- Aquí están las joyas familiares- le dijo el Lord al entrar al lugar. Habían muchas joyas allí, todas hermosas y relucientes.
- ¿Estás consiente de que soy una asesina y una ladrona?- pregunto ella entre una risa mientras observaba todo.
- Si, pero te pago así que no vas a hacer nada.
Asintió.
- Puede que tengas razón- dijo y camino hacia una de las joyas que no era un collar, ni un anillo, ni una tiara. Era solo un gran rubí- Joder, ¿Cuánto cuesta esto? Debe ser una fortuna, nunca ví un rubí de este tamaño.
- Es..algo especial.
- De eso estoy segura, lo que me preguntó es porque lo tienes tu ¿No debería tenerlo el rey?- cuestionó. Los rubís eran de las joyas poco comunes y la mayoría las tenían los monarcas, era extraño que el rey no tuviera ese que era de gran tamaño.
- Es una reliquia familiar, según me contó mi madre se la dió un dragón a mi familia hace...varios siglos.
Sabrina se rió, era un poco loco pero no imposible. No si de verdad había sido hace siglos ya que los dragones habían desaparecido por completo hace dos siglos, como su se los hubiese tragado la tierra.
- Bueno, que bueno que el rey no lo tiene.
- ¿Por qué?
- Es una joya menos para su asqueroso tesoro.
Dalan alzo las cejas.
- ¿Algún resentimiento especial contra el rey, Ferranger?
- No.
- Me pareció que era así por tu tono.
Está vez fue ella quien alzo las cejas.
- Bueno, ¿Que pasa si es así? ¿Que no estás en contra del rey también?
Dalan rió.
- Si, así es.
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Nieve y Tormenta
FantasyLas malas decisiones son comunes cuando vives en un mundo lleno de sombras y secretos que más que perderte podrían ahogarte. Porque la oscuridad, aunque te esconde, puede ser sofocante y nadie puede vivir por siempre en ella. Los secretos, aunque...