Anyone; hailey & justin bieber

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'🐩'

CHARLOTTE HARRISON 

Agarré cuidadosamente las dos tazas de porcelana con té de kukicha de la meseta y caminé con cada una en una mano de vuelta a la sala de estar solo iluminada por los rayos del Sol entrando por la puerta del patio que se mantenía totalmente abierta. La cabellera larga y rubia de mi amiga se notaba desde la cocina, a la vez que más me acercaba a ella la escuchaba tararear una de las canciones que lleva escribiendo para su próximo álbum. Le extendí una de las tazas humeantes al momento que llegué a su lado, le advertí de tener cuidado por lo caliente que estaba. Tomé asiento en un sillón aparte bastante cerca de la puerta del patio, desde aquí podía ver la gran piscina y las flores plantadas en una esquina del jardín, el color violeta resaltando por la luz del día. Observé como el libro que antes de la llegada de mi amiga leía y había dejado sobre el sofá, descansaba ahora sobre las piernas de la mujer abierto en la misma pagina en que lo dejé, desde donde estaba sentada se notaba el color característicos de los resaltadores en las frases que me gustaron o simplemente creí importantes.

— Por lo que noto las cosas no hay ido del todo bien — con su cabeza señaló el objeto en sus piernas — puedo jurar que pensé que lo quemaste después de lo que pasó — agarré el libro cuidando no perder la pagina.

Sus ojos café me miraban y las mariposas en mi estomago bailaban felices por tener un gramo de su atención sin la molesta presencia de nuestros amigos. Sus mejillas rosadas lucían a conjunto con la blusa, regalo de mi parte por su cumpleaños anterior, que usaba hoy, un día de verano en el colegio. Hablaba sin cesar probablemente de la película que ayer vio con su mamá en el cine no muy lejos de su casa y que era estreno, si ella no fuera tan linda no estaría embobada mirándola como lo hago ahora, como si fuera mi único deber en este mundo y no es que me queje pero se que cuando vuelva a casa no podré dormir por estar lejos de ella. Hoy como la semana pasada usaba un brillo de labios, según me dijo era de fresa, deseaba con todas mis ansias besarla para sentir el sabor en los míos, creo que sería muy raro si lo hago aquí y ahora, rodeada de miradas curiosas que nos juzgarían por ser felices. El viento travieso jugueteaba con su cabello moviéndolo de un lado a otro.

Amo cada parte de su ser, lamentablemente ella solo conoce mi amistad. Quisiera bajarle la Luna misma y hacerla pequeña para que en la noche la acompañe en sus sueños pero solo conoce las cartas y flores que le regalan sus novios. Llora en mi hombro sin saber que después lo hago yo por saber que soy lo que merece y que nunca se lo podré demostrar por ser solo la buena amiga. Ella nunca se dará cuenta de que cuando respiro suelto su nombre como si de eso dependiera mi vida y que espero que un día me diga que me ama, sueño demasiado pero es mi único deseo antes de dejar el mundo, no importa si es una mentira. Solo quiero que Hailey diga que me ama como algo más que una simple mejor amiga.

Leí en silencio los dos párrafos marcados en azul celeste de aquel libro escrito bajo mi seudónimo donde estaban expresados de forma clara y sincera todo el océano de sentimientos que Hailey Baldwin me provocaba con solo su presencia. Juré destruir aquellas paginas pero fue imposible dejar ir algo que no era físico, sería una total estupidez que no estaba totalmente dispuesta a realizar. Por eso lo guardé en lo profundo de una caja en el garaje de la casa y solo lo saqué después de aquel beso y el haber escuchado esas palabras que durante la adolescencia esperé tanto.

—Esos ojos brillan tan poco para una persona que recuperó lo que quería — su cabeza se inclinó ligeramente a la derecha, su cabellos moviéndose al compás — deseo equivocarme mas esta vez no lo hago ¿no es así?

— Nos besamos — solté cerrando el libro y mirando el liquido dentro de mi taza — le dije que me gustaba, Hailey me dijo que era hermosa y otras cosas más, esas que siempre soñé —dejé la taza totalmente llena y el libro en la mesa de madera frente a mi. Subí mis piernas al sillón, sentándome en la posición del indio.

— No creo haber escrito una canción que describa tu situación en estos momentos — bromeó, solté un bufido — ¿Cómo reaccionaste?

— Le exigí que se fuera de mi casa ese día, me sentía tan mal, Taylor, no creo poder verla a la cara después de eso, mucho menos a Justin. Fue ella quien me besó pero me siento tan culpable por seguir ese beso — pasé ambas manos por mi cara — ella está casada y aun así la deseo y no solo eso, la amo, llevo años amándola, deseo ser yo quien la bese en publico, con quien esté casada, y al contrario de todo eso soy solo su amiga. Estoy enamorada, Taylor y duele como la mierda en mi corazón — declaré sintiendo mis ojos picar por las lagrimas y el nudo crecer en mi garganta — ¿Por qué pasan las cosas en el momento en que ya no pueden ser?

— No todo lo que uno quiere significa que está destinado a ser o a pasar, a veces la vida nos lo pone en el camino con situaciones difíciles o imposibles de resolver solo para que entiendas que no es lo que te corresponde — habló — tuviste la experiencia de su beso, ahora depende de ti si quedan como amigas o vuelven a ser extrañas. El dolor durará tanto como tú desees que lo haga y el amor nunca desaparecerá pero con el tiempo quedará en el olvido, en lo profundo de tu corazón.

— La amo, Tay — murmuré en dirección a mi amiga quien me dedicó una mirada de lastima.

— Lo sé, pequeña pero ella no es para ti y lo sabes — asentí a sus palabras. Sentí como una lagrima se deslizó por mi mejilla y rápidamente la quité.

— Espero que por lo menos escribas tres canciones sobre esto — bromeé y ella rio afirmando con la cabeza a la vez que cambiábamos de tema 

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