The Type Of Trafalgar D. Water Law

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Law no pudo lograr ser cirujano así que trato de irse por otra cosa, la psicología. Le empezó a agarrar cariño a su trabajo cuando ayudó a un chico rubio con cicatriz en el ojo derecho. Con él pudo descubrir un delito que cometieron sus padres así metiendolos a la cárcel, y así inicio su amor por el trabajo.

Está mañana le habían programado una cita con un nuevo paciente. Él esperaba sentado en su silla giratoria mientras estaba en su celular con audífonos y en su celular veía gente tener relaciones sexuales o para un nombre más corto: pornografía. Si, tal vez sea un hombre muy cerrado y serio pero también es un humano, claro que tiene necesidad de satisfacerse sexualmente pero no encuentra alguien con quién compartir esa necesidad. No quiere ser como su tío Donquixote Doflamingo, quien cuando tiene ganas va a los show girls, siempre quieren sacarle los billetes pero claro que él tan tacaño que las hace cansar hasta que quendan inconscientes por el cansancio. El pelinegro tenía puesto una camisa negra de botones de manga corta, pantalones de mezclilla azules con motas negras y su bata de doctor blanca. Estaba viendo cómo su amiguito mini doctor empezaba a despertar por una parte donde empezaba el hombre a castigar con un vibrador y la cara de la mujer que se retorcía del placer lo hacía excitarse aún más. Dejo aun lado su teléfono y se desabrochó el pantalón y bajo su bóxer dejando salir su pene erecto y duro, iba a masturbarse pero escuchó el girar de la manija y diviso a una joven de cabello sedoso mal amarrado en un chongo con una cinta, falda café claro, blusa cuello de tortuga negra, su bata blanca, medias cafecinas, tacones bajos negros y guantes negros. Ella estaba sonrojada al estar en una mala e incómoda situación.

- S- Supongo que es mal momento doctor Trafalgar... A- si que lo d- dejo solo, ¡A- adiós! - dijo nerviosa para retroceder unos pasos.

- ¡Espera (___)! - dijo el oji gris, esa chica era la recepcionista, ___ (___) una joven chica de veintitrés años de edad que acaba de independizarse de sus padres.

- ¡Perdóneme! - hizo reverencia varias veces
- ¡No fue mi intención entrar sin su permiso, no le contaré a nadie!

El doctor psicólogo se levantó aún teniendo su erección fuera, se quitó sus audífonos y jaló a la joven hacia dentro y cerró con seguro la puerta haciendo temblar a la chica.

- Tu no irás a ningún lado, (___) - dijo poniendose atrás de ella - Ayúdame con este pequeño problema... - susurro sensualmente en su oído haciendo en la chica una gran sensación extraña.

- D- Doctor Trafalgar - dijo nerviosa mientras procesaba todo, iba a desmayarse tarde o temprano.

- Solo di Law - se dispuso a lamer el lóbulo de la chica mientras le acariciaba las caderas apegandola más a él, haciendo que su erección tocará el trasero de la chica.

Acarició de arriba a bajo los muslos de la joven, de poco a poco subía la falda café claro mientras sentía la textura de sus medias. No sé hicieron esperar los suspiros de (___) quien sentía su caliente respiración chocar contra su cuello. La joven nerviosa no sabía que hacer en esos momentos, detener al oji gris o seguir, había algo que le decía que siguiera, ese era su amor por él. Aquellas manos tatuadas subían más y más hasta llegar a lo último de la medias (de parte superior) y bajo las medias transparentosas cafecinas. El oji gris obligo a caminar hacia el escritorio a la oji ___, la volteo y acercó su rostro para besarse. Un beso que (___) seguía con torpeza ya que era su primer beso y primera vez. Pronto la lengua del moreno pido permiso para entrar a la zona bucal de la joven, ambas lenguas se encontraron para ser entrelazadas. Por falta de oxígeno se separaron quedando solo un hilo de saliva entre los dos. A (___) le brillaban los ojos, aquel hombre que le había provocado sentimientos románticos, la tenía sumida en besos y caricias.

Ambos volvieron a unir labios, Law agarró de la cintura a la tez ___ y la subió al escritorio. La peli ___ con sus piernas abiertas recibió al moreno, abrazando con sus piernas sus caderas, sintiendo aquella erección rozando su fruto prohibido. Un gemido entre sus besos soltó la joven. El moreno se separó de ella para quitarle esos tacones negros y bajar esas medias de manera sensual, aproximó su mano a su entrepierna, estaban húmedas, al tocar aquellos segundos labios bajo esa tela delgada mojada sonrió.