La Sultana Madre había encontrado a la candidata perfecta para derrotar a Hürrem, y no era nada más y nada menos que su hermana, la cual Hürrem creía muerta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mire a la madre Sultana con miedo y me reverencia, ella estaba sería, su cara siempre estaba neutra, pero esta vez más. Me daba miedo, no quería que me castigará o me alejara de Suleyman, ella me pidió acercarme y así lo hice, con la mirada baja trague saliva y sentí sus manos en mi mejilla, cerré mis ojos esperando el golpe pero no pasó.
- No me equivoque contigo Gözde, eres inteligente, astuta y sabes jugar tus cartas, te eduque bien.-
Alcé mi rostro y la vi a los ojos, ella me sonrió y mi corazón pudo dar un respiro de paz, no estaba enojada, no estaba molesta por que su hijo, el sultán no estuvo en el nacimiento de su segundo heredero. Porqué si, Hürrem había tenido un niño, un hermoso príncipe que el mismo sultán me lo llevo a mis aposentos para presentarlo, yo escogí su nombre, Mehmed, era un pequeño bebé era lo más adorable que había visto, mi pequeño sobrino, me había jurado a mi misma cuidarlo de todos en el palacio. Hürrem por supuesto se había casi muerto cuando supo que el sultán había llevado exclusivamente antes del nombramiento su hijo a su concubina favorita, eso dió que hablar por semanas. Semanas que había estado evitando a la madre Sultana escondiéndome en los aposentos de Suleyman, sin embargo tuve que salir de ellos por mi malestar, me encontraba enferma, sentía mi espalda doler y me disgustaba toda la comida, incluso la que antes amaba.
- Pensé que estaría molesta madre.-
- No podría estarlo cuando me has ayudado a alejar a esa serpiente de mi león.-
- Me alegra serle de ayuda madre, sabe que siempre seré su fiel exclava, pidame lo que quiera y yo lo haré.-
- ¿Incluso si te pido alejarte de Suleyman lo harías Gözde?.-
- Cualquier cosa menos eso mi Sultana, no podría vivir una vida sin mi Sultán, preferiría morir que estar sin su amor.-
La madre Sultana me acarició la mejilla y luego me abrazo, yo correspondi a su abrazo y sonreí, estar entre sus brazos era reconfortante, ella era como una madre para mi, estaba agradecida de todo lo que me había enseñado. Nuestro momento fue interrumpido por un guardia que entró a los aposentos.
- Hürrem Hatun desea verla valide.-
Mis ojos se abrieron de par en par y la madre Sultana rodó los ojos ya estresada, camino a un baúl y de el saco un velo oscuro para tapar mi rostro, yo podía ver pero estaba segura que los demás a mi no ya que posiblemente verían borroso.
- Que pasé.-
El desagrado de la Sultana madre por Hürrem era notorio, no le gustaba como ella se comportaba, era una chica rebelde, que no seguía las reglas y siempre buscaba peleas con las concubinas del sultán, aquello llevo a mi hermana a la ruina, ya que al principio tenía el favor de Hatice y la Valide. Sin embargo con sus malas conductas aquello se fue por la borda.
