«...Ella, tú y yo sabíamos lo que implicaba cada decisión que tomamos.
No tenemos más opción que hacerle frente a nuestro destino y vivir con las consecuencias de nuestros actos.
Un día fuimos hermanas, pero de eso ya no hay prácticamente nada. Qu...
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THE BLACK SISTERS³ AVADA KEDAVRA X. ¿Te sigo pareciendo adorable? _________________________
Alerta: Este capítulo contiene escenas de violencia explícita y contenido para mayores de dieciocho años. Se solicita discreción por parte de los lectores.
Lucius había profesado un amor profundo por Narcissa desde que había descubierto su luz y existencia. No obstante, su traición había mermado aquella incondicionalidad, la seguía amando pero la herida en su ego estaba latente y no podía negarlo. La infidelidad era una cuestión que la mayoría de los hombres no toleraban, Lucius jamás pensó que eso sucedería entre ellos, pero quiso seguir adelante debido a la familia que estaba formando con Cissy, pero realmente en su subconsciente había algo que no lo dejaba avanzar.
Siempre estaba en su interior la interrogante ¿Puedo volver a confiar en ella? ¿Lo hará de nuevo cuando tenga la oportunidad?
Esas eran interrogantes que le quitaban el sueño, pero intentaba mantener su temple sereno para enfocarse en la nueva etapa que venía en su vida, se convertiría en padre y quería dar lo mejor de sí para que ese bebé fuera fuerte y un gran mago.
Pero a veces el destino era odioso y colocaba oportunidades que podían causar caos si las personas daban rienda suelta a sus placeres.
En su caso se había materializado como una nueva jovencita llegada al ministerio, Isabelle Bellerose, hija de un colega del ministerio francés, tenía nada más que veintidós años, cara de muñeca de porcelana, rubia, con pechos que florecían como duraznos y un trasero precioso que era enmarcado por largas piernas. Inicialmente le había dado una bienvenida cordial, pues era importante que ella se sintiera apoyada por el equipo, era una muchacha carismática y con muchas ganas de aprender, jovial y llena de vida.
Nunca pensó que de pronto sus pensamientos comenzarían a enredarse. No era algo que le sucediera frecuentemente, pues siempre presumía de tener un poder mental excepcional y la capacidad de mantener la cabeza fría. Isabelle tenía temas de conversación y hablaba con propiedad, lo que la había convertido en la nueva maravilla del ministerio; comprendiendo a su vez, lo que sucedió cuando Narcissa empezó a trabajar en Gringotts, debía haber sido exactamente lo mismo.
Ellos habían comenzado a compartir trabajo y él no se percató de ella en demasía hasta que un día tuvo que intervenir en una disputa inesperada. Un tipo estaba discutiendo con Isabelle a la salida del ministerio, se percibía una situación acalorada que se concretó cuando él lanzó un puñetazo contra la bruja.
—¡Hey! ¿Cómo te atreves, maldito?—dijo tras correr e intervenir en la pelea—¡Inmovillus!
Las personas comenzaron a llegar y unirse al grupo, Lucius les indicó que se hicieran cargo del hombre, mientras este cubrió a Isabelle con su chaqueta y la condujo nuevamente hasta las inmediaciones del ministerio hasta su oficina. La cara de la joven estaba hinchada por las lágrimas que caían de sus ojos y tenía un hematoma a uno de los costados de sus labios, pero con una poción simple eso se podría quitar, sólo le preocupaba su estado emocional.
