Casual (Kivi)

Capitulo 31

-Papa pero llama a la puerta – le grito Violeta sin saber como reaccionar

-Yo... os espero abajo – contesto el hombre al ver la vergüenza de las dos chicas al ser pilladas

-No pienso volver a bajar – susurro Chiara mientras se escondía en el cuello de la pelirroja avergonzada

-Podría haber sido peor, podríamos estar aún más desnudas – trato de animarla Violeta bromeando

-Tenía mi lengua en tu escote, no le voy a poder mirar a la cara nunca más

-No seas dramática, si mi padre te adora, seguro que hace como si nada – siguió intentando relajarla Violeta dejándole un beso en la frente

-Al menos nos vamos hoy, las consecuencias no pueden ser tan graves ¿no? - trato de convencerse la inglesa

Finalmente, unos minutos después las dos chicas acabaron bajando, con sus manos entrelazadas, a intentar que la comida acabara lo más rápido posible.

Una vez llegaron a la mesa, se sentaron para pasar ya al postre, debido a que habían pasado demasiado tiempo en el baño.

-Ya estás mejor hija? - rompió el silencio el padre de Chiara

Pero antes de que pudiera responderle, su hermana no pudo evitar reírse.

-Hija, habíamos acordado no... - trato de callarla su madre

-Si nadie lo dice ya lo digo yo, ¿¡se puede saber que estabais haciendo para que papa haya bajado con cara de haber visto un fantasma!? - soltó Tana

Al oír sus palabras las dos chicas se murieron de la vergüenza.

-Yo no les he dicho nada – trato de justificarse Juan Carlos al ver la mirada asesina de su hija mayor

-No ha hecho falta, hasta Joey se habría dado cuenta si tuviera más años

-No entiendo de que habláis - soltó Joey

-De nada – respondieron las dos al unisonó

-Chicas no pasa nada, sois dos adultas es algo normal, aunque vuestra conducta es más propia de adolescentes

-Papa deja de psicoanalizarme, odio que me hables como a tus pacientes – se molestó Violeta

-Bueno, tengamos la comida en paz, nadie ha visto nada – sentencio Sufema

Unas pocas horas después Violeta y Chiara ya tenían preparadas sus maletas. Dentro de unos minutos cogerían un avión para volver a Barcelona, y pesar del día accidentado que habían sufrido, pensar en el porvenir era algo que hacía que la vergüenza que habían pasado valiera la pena.

Chiara se encontraba en este momento ayudando a Joey a hacer su maleta, ya que su familia también volvía a Menorca. Así que Violeta se encontraba en el jardín de su casa, intentando huir de sus dos padres los cuales probablemente la atosigarían a preguntas por lo ocurrido en la comida.

Pero por desgracia, la vida parecía no estar de acuerdo con ella ese día. Al oír como alguien entraba al jardín, pensó que sería su padre, pero al girarse se encontró con alguien que no esperaba.