"Porque eres tú". [sasunaru]

3.-El más perron aquí soy yo

"No tengo tiempo para ti, solo deja de molestar."

Despertó recordando aquello que le había dicho Sasuke cuando eran pequeños, antes de que empezara a ignorarlo por completo. Mientras dormía dejó salir unas cuantas lágrimas, se sentía tonto por dejar que eso aún lo afectara.

Esto dejó un sabor amargo en su boca o tal vez era parte de la resaca por lo de anoche...

Se levantó restregándose fuertemente la cara, no era tiempo de pensar en eso ahora. Tenía que empezar a avanzar en el libro de matemáticas, estaba decidido a no defraudar a Sasuke, "¡Naruto Uzumaki no era ningún inútil!" se repetía mientras sentía el fuego brotar de sus ojos.

Se sentó en su escritorio, quitó los montones de mangas de encima para evitar distracciones y empezó su tortura junto a una taza de café.

Pasó toda la mañana allí, si bien no era tan difícil para él era un suplicio estar tanto tiempo frente a un libro.

Era hora del almuerzo y solo pidió la comida al cuarto. Lo cual dejaba a sus padres asombrados, su hijo nunca había sido del tipo estudioso.

"No voy a dejar que me mires como si fuera poca cosa" pensaba mientras tomaba pausas para comer y beber más café.

Las horas pasaban, llegó la noche y la había completado la mitad del libro.

-Cuando termine me voy a premiar con esa nueva edición de Call Of Dutty que tanto quería.- Se decía a sí mismo para darse ánimos. Imaginándose destrozando a Kiba en el juego.

Que bien se sentía cuando le ganaba a Kiba, ese sucio lolero.

Pasó todo el fin de semana en eso, llegó hecho mierda el día lunes pero siempre intentado demostrar controlar la situación.

—Te ves como la mierda, Naruto.- dijo balanceándose en su silla.

-Shikamaru, siempre tan comprensivo...- Sakura le dirigía una mirada tensa. Aunque en el interior sabía que tenía razón.

El rubio con unas ojeras más grandes que las de L, tomó asiento mientras arrastraba los pies al caminar. Ni siquiera su sonrisa arreglaba su rostro, parecía medio muerto.

-No... Shikamaru tiene razón. Es que estuve estudiando todo el fin de semana sin descanso.- Decía Naruto sin despegar su cara del pupitre, completamente exhausto y aprovechando cada descanso para poder dormir.

Sus amigos lo voltearon a ver extrañados, no era común de él tener tanto deseo de estudiar. Jamás en todos estos años lo habían visto tan inmerso en el estudio, ni cuando Iruka lo regañaba.

—¿Es para sorprender a una chica?- preguntó Kiba con su típico tono burlón.

—Ni siquiera una chica lo vale, dormir es más importante...- Agregó Shikamaru algo preocupado por el estado tan lamentable en el que se encontraba Naruto.

—Es verdad... Parece una fruta podrida que dejaron al sol.- Mencionó Lee cruzándose de brazos.

Naruto suspiró y levantó la cabeza. Dejando ver una sonrisa cansada.

-No es por ninguna chica, sé que me veo pésimo pero les juro que es por una buena causa.- miraba con determinación a sus amigos que seguían preocupados, pensaban que en realidad se había quedado viendo anime toda la noche como acostumbraba a hacer.

-¿Una buena causa?- cuestionó Sakura.

Naruto frunció los labios y dejó caer su cabeza en el pupitre antes de mencionar algo avergonzado.

-Quiero probarle a Sasuke que no soy ningún idiota...- jugueteó con sus dedos, tratando de controlar sus nervios.

-¡Eso ni con mil libros se te va a pasar! ¡Ah!- Mencionaba Kiba quien rápidamente fue golpeado por Ino.

-No tienes que demostrarle nada a Sasuke, Naru...- le decía Sakura con un tono más suave y comprensivo, mientras le acariciaba el hombro con suavidad.

—Eso es fácil de decir porque... ¡olvídalo!- desvió la mirada frunciendo el ceño.

-¡Exacto! No puedes decir que es porque no lo sé, porque tú me contaste todo.- mencionaba orgullosa del vínculo que tenía con Naruto.

Sakura sabía absolutamente todo de Naruto, ella estaba al tanto del conflicto que este tenía con el azabache. Y eso mismo fue la razón de que le dejara de gustar Sasuke, quien fue su amor platónico toda su infancia. Su mejor amigo iba primero que un imbécil de cara bonita, "amigos antes que pitos" fue su lema por mucho tiempo.

Ambos rieron antes de que Naruto cayera rendido por el sueño en su puesto. Fue cubierto por sus amigos durante la clase, sabían que con el sueño que tenía tampoco serviría mucho si intentaba prestar atención, luego les pasarían los apuntes.

Finalmente acabó la última clase y Naruto se levantó luego de ser despertado por Shikamaru que acababa de despertar también.

El rubio se dirigía al salón de Sasuke y con una sonrisa engreída arrojó el libro ya completado frente a sasuke.

—Tu librito me la peló...- Dijo Naruto notablemente destrozado por las pocas horas de sueño pero sin dejarse caer. Siempre brillando en orgullo de su propia hazaña.

Sasuke estaba notablemente molesto de que viniera hasta su salón a hacer una escena.

Sabía que no se iba a ir hasta que revisara los ejercicios, rápidamente sus ojos de abrieron con sorpresa, era imposible que Naruto hubiera completado todo el libro.- ¡¿Lo hiciste todo este fin de semana?!- exclamó aún sin creerlo.

Naruto asintió, con un destello de orgullo y algo de arrogancia en sus ojos. Sasuke, aunque molesto por la forma en que Naruto lo había confrontado, no pudo evitar sentirse impresionado.

-Es imposible, alguien te ayudó.- Frunció el ceño acercándose aún más a Naruto.

—¡No! Te juro que lo hice yo solito ¡de veras!- Le mostraba sus ojeras de mapache.- es porque yo... realmente quiero esforzarme para conseguir mis metas.

Sasuke, aunque todavía escéptico, miró a Naruto con una mezcla de sorpresa y respeto. Sin decir nada más, simplemente asintió y volvió a sus asuntos, dejando a Naruto con una leve sonrisa de satisfacción.

—Dame tu número.- Exclamó luego de unos minutos Naruto ocasionando un caos alrededor. Los compañeros de Sasuke sabían que era un tipo difícil que no se dejaría caer tan fácil por el cachorrito de Naruto.

-¡¿P-por qué te daría mi número?!- preguntaba notablemente avergonzado al notar todas las miradas y el escándalo que se había formado.

-Pues para las tutorías... ¿Para qué más?- Desviaba la mirada inocentemente.- Después de todo ya hice lo que me pediste para que me pudieras hacer clases ¿no?

Sasuke parpadeó, aún sin poder creer lo que escuchaba. Sus compañeros estaban mirando, entre divertidos y sorprendidos por la situación. Después de un momento de duda, Sasuke suspiró y, algo sonrojado pero sabiendo que no podía escapar de la situación, sacó su teléfono.

-¡Lindo fondo de pantalla~!- molestando por el gatito que adornaba la pantalla del Uchiha.

Sasuke solo se sonrojaba cada vez más y solo le mostró su número esperando que se largara luego.

Rápidamente Naruto anotó y le envió un mensaje para confirmar.- ¡Bien! ¡Después nos vemos! Bye, bye~

Sasuke quedó aturdido por todo el caos que desató Naruto en su salón, con sus compañeros y por alguna razón en él también, pero no podía dejar que esto lo afectara.