Epílogo

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Llevo una mano a su pecho y apretó entre sus dedos tela del traje que llevaba puesto, su respiración era errática mientras asimilaba lo que acababa de decirle su Licia, quien ni siquiera era su tía, y lo que acababa de recordar.

- Yo...

- Lo siento, Elesrin- escucho que decía Licia, su voz era rasposa y baja. No le quedaba mucho tiempo.

Decidió ignorar todo por un momento y miro a su tía.

- ¿Y Jacob?

Los ojos de esta se volvieron más tristes de lo que ya estaban.

- El...fue un chico increíble. Me ayudó a escapar de los soldados...para sobrevivir hasta que regresaras...el sabía quien eras, yo se lo dije...ese chico te amaba con toda su alma.

Ella negó y se alejo un poco de Licia mientras llevaba las manos a su cabeza y sus lágrimas caían.

- No...

Sentía que su mundo estaba siendo destrozado centímetro a centímetro sin piedad alguna.

- Elesrin...no me queda mucho tiempo. Cuando muera el hechizo que puso tu madre sobre ti se romperá y tú naturaleza hada saldrá...ya ni te verás como una humana...el hechizo estaba ligado a mi por eso cuando muera se...romperá.

Ni siquiera prestaba mucha atención a lo que Licia le decía, lo único que pasaba por su mente y se repetía una y otra vez era que Jacob ya no estaba.

Después de unos minutos sintió como Licia puso su mano sobre su rodilla.

-Lo...siento...

Y entonces se acabó.

Ella también se había ido.

Solo pasaron unos segundos para que sintiera que su cuerpo comenzaba a arder por completo y ahora lloraba por el dolor físico y el que sentía en lo profundo de su pecho mientras se acostaba en el suelo para esperar a que eso pasara si es que lo haria.

A su lado su primo cayó de rodillas y gemía un poco de dolor, lo que indicaba que también sentía el ardor en su cuerpo.

Mientras los minutos pasaban y el ardor se intensificaba para luego hacerse más suave pensó en todo lo que acababa de perder por ir en contra del rey.

Siempre supo que era una locura y aún así lo hizo porque quería hacerse la heroína que haría aunque sea algo por el reino de dónde venía.

Y ahora Jacob y Licia pagaron el precio de su estupidez.

Después de una hora pudo incorporarse del suelo y miro una de sus manos ahora más pálida y dedos un poco más alargados.

Hada.

Se había vuelto completamente hada.

Nieve y Tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora