleciendo aún más su legado en el Nuevo Mundo.
En algún lugar del nuevo mundo un lobo negro estornudo de repente despertándose y sintiéndose un poco raro.
-Tengo un mal presentimiento-dijo el lobo pecoso para quedar nuevamente dormido.
Oh pobre Ace no se imagina lo que tendrá que pasar en pocos días gracias a una tripulación pirata.
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Jasjajs hola! Soy yo de nuevo xd como están? Ya comieron? ya tomaron agua? Espero que si
Que tal les pareció el capítulo de la historia jsjsjs se viene un posible secuestro :>
Gracias por votar en mis últimos dos capítulos y con este tres :D👍🏻
Sin nada mas que decir los veo posiblemente mañana jsjsjs
Palabras:1141
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𝙼𝚒 𝚙𝚎𝚚𝚞𝚎ñ𝚘 𝚕𝚘𝚋𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚙𝚎𝚌𝚊𝚜
WerewolfAce es un cachorro lobo Omega dominante que no tiene padres pero tiene a su cuidadora y a sus hermanos y que mientras va creciendo va viendo el mundo y le pasan grandes cosas que cambiarán su vida