Capitulo 22

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Una vez acabaron de ver la película las chicas separaron sus manos. Las dos sintieron frio al notar la falta de contacto repentina, pero ninguna dijo nada.


Unos minutos después los siete amigos se despidieron hasta el día siguiente y acabaron dirigiéndose a sus respectivas habitaciones.


Chiara y Violeta entraron a su habitación con pies de plomo, sabían que era estúpido ya que habían dormido en la misma cama en varias ocasiones, pero por algún motivo después de su última noche, parecía diferente.


Para Violeta lo era, diferente, porque ahora que al fin entendía sus sentimientos por la inglesa, quería hacer las cosas bien. Y más ahora, después de ver que a pesar de todo el daño que, causado, Chiara lo estaba intentando.


Así que la mayor decidió tomárselo con calma, podría habérselo dicho una vez estuvieron solas, pero Chiara no solo se merecía palabras. Se merecía acciones y hechos. Y esa sería la manera en la que Violeta recuperaría su confianza y afianzaría su relación.


Sabía que Chiara llevaba mucho tiempo conquistándola y cuidándola, así que ahora era su turno.


-Chiara – le hablo la mayor ganándose así su atención

-Que? - pregunto sorprendida al ver que se había tomado enserio su petición de no llamarla Kiki

-Me dejas una de tus camisetas para dormir? Es que ya me he acostumbrado a llevarlas – le pregunto tímidamente la andaluza mirándola con ojos de cachorrito

-Claro Hódar, buenas noches – le contesto la inglesa para después tenderle su camiseta a Violeta y tumbarse en la cama


Unos minutos más tarde, la pelirroja salió del baño y se metió en la cama. La inglesa parecía haberse dormido ya, así que ella decidió hacer lo mismo.


-Buenas noches – le susurro Violeta para después dejar un rápido beso en la frente de la chica


Ella pensó que la morena estaría ya dormida, pero Chiara lo sintió y trato de ocultar su sonrisa.


Esa noche no durmieron abrazadas como otras veces, pero si muy cerca de la otra, cara a cara. Con la esperanza de que sus deseos se hicieran realidad pronto.



A la mañana siguiente, Violeta acabo abriendo los ojos al sentir murmullos. Después de unos minutos intentando ignorarlos, acabo abriendo sus ojos, encontrándose así con una Chiara completamente dormida delante.


Violeta sonrió al instante, parecía tan tranquila y tan en paz. Sabia que en algún momento debía despertarla pero se tomo su tiempo para admirarla. Durante su vida, nunca había querido prestarle demasiada atención a la chica que tenia delante. Se las había apañado para buscar mil excusas para odiarla y así justificar sus confusos sentimientos.


Y mírala ahora, suspirando por la chica que había protagonizado tanto la mayoría de sus pesadillas, como, aunque no lo quisiera admitir, sus mejores sueños.

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