Después de las palabras de la pelirroja la inglesa comenzó a besar su cuello con más intensidad, provocando así que la mayor suspirara y sostuviera su cuello con más fuerza.
No sabia que estaban haciendo pero en este momento no podía pensar con claridad. Ninguna podía hacerlo. El tacto de los labios de la chica en su cuello estaba consiguiendo que perdiera el sentido común.
Chiara siguió pasando sus labios por cuello, sabia que debía parar, pero el oír como la pelirroja reaccionaba a su toque no le estaba dejando pensar.
Empezó a pasar su lengua, esta vez por su mandíbula, para después volver de nuevo a su cuello.
-Chiara... - gimió Violeta
Dios, necesita oírla decir su nombre así siempre.
Nublada por el momento, bajo sus labios esta vez por la clavícula de la pelirroja haciendo que la mayor le respondiera acercándola mas a su cuerpo, clavando sus uñas en la nuca de la morena.
Sus labios recorrieron esa zona hasta llegar a su escote, fue ahi cuando paro.
Sabia que si seguía, ya no habría vuelta atrás. Por mucho que quisiera a Violeta, no podía dejarse llevar por sus impulsos. No quería que creyera que era solo una más.
Para la inglesa Violeta lo era todo.
Y quería hacer las cosas bien, y no a raíz del calor del momento.
Así que con toda la fuerza de voluntad que quedaba en su cuerpo se separo de la chica.
-Que haces? - pregunto Violeta confundida mientras recuperaba el aliento estirando la camiseta de la morena hacia ella
-Bueno, ahora seguro que seremos más convincentes cuando vuelvan – se invento la inglesa poniendo distancia entres sus cuerpos
-A que te refieres? - dijo la pelirroja intentando ignorar el calor que se había instalado en su cuerpo
-Mañana lo veras, yo me voy a dormir, mañana tenemos la segunda clase de baile – le contesto la inglesa para después huir a la habitación de Violeta
La pelirroja vio como la menor se iba dejándola confundida y cachonda. Aun subida en la encimera, Violeta suspiro apoyando su cabeza en el estante. Había sido todo un juego para ella, y había sido tan estúpida como para caer.
No le iba a dejar ganar.
Después de pensar en que iba a hacer, la andaluza se dirigió a al baño, necesitaba una ducha fría. Con urgencia.
Paso más tiempo allí del que pensaba, debido a que tuvo que apartar cualquier pensamiento relacionado con la morena que acababa de estar entre sus piernas dejándola sin aliento.
Dios mío, ni siquiera me había besado y no podía dejar de pensar en ella.
Estúpida Oliver.
Una media hora después, la pelirroja entro a la habitación, se encontró a la inglesa en su lado de cama mirando hacia la pared. Así que decidió imitarla y sin decirle nada, se tumbo dándole la espalda.
Al ver la frialdad de la pelirroja la inglesa no pudo evitar pensar en el horrible día que seria mañana.
Al día siguiente, las dos chicas se levantaron temprano como habían acordado. Esta noche fue la primera en la que durmieron separadas. Se vistieron sin dirigirse la palabra para después bajar a desayunar.
ESTÁS LEYENDO
Casual (Kivi)
Fiksi PenggemarVioleta Hódar 23 años (Granada, Motril), es una estudiante en último curso de periodismo en Barcelona. Esta se ve envuelta en una encrucijada cuando es invitada a Motril para la boda de su hermana. Al llamarla su madre insiste en saber si vendrá con...