Sabrina corrió por el pasillo mientras sacaba su espada, Sam habia ido a asegurarse que no entraran soldados a la casa.
Mucho antes de llegar a la oficina del Lord supo que eso no era necesario, ya los soldados habían entrado. Los gritos que se escuchaban eran evidencia de ello.
Aún así corrió a la oficina, se detuvo al llegar a la puerta y ver como una espada atravesó el estómago del Lord justo en el momento que sus miradas se conectaron y este la miro con reproche. Culpándola silenciosamente de esto.
Ella solo le devolvió una mirada fría por unos segundos antes de acercarse con sigilo y atravesar al hombre con su espada justo como lo había hecho con él Lord. Saco su espada y pateó al hombre para hacerlo caer al suelo antes de volver a mirar a Dalan.
El tenía su mano sobre la herida mientras la sangre seguía saliendo de ella y cada vez se ponía más pálido.
- Ferranger...
- Haga lo que haga no sobrevivirás.
- No, yo...quiero que tomes...el...
No le dio tiempo a terminar y salió de allí.
De verdad nada que hiciera podría salvarlo, la espada lo había atravesado por completo y era cuestión de segundos que muriera a no ser que hubiera algo de magia en su sangre y eso era improbable ademas de que tampoco lo salvaría, solo prolongaría el dolor.
Los gritos empezaban a escucharse afuera lo que la hizo revivir el recuerdo de la conquista de Alyrende. Nego un poco, silenciando la voz de su subconciente que le pedía hacer algo para calmar esos gritos. Que le rogaba que actuará en nombre de lo que le hicieron a su reino.
Camino por el pasillo para buscar a Sam. Paso frente a las puertas de una habitación a la que había entrado el día anterior con el Lord cuando el le estaba mostrando algunos lugares de la casa. Por un momento sintió como si algo la invitará a entrar. Cómo si la llamara.
Quizás era eso que había visto el día anterior allí pero no tenía tiempo de buscar eso, debía buscar a Sam para que se fueran de allí.
Encontró a su primo rápidamente, el ya había ido a buscarla también y claramente había peleado ya que tenía sangre en su ropa.
- Ven, tenemos que salir de aquí. Dalan está muerto- le dijo Sabrina mientras caminaba en dirección a la cocina, podían salir por la puerta que había allí hacia los establos.
- Eso era algo obvio, no sabía ni levantar un cuchillo- dijo su primo, estaba molesto y ella lo comprendía. Todo había empezado a salir mal y tenía el presentimiento de que iría a peor.
Ella asintió mientras seguían caminando, al acercarse a la cocina escucharon gritos lo que la hizo poner los ojos en blanco y molestarse más. Era horrible saber que los soldados estaban haciendo sufrir a gente que nada tenía que ver con los asuntos del Lord o al menos la mayoría no debía tener ni idea.
Entro y junto a Sam mataron uno a uno a los soldados que agredían a las cocineras. Ella mato a cada que acercaba a ella con una furia que podria devorar mundos. A uno en especial que estaba tocando a una joven le dió al menos treinta puñaladas, una tras otra.
Al terminar con ellos salieron afuera, hacia los establos. Tomaron dos caballos y no dudaron en irse, a pesar de que los soldados seguían agrediendo a mucha gente.
❄️ ❄️ ❄️
Dos días.
Dos días tardaron en llegar a Dirnalia.
Dos días pueden ser una eternidad.
Dos días pueden ser una vida.
Dos días pueden costar una vida.
O dos.
Sabrina lo supo en el momento en que vio el humo a lo lejos.
Y está vez venía exactamente de la dirección en la que tanto temia.
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Nieve y Tormenta
FantasyLas malas decisiones son comunes cuando vives en un mundo lleno de sombras y secretos que más que perderte podrían ahogarte. Porque la oscuridad, aunque te esconde, puede ser sofocante y nadie puede vivir por siempre en ella. Los secretos, aunque...