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'🐩'

CHARLOTTE HARRISON 


Restregué mis ojos intentando alejar el sueño en mi camino hacia la puerta de entrada donde el timbre parecía estar en una discoteca.
Abrí la puerta sin siquiera mirar quien estaba detrás, solo quería que dejará de presionar mi timbre.

— ¡Buenos días! — la buena energía mañana se Hailey sin duda alguna era el polo opuesto a mi ánimo el día de hoy, solo quería quedarme en mi cama hasta que se me pase la resaca — Parece que alguien no tiene una buena mañana.

Dejé la puerta abierta para que pudiera entrar mientras yo iba hacia la cocina en busqueda de un vaso con agua y alguna aspirina.

Sobre la mesa de la cocina habían dos botellas de vino vacías y muchos envoltorios se comida chatarra tirados por cualquier parte.

— ¿Hubo fiesta anoche y no me llamaste? — sentir la voz de la lluvia en mi oído me recordó el porqué estuve toda la noche tomando después de que Justin me trajera a casa.

— No podía dormir y bajé a tomar algo — me alejé de ella lo más rápido posible, sentía su calor detrás de mi, sus manos rozando mi cintura y su aliento cayendo justamente en mi cuello. Recogí toda la basura esparcida por el lugar y la deseché en el cesto.

— Te traje algo — la miré y noté el ramo que traía en sus manos que no había notado que tenía cuando llegó, aunque realmente solo había visto su cara — Noté que te faltan muchos de mis productos y siendo mi amiga no puedo aceptarlo — me extendió el ramo y lo miré sorprendida, en vez de flores tenía productos de la marca de ella envueltos en un papel rosado pastel.

— Muchísimas gracias — envolví uno de mis brazos alrededor de su cuello en un intento de abrazo porque en la otra mano agarraba con fuerza el regalo — Tenía pensado en empezar a comprar tus productos pero me salvaste se mi compra excesiva — ella rió.

— No es necesario que compres mis productos, solo tienes que decirme cuál quieres y te la hago llegar — dijo y yo asentí. Por segunda vez me alejé de ella. Puse el ramo sobre la mesa y me puse a buscar mí pastilla esperando que con ella el dolor de cabeza fuera desapareciendo — ¿Tienes algo que hacer hoy?

Dejé la gaveta que revisaba de lado y giré a verla, ahora sentada y con su cabeza apoyada en una mano y sus ojos fijos en mi, como siempre.

— Pensaba quedarme en casa descansando y después organizar el próximo programa — contesté y volví a mi tarea de buscar las pastillas.

— Quería que tuviéramos un día de chicas — agarré el pomo con las pastillas y me levanté del piso cerrando la gaveta — Pero está bien, me dices un día y lo hacemos.

— No, puede ser hoy, mañana puedo hacer lo del programa — su rostro pasó de estar triste a volverse feliz en un solo segundo y me encantó saber que la felicidad la causé yo.

Me tragué la pastilla sin agua todo por el impulso de olvidar lo que la mujer a unos metros de distancia de mi me hacía sentir junto a su esposo.

Ayer después de que Justin me dejara, entré a la casa apurada teniendo que se diera cuenta de lo rápido que mi corazón latía, convivir con ellos esas horas me hizo soñar con compartir ese escenario diariamente con tener la misma cercanía que ellos tienen. Sabía que estaba mal y mucho, ellos tienen una familia maravillosa y se aman, yo solo soy una amiga. Intenté tratar de olvidar con el alcohol pero fue mi peor decisión, terminé delirando con ellos a mi lado besándome y haciéndome suya las veces que quisieran.

Anyone; hailey & justin bieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora