Estaba sentada en su cama mientras leía un libro pero su mente estaba en otro lugar.
Licia y Jacob se habían molestado mucho con ella después de que decidió trabajar con el Lord de nuevo, como siempre ella fingió que no le importaba pero en ese momento si pensaba en ello. Dentro de unos días se iría a Brorcloms y no quería que ellos estuviesen molestos con ella, no sabía que podría pasarle.
No quería ser negativa pero si realista y habían muchas posibilidades de que algo les pasara a ella y Sam.
La puerta de su habitación se abrió sacándola de sus pensamientos y ella miro a Jacob entrar y cerrar la puerta detrás de el. Jacob se apoyo en esta mientras la miraba en silencio, estaba serio.
Apretó un poco sus labios antes de cerrar su libro y hacerlo a un lado.
- Jacob...
- No.
Se quedaron en silencio unos minutos, solo mirándose a los ojos.
El se paso la mano por el cabello y miro a cualquier otro lugar que no fuese ella.
- ¿Por qué?
- Jacob, yo...
- ¿Por qué, Sabrina?- sus ojos estaban vidriosos cuando volvio a mirarla- Podríamos conseguir dinero de otra manera, una que no arriesgue tu vida y la de Sam.
- No es tan sencillo y lo sabes, yo...
- ¿Y que importa? ¿Prefieres hacerlo de la forma fácil y arriesgarte a morir?
Ella se levantó y se acercó un poco a él.
- ¿Crees que es fácil? Lo que menos quiero es tener que hacer esto pero debo hacerlo- le dijo mirándolo a los ojos- Vivimos en un mundo jodido, Jacob. Un mundo que nos arrebata todo lo que amamos y yo no voy a quedarme aquí sentada esperando a que en cualquier momento entren los guardias del rey por la puerta y nos maten, no lo permitiré mientras este viva... Mientras yo esté viva no voy a dejar que tú, Sam o Licia mueran así.
El miro a Sabrina con los ojos húmedos, sus ojos reflejaban su miedo y angustia.
- No quiero perderte- le dijo en un susurro que le hizo doler el pecho.
Ella se acercó y tomo su rostro entre sus manos.
- No vas a perderme, Jake. Voy a volver. Yo siempre volveré a ti.
El rodeo su cintura con sus brazos atrayéndola más a él.
- Y yo siempre voy a esperarte...siempre voy a estar aquí para ti, Sabrina. Te amo.
Ella lo beso mientras algunas lágrimas empezaban a hacerse presentes en sus ojos.
Sabía que no debería asegurarle que volvería, el trabajo que haría era peligroso y no había seguridad de que volviera.
Jacob la guío hasta la cama y Sabrina se dejó caer en esta mientras el se colocaba sobre ella. El comenzó a besar su cuello y sus manos viajaron a sus caderas sosteniéndola con fuerza mientras presionaba su cuerpo contra el suyo.
Ella dejo salir pequeños suspiros de placer, sus manos estaban sobre los brazos de el, hundiendo sus dedos en su piel. Jacob subio de nuevo a sus labios, una de sus manos fue hasta sus senos y los acaricio con suavidad antes de detenerse. Se miraron y en los ojos de ambos habían mil palabras no dichas, mil palabras no expresadas.
- Sabrina...
- Quiero esto, Jake.
El se quedó quieto unos segundos.
- No- dijo y se levantó.
Sabrina se sintió claramente humillada aunque sabía porque el se negaba. Se sentó en la cama mientras lo veía pasarse las manos por el cabello de forma frustrada.
- Pero...
- No. No hagas esto- le dijo el- Te estás despidiendo y...no.
Ella nuevamente se levantó y fue hacia él tomando su mano.
- Jake, yo...
- No, Sabrina. No voy a aceptar esta despedida- el se soltó de su agarre de forma suave y fue hacia la puerta- Esto solo pasará cuando vuelvas- Le dijo antes de salir.
Ella se quedó parada mirando la puerta antes de maldecir en voz baja y volver a su cama.
Había querido irse y dejar las cosas bien entre ellos, pero escogió la peor manera y quizás solo empeoro las cosas. Ni siquiera se molestaría en intentar arreglarlo de nuevo, terminaría peor.
Los sentimientos no era su fuerte en lo absoluto, ya estaba más que convencida de ello.
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Nieve y Tormenta
FantasyLas malas decisiones son comunes cuando vives en un mundo lleno de sombras y secretos que más que perderte podrían ahogarte. Porque la oscuridad, aunque te esconde, puede ser sofocante y nadie puede vivir por siempre en ella. Los secretos, aunque...