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'🐩'

CHARLOTTE HARRISON 

         MI CABEZA descansaba sobre las piernas cruzadas de Hailey, el suéter de Justin cubriéndome los hombros del viento que de repente venía y me hacia temblar. Y mientras la castaña se encargaba de dejar todo lo que pasaba en las fotografías yo miraba hacia todas partes, los niños corriendo y jugando en el parque aprovechando el día y el hermoso clima con el que amanecimos. Otras personas como nosotros se sentaban bajo la sombra de uno de los tantos arboles en un picnic improvisado junto a amigos a conversar o solo pasar el rato. Pero por más que quisiera centrarme en las personas disfrutando a nuestro alrededor mis ojos siempre terminaban en el hombre tatuado a unos metros de distancia de nosotras enseñándole todo a un pequeño Jack que poco entendía lo que su padre le trataba de enseñar pero que se divertía de ver a los otros niños jugar con la pelota o correr.

— Espero algún día poder crear mi propia familia tambien — solté de la nada sorprendiéndome al creer que solo lo había pensado pero el gesto en la cara de mi amiga me hizo saber que lo dije lo suficientemente alto y claro. Me senté de nuevo arreglando el suéter para que no cayera de mis hombros, todavía con mi mirada en el dúo de padre e hijo riéndose — Tener alguien con quien compartir mi casa, mi vida y poder tener un hijo, criarlos juntos como el equipo que se supone que formaremos — nunca fui una persona celosa pero en estos momentos cuando miro a la mujer a mi lado no puedo evitar el sentimiento que llena mi pecho, quisiera lo que ella tiene porque el hacerlo juntas es imposible. Ella tiene la felicidad que yo siempre quise y al parecer todavía no es mi tiempo de tenerla ¿pero cuando lo será?

— Nosotros somos tu familia, Charlotte — dijo dejando la cámara de lado — eres parte de la familia Bieber.

— Lo sé, Hails — hablé dedicándole una pequeña sonrisa — pero llegará el día que tendré que crear la mía y no solo pertenecer a una — lo veía en su rostro como se rehusaba a que algo así sucediera, y en ese momento me di cuenta que tal vez ella si me amara de la misma manera que yo lo hago, que su corazón late en la misma sintonía que el mío. Mentiría si dijera que no quisiera quedarme con ellos toda mi vida pero era injusto para mi pobre corazón que ha tenido que pasar por mucho, el tener que arriesgarlo a algo, ilusionarlo y después destruirlo con la misma soga que lo salvó si algo llegara a salir mal— Los quiero demasiado a Jack, a Justin, a ti, tanto que se convirtió en amor. Sin embargo algún día será mi turno de encontrar a mi Justin, tener a mi Jack y ser la Hailey de alguien.

— No tienes que crear una familia, estamos aquí — declaró con una firmeza que me hizo tener un ligero escalofrío — no necesitas buscar suplentes cuando los originales estamos aquí y tampoco ser la Hailey de alguien cuando eres nuestra Charlotte. No busques en alguien más lo que tienes con nosotros. Te amamos, Charlotte — susurró solo para nosotras, su frente contra la mía, nuestras narices rozándose en el acto y nuestros labios tan cerca que era casi imposible resistir al impulso del beso.

— No en esta vida, Hails, no hay espacio para mi, somos tres en una relación de dos — me separé reconociendo el lugar en el que estábamos, mas ella volvió a acercarme, nuestras respiraciones encontraron la sincronía perfecta volviéndose una — Hailey — traté de hacerla entender, una advertencia de que podían fotografiarnos.

— Te amo, te amo, te amo — una y otra vez la misma frase salía de sus labios, mi cabeza creándoles un eco que fue imposible ignorar por más que intenté. Mi corazón latiendo más fuerte con cada una de ellas. Detallé el movimientos de sus labios al pronunciar aquellas palabras. Negué más para mi que para ella — te amo, Charlotte — cada nuevo 'te amo' perdía volumen hasta quedar en un susurro solo perceptible para nosotras, pero la intensidad con la que mi cuerpo los recibía y sentía solo iba en aumento.

— Hailey estás casada, tienes un hijo — mis palabras parecían no llegar a sus oídos de ninguna manera, ella seguía repitiendo lo mismo como si fuera un disco rayado que solo decía lo más importante, su frente junto a la mía y sus ojos llorosos no perdían los míos — No podemos, te amo — solté, cerré los ojos sabiendo que ya era imposible callarla y que lo único que me quedaba por hacer era evitar el color avellana de sus ojos y la dulzura con la que observaban que solo me hacía caer más hondo por ella — tengo miedo — todo lo que sentía se resumió en esas dos palabras que inocentes al oído de cualquiera, eran mi pesadilla cada noche.

— Arriésgate, estamos abajo esperando que saltes, nunca dejaremos que choques contra el piso — quise decir algo, asentir o negar, mas no hice absolutamente nada, me quedé ahí en la misma posición, sintiéndome tan cobarde porque siquiera podía verla sin lanzarme a sus brazos — Solo por hoy disfruta de nosotros, trátanos como tu familia por un día, permítenos eso, permítete eso, te lo mereces — abrí los ojos y sin pensarlo demasiado asentí. Agarró mi mano, me hizo levantarme para correr hacia donde Justin y el pequeño Jack compraban unos helados .

— Hola, reinas de mi vida — el canadiense dejó un beso en la mejilla de su esposa, el niño alzó sus manos en mi dirección, lo tomé en brazos, sus manos regordetas fueron hacia los mechones de mi cabello sueltos que caían — parece que Jackie tiene una favorita — bromeó viendo como su hijo no despegaba sus ojitos de mi, era idéntico a su padre, una copia exacta del cantante — ¿de que van a pedir el helado? — miré el carrito con todos los sabores llamándome la intención el vainilla, mi favorito sobre cualquier otro.

— Dos de vainilla — giré a ver a Hailey, una sonrisa en su rostro — hay cosas que nunca se olvidan — Justin asintió pidiendo los dos helados y otro de chocolate.

Acaricié el rostro del niño, sus mejillas ligeramente sonrojadas y rellenitas que solo deseaba morder y pellizcar el día entero. Le sonreí y lancé un beso haciendo que soltara una carcajada o intento de una, dio varias palmadas feliz. El flash de la cámara me asustó por un segundo, Hailey viéndonos con una sonrisa tierna en su rostro siendo abrazada por su esposo con la misma sonrisa en su rostro. Creo que al final de día no sería tan malo quedarme en esta familia, se sentía bien estar rodeado de ellos y por más miedo que tuviera de afrontar la verdad, ellos me aman y yo a ellos.







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Anyone; hailey & justin bieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora