Anyone; hailey & justin bieber

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'🍒'

HAILEY BIEBER

    Las horas ya habían pasado y la siesta tuvo su final casi llegando el mediodía.

Abrí despacio los ojos y noté la oscuridad en la que se sumía la habitación y el hecho de que el otro lado en la cama estaba vacío y frío. El que la castaña no estuviera durmiendo a mi lado me llevó a despertarme por completo. Busqué por todo el lugar y solo estaba yo rodeada de mantas y almohadas y en un profundo silencio.

Agarré mi teléfono de la mesita de noche y vi la hora, 11:16 a.m. Restregué mis ojos teniendo cuidado de no arruinar mucho mi maquillaje y decidí bajar a la cocina, descalza.

Al abrir la puerta todo se sintió diferente, por inercia cerré los ojos enseguida toda la luz cayó en ellos y esperé a que se adaptarán al cambio. Bajé las escaleras aún medio adormilada pero desde ya sintiendo el olor a carne con especias cocinándose y escuchando la música antigua que tanto Charlotte ama.

Di un toque a la aplicación de cámara y esperé que abriera completamente sabiendo que amaría grabarla bailando en la cocina o haciendo cualquier cosa.
  Pasé por la sala hasta llegar a la cocina y me quedé apoyada contra marco de madera blanca de la puerta con mis ojos fijos en su figura. Se desenvolvía como toda una experta, tal vez una chef profesional o una abuela con secretos de cocina ocultos, cortaba las cebollas y los ajíes para lanzarlos al aceite hirviendo de la sartén. Tarareaba no tan alto las canciones que reproducía su teléfono, de vez en cuando bebía de la copa de vino no tan lejos de ella.
Logré capturar todo el momento con una sonrisa en mi rostro. Su pelo iba recogido en un moño mal hecho que dejaba libre a algunos mechones traviesos, una camiseta blanca larga con unos shorts cortos grises e igual que yo, descalza.

Todo en ella era perfecto e hipnotizante. La forma que se movía y la misma en la que mis ojos no podían apartarse de su cuerpo. O cuando hablaba sobre cualquier tema y me quedaba escuchando atentamente cada palabra salida de sus labios. Es un sentimiento que va creciendo en mi interior con cada pequeña cosa que Charlotte Harrison hace.

Lo que sentía por Charlotte no era un capricho y entendí eso cuando la imaginé formando parte de nuestra familia. Cuando eramos mas jóvenes siempre hubo algo que me ató a ella, pensé que era la amistad pero hoy me dió cuenta que no, es amor.
Amo a Charlotte, su pelo largo y castaño, cuando sonreí y me devuelve la paz, o cuando susurra algun secreto. O como me mira, esa mirada que no puedo sacarme de mi mente como tampoco lo hago con sus labios que tan ansiosa estoy de probar. O el olor de su perfume. Y si me enamoré de ella mucho antes de siquiera notarlo.

Volví a apagar mi teléfono y me dispuse a hacerle notar mi presencia. Le di uno golpecitos al marco de madera de la puerta y ella rápidamente giró sobre sus talones y me miró con una sonrisa.

— ¡Despertaste! — asentí y me acerqué a ella que revolvía la cebolla en la sartén con una cuchara de madera — estoy haciendo el almuerzo, después podemos salir.

— me parece bien — me asomé a su lado para ver bien que era lo que cocina — ¿con qué carne con papas? estupendo — dejé un beso en su mejilla y me fui a sentar en la mesa.

— ¿Tuviste una buena siesta? — preguntó y le respondí con un sonido afirmativo — Amo esa canción — mencionó cuando Stand by me comenzó a escucharse.

— Cantamos esa la otra noche — dije, su cuerpo comenzó a moverse al ritmo de la canción.

Dudé un poco antes de levantarme de mi asiento e ir hasta ella. Agarré su cintura con ambas manos y me pegué a su cuerpo lo más cerca posible, reposé mi cabeza en su hombro y nos hice seguir con los movimientos lentos.