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'🐩'

  CHARLOTTE HARRISON 


      —¿ENTONCES me dirás lo que pasó anoche con quienes tú sabes o lo tendré que adivinar como la bruja que todavía no soy? — Romee preguntó por fin después de pasar más de veinte minutos sentada en la esquina del cuarto mirando sin decir una sola palabra como las dos personas encargadas de mi maquillaje y pelo se encargaban de mi para el evento que tendría en unas horas.

 Le devolví la mirada a través del gran espejo que tenía enfrente y dejaba una vista casi completa de la habitación, ella incluida. Estaba sentada con sus brazos apoyados sobre su rodillas que quedaban al descubierto por su vestido, su pelo rubio recogido en una trenza cayendo sobre su hombro izquierdo. 

— ¡Listo! — anunció George encargado de mi maquillaje y el único en el que realmente le confío mi rostro para este tipo de eventos. La muchacha, Louisa, parte de su equipo y que tuvo el trabajo de peinarme recogía sus productos y útiles de la mesa y los iba acomodando en su maletín de trabajo — Quedaste hermosa — tomó mi rostro con ambas manos y me hizo girar el rostro ligeramente para irme viendo en cada ángulo que él me ponía.

— Sin duda no hay nada que tú y tu equipo no logren hacer — dije maravillada con el resultado que aunque haya sido un maquillaje nude se veía asombroso y tapaba las ojeras con las que amanecí hoy por haber pasado la mayor parte de la noche despierta con cierta pareja primero en la orilla de la playa y más tarde viendo películas de los 2000 hasta que en algún momento terminé dormida. Abracé a mi amigo — Espero verte esta tarde en la cena — él asintió, chequeó que todo estuviera en orden y salió de la habitación siguiendo los pasos de su ayudante y compañera, Lousia quien tambien recibió un pequeño abrazo de mi parte y agradecimiento por su trabajo.

— ¿Ahora me dirás? — me moví de la silla en la que estaba , después de pasar casi media hora ahí comenzaba a ser incomodo, la textura de mi cama y su suavidad fue el cielo para mi trasero que agradeció el cambio. La rubia no se demoró mucho en terminar a mi lado, su rostro literalmente era un signo de interrogación.

Choqué las palmas de mis manos y suspiré profundo dándole un toque más dramático a todo el asunto, ósea chisme sin drama no es chisme, eso lo dice la Biblia — bueno, ellos — fruncí mi ceño confundida tratando de entender a donde iba Romee, se acercó a su cartera descansando sobre el sofá en que minutos atrás me observaba tal acosadora y sacó una bolsa de cheetos.

— Lo siento, no puedo escuchar mi novela sin un snack — levantó el paquete recién abierto y con uno ya en la boca. Abrí la boca indignada — no me mires así, esto está mucho mejor que esas novelas turcas que ponen en Youtube — volvió a quedar a mi lado — me brindó uno y negué volviendo al tema anterior.

— Ella vino a disculparse ayer por lo del beso y lleno el jardín de flores — Romee levantó su manos pidiendo que parara y lo hice.

— ¿Por eso todas las flores afuera? — preguntó señalando con sus dedo entre un color naranja y rojo la puerta de mi cuarto.

— Si, no sé cuando lo hicieron pero a media noche todo estaba ahí — afirmé — luces y todo incluido.

— Pensé que alguien había confundido tú casa con una floristería — soltó una fuerte carcajada por su propio chiste cayendo de espaldas en la cama y manchando el cubrecamas blanco con su paquete de cheetos. La empujé sin mucha fuerza solo queriendo correrla pero terminó en el piso diciendo hasta del mar que me iba a morir — eres una maldita perra traicionera — se paró del piso, su mano acariciando la zona de su cintura derecha donde supongo se golpeó al caer — si no fuera porque tienes un chisme que terminar de contarme, te ... — quedó con su dedo alzado señalándome — mejor continua.

Anyone; hailey & justin bieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora