Capitulo 50| El Final

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Narra Samantha

Estaba en casa jugando en la sala con mi bebé.
Mi padre venia de camino a la casa, lo invite a cenar... Creo que me vendrá bien un poco de gente ya que estos dias he estado sola y depresiva, lo unico que me mantenia en pie era mi hija y la pequeña esperanza de que Abril sea encontrada...

—Ay bebé ¿Donde esta bebé?— Tape mi rostro. Y ella tambien el suyo.

—Abu Abu— Balbuceó con una bella sonrisa en el rostro.

—Aca ta— Descubri mi rosteo acercandome mas al de mi niña. La tome en brazos y se abrazó a mi pecho.

Me fui de espaldas...

Sentí un deja vú.

—Ringgg-Ringg— Sonó el timbre.

—Ese debe ser el abuelo, Abi— Le regale una sonrisa a mi niña.

Me levante con mi hija en brazos y fui a abrirle a mi padre. El me dio una bella sonrisa cuando me vio, yo también se la devolví. Aun que... La mía no era legitima, había muchos sentimientos detrás de esa falsa sonrisa. Sentimiento de incertidumbre, el no saber me tenia con los pelos de punta, También la tristeza que carga mi corazón por su ausencia, no solo el mío sino también el de mi bebé que llora todas las noches por ella.... Y no negaré que yo a veces también lo hago.

—Pasa pá— Cedi el paso y el se adentró en mi hogar.

El pasó y se sentó en el sillón. Yo dejé a mi bebé en su carriola. Fui a la cocina para sacar el pollo que estaba horneando, abrí el horno con cuidado mientras me ponía una manopla en la otra mano con la cuál saqué la bandeja caliente. Lo deposité en la mesada y cuando lo serví en la mesa me llegó una llamada a mi celular.

"Policía"

—Buenas noches.

—Buenas noches oficial. Algu- Fui interrumpida por el.

—Tenemos a la Srta. Garza aqui con nosotros— sentenció el agente.

No hizo falta mas para cortar la llamada.

Una mezcla de alegria y alivio se apoderó de mi cuerpo, al fin las puertas se abrian, el mundo dejaba de desmoronarse ante mi, respiraba de nuevo. El nudo en la garganta desapareció, mi corazón saltó de alegria en mi pecho una y otra ves, esta sensacion inexplicable de felicidad pura, es lo que siento...

—Padre, la encontraron!!— Grité euforica con una sonrisa dibujada en mi rostro.

—Ve hija, ve.

—Y la- Me irrumpió

—La niña se queda conmigo, ve con Abril— Me ordenó. ¿Quien soy yo para desobedecer?

—Gracias pa, te amo.

—Suerte— Dijo mientras yo salia por la puerta corriendo intentando ponerme un abrigo.

Busqué las llaves que estaban en el bolsillo de mi chaqueta.

Una ves que las encontre abrí el vehiculo, me monte en el para salir a toda velocidad a comisaria.

El camino se me hacia eterno, cada segundo que pasaba era una hora para mi. No veia el momento de ver a Abril para abrazarla con fuerza y olvidarme del resto, olvidar mis problemas. No veía el momento para que el resto del mundo dejara de existir.

Quedaban dos cuadras para el reencuentro con mi chica...
No aguantaba más la espera. Tenia ganas de salir corriendo del auto para envolverla en mis brazos.

Estacione el auto rápido y cruze la calle. La comisaria estaba frente a mi. Di un suspiro largo de alivio. El saber que Abril estaba del otro lado me generaba una paz infinita.

Siempre Mia | RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora