๑⁠˙ •.19.• ˙⁠๑

21 1 1
                                    



« ¿Cómo termine en cama del padre de uno de mis alumnos? »


Esa pregunta no se paraba de repetir la maestra de jardín de niños. El moreno tenía un brazo como almohada para la maestra y con la otra la abrazaba y acercaba aún más su cuerpo. Ambos desnudos y en una cama. Si llegara a verlo su alumno, ¿Que diría ella?, no puede decirle a un chiquitín que se había cogido a su padre. Tantos pensamientos negativos y escenarios aparecieron en su mente, esto no está bien y lo sabía, aun así los encantos del médico fueron más fuertes.

Esos labios que estuvieron en lugares inimaginables la noche anterior besaban su cuello, sacando un suspiro de la joven maestra.

- Trafalgar... Esto está mal, está tu hijo en casa -. Dijo al sentir como esa mano que la abrazaba se deslizaba hacia arriba, parando justo en un pecho, que con su mano agarró y apretó.

- Le podemos inventar cualquier cosa y se la creerá -. Con su dedo pulgar e índice, jalaban el botón del mismo pecho, sacando pequeños gemidos por parte de aquella chica.

- Trafalgar... Por favor -. Al sentir cierta cosa tocando sus nalgas sintió algo de vergüenza. Este hombre, este médico había sido su primera vez. Claro que ha tenido novios pero jamás sexo, hasta ahora.

- Por favor, ¿Qué? -. Decía mientras empezaba a torturar aquel botón de goma, tampoco quería admitir que solo quería volver a hacerlo, había un niño en esta casa.

- Trafalgar, ¿Encerio crees que Rosinante es un tonto?, es torpe pero- ahh~ -. Una pequeña lamida en su cuello con una lengua húmeda y muy habilidadosa.

Unos pequeños golpecitos interrumpieron su quinta ronda, ambos suspiraron, Law por frustración y (___) por alivio.

- Papi, tengo hambre...

Él, solo volvió a suspirar por su inoportuna interrupción. Los ojos de la chica se volvían brillosos por las ganas de llorar.

« Rosi, agradezco tu sacrificio. ¡¡Juro que te lo voy a recompensar algún día!!»

El moreno salió de cama y se puso sus calzoncillos y medio salió a la puerta para ver al pequeño rubio que estaba en pijama azul claro, abrazaba una almohada y sus ojos eran tapados por su cabello rubio.

- Tengo hambre y tuve una pesadilla, papi... -. Sus manitas estrujaban más a la pobre almohada.

- Espérame, ahora mismo voy -. Dijo para cerrar la puerta, la joven maestra sentía los nervios a flor de piel -. No te preocupes, en unos momentos te atenderé, (___).

Fue lo único que dijo para solo ponerse un pantalón y salir a atender a su hijo. Un olor delicioso llegaba a las fosas nasales de esa joven, el hambre se le venía encima. Buscaba y buscaba entre cajones y por todos los lugares su ropa, lo único que tenía a la mano eran sus tacones y bragas, una obra del médico. El delicioso aroma se acercaba a la habitación, fue a la cama y se cubrió con la frazada.

- ¿Hace frío?, voy a comprar una calefacción en cuanto pueda -. Dijo para sentarse en la orilla de la cama y la bandeja con el desayuno estaba en su regazo.

- Gracias, Trafalgar -. Dijo la joven para acercarse cubrida con la frazada, en cuanto se acercó el moreno le quitó la frazada y sonrió.

- No te vas a liberar de mi hoy, (___). Ya dijiste que sí así que no hay escapatoria hasta la merienda -. Dijo mientras le daba una cucharada en la boca.

- Pero no me arrepiento, creo...

- No hables con la boca llena de comida, es asqueroso -. Dijo para suspirar y sonreír levemente, está mujer era su diversión.

Más y más gemidos y golpeteos de los testículos contra los glúteos se escucharon en la habitación. Ayer había sido cumpleaños de aquella joven y desde que inició el jardín de niños Rosinante habían empezado un romance. Una idiotez que terminó en un romance. ¿Un futuro matrimonio maravilloso?.







🍃 Escena extra 🍃






- Papi, ¿Por qué se escuchaban aplausos en tu habitación? -. Preguntó el rubio mientras cenaba un cereal.

- ¿Aplausos?, ah... Es que estaba de fiesta con alguien -. Inventó, por suerte la maestra del rubio pudo irse segura ya que había salido a jugar con su primo Doflamingo.

- ¿Es de verdad?, mi primo dijo que vió salir de la casa a nuestra maestra, ¿Estabas de fiesta con mi maestra? -. El moreno que estaba lleno de tatuajes escupió el café que estaba por pasar.

- De seguro vió mal, estaba de fiesta con... Alguien que conocí por ahí -. Dijo mientras iba a por un trapo a la cocina para limpiar la mesa.

- ¡Para la próxima invítame también! -. Dijo con una sonrisa el rubio, era muy inocente.

- Claro... Pero dentro de 12 años -. Dijo y el rubio solo suspiro y sonrió.

Pobre niño, su primo era una mala influencia para él y lo sabía el pelinegro. Lo que no sabía el padre era que el rubio de lentes le enseñaba lo que era la sexualidad...














02/ 09/ 24.

¿Quién ya entró hoy a la F***ing escuela?, yo por desgracia ya 😀.







The Type Of Trafalgar D. Water Law Donde viven las historias. Descúbrelo ahora