Somebody Else

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CHARLES'S POV

Monte-Carlo, Mónaco

Para cuando Charles, Arthur y Max llegaron al aeropuerto privado de Mónaco, su corazón latió más rápido al reconocer a las dos personas que al igual que él acababan de llegar a la ciudad.

Lando lucia tranquilo y ajeno a la situación, mientras que Carlos charlaba animadamente con George.

—¡Hey Chicos! ¿Cómo están? —exclamó Lando con una sonrisa. — ¿Acaban de llegar?

—Sí, Max nos trajo

—Oye, nosotros iremos a cenar esta noche. ¿Qué dicen se unen?—dijo Lando, rompiendo el silencio.

—Eh... La verdad es que ya tengo planes. —se giró un poco hacia Max en busca de ayuda. Pero este estaba junto a Arthur guardando las cosas en su auto.

Lando levantó una ceja, sorprendido.—Planes con Max?

Charles tragó saliva, evitando la mirada del español

—Charlie —grito Max. —Te subes o te dejo y a tu hermano también.

—Bueno, es que...—comenzó a tartamudear

—Estás seguro?.—comento George. —Solo asegúrate de que Max no te deje demasiado cansado.

Charles dejó escapar una risa nerviosa, —No te preocupes. Max no es tan agotador como parece.

—Charles, juro que te dejo si no te subes ya.—regaño Max

El neerlandés se había acercado al grupo solo con la intensión de salvar a su amigo de la emboscada que le estaban haciendo.

CARLOS'S POV

Carlos observaba desde lejos, con una mezcla de nostalgia y amargura, cómo Charles siempre parecía estar al lado de Max. No importaba donde se encontraran; los dos estaban inseparables.

Una parte de él ardía por contarle a Charles la verdadera razón por la que había terminado con él. Pero otra parte, Carlos temía que el tiempo que habían estado separados hubiera sido suficiente para que Charles lo hubiera olvidado, o peor, que lo odiara.

Mientras se dirigía a la cena con Lando y George, Carlos intentaba sacudirse esos pensamientos. En el restaurante la cena estuvo llena de risas y conversaciones, y por un momento, se permitió relajarse. Pero todo se derrumbó cuando vio una escena que Carlos había estado evitando ver.

Allí estaba Charles, sentado en una mesa con una chica de cabello castaño claro, y una sonrisa radiante. Llevaba un vestido elegante y parecía estar completamente a gusto con Charles.

El estómago de Carlos se revolvió.

Lando y George notaron de inmediato el cambio en la expresión de Carlos.

—Carlos, ¿todo bien? —preguntó George, notando la distracción de su compañero

—Carlos, ¿realmente pensabas que Charles estaba saliendo con Max?

Carlos suspiró, su mirada fija en el plato frente a él. —No lo sé, Lando. Los veo siempre juntos, y son tan cercanos... Me pareció lo más lógico. Hasta creí que vivían juntos. Y, para ser honesto, la idea de verle con Max era más soportable que verlo con alguien nuevo.

George intervino, tratando de ofrecer una perspectiva diferente. —Las apariencias pueden engañar, Carlos. Puede que solo sean buenos amigos.

—Te refieres a la chica o a Max

—A Max obviamente. Y de donde sacaste que vivían juntos?

—Cuando Charles fue a verme después del accidente, Max lo llamo y bueno la conversación que tuvieron me dio a entender que vivan juntos, Pues cuando fui por mis cosas él estaba allí. No fue agradable verle la verdad.

—Por dios estás hablando cuando... —intentó contener la risa. —Max literalmente nos llamó a todos para que lo ayudáramos. El muy imbécil estaba intentando rescatar a su gato y terminó rompiendo cuanta pared se le atravesó.

Carlos intentó sonreír, pero su mente seguía atascada en Charles y su cita

—Bueno, eso explica la llamada, pero no el hecho de que andan pegados desde que terminé con él —respondió, con amargura.

George, siendo el más sensato del grupo, intervino. —Escúchame, Carlos. No sé cuáles fueron tus razones para terminar con él, eso es algo entre tú y él. Pero debes acabar con este jueguito que lo único que está logrando es que salgan ustedes dos más lastimados.

Carlos suspiró.

George, tenía razón, pero no era tan sencillo. La culpa, la nostalgia y el miedo se mezclaban en su pecho, haciendo difícil cualquier decisión.

Finalmente, Carlos rechazó nuevamente la invitación de Lando para quedarse en su casa. —Gracias, Lando, pero creo que necesito estar solo. Me iré al hotel —dijo, tratando de mantener una fachada de tranquilidad.

Más tarde, en la soledad de su habitación de hotel, Carlos tomó una decisión. Necesitaba hablar con Charles, y había una persona a la que podía recurrir.

Marcó el número del único Leclerc que parecía no odiarlo. —Lorenzo, habla Carlos.

—Ya sé, dime, ¿pasó algo? ¿Todo bien? —respondió Lorenzo, su voz mostraba una mezcla de precaución.

—Sí... bueno, yo solo... te quería pedir un favor —dijo Carlos, dudando un momento antes de continuar—. ¿Podrías darme la nueva dirección de Charles?

Hubo un momento de silencio antes de que Lorenzo respondiera, su tono lleno de desconfianza. —¿Para qué la quieres?

Carlos respiró hondo, sabiendo que tenía que ser honesto. —Necesito hablar con él.

Lorenzo suspiró, su frustración evidente. —Carlos, ¿por qué no lo dejas en paz? Fuiste tú el que terminó con él sin darle explicaciones. Solo lo estás confundiendo.

—¿Te contó? —preguntó Carlos, sorprendido.

—Claro que me contó. Soy su hermano. Lo único que quiero es protegerlo, y tú vas, lo buscas, lo tratas mal, lo celas y lo besas. ¿A qué estás jugando, Carlos? Mira, te respeto mucho, pero Charles es mi hermano menor y lo que menos quiero es verle sufrir.

Carlos sintió un nudo en la garganta. Sabía que Lorenzo tenía razón, pero había algo que Lorenzo y Charles no sabían. Algo que había guardado durante todo este tiempo. —Fue Binotto —sus palabras salieron de golpe, antes de que pudiera detenerse. Sabía que ya había abierto la boca y ahora tenía que continuar.


Tardes, porque buenos eran los días donde el SF-24 no era un tractor

Se vieron las libres? Yo a las 5 me desperté, y me vi hasta el trompito de Max, luego me quede dormida y me volví a despertar justo para los libres 2.

La fé a Ferrari me llego hasta Mónaco, luego fue suerte y que tenemos pilotos de calidad pero con un equipo malo

Iba a actualizar y se me olvido hasta que me puse a escribir el próximo capítulo de esta historia

Together Or Nothing |Charlos|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora