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Narrador omnisciente.









8 años después...

¡Lee felix!—grito nayeon.

—Que quieres.—respondió el Rubio.

—¿donde has estado?,tu mamá no deja de preguntar por ti,idiota al menos disimula.—se quejó nayeon.

—Estaba en la costa,mirando el mar.—respondió seco y dirigiéndose a su habitación.

—Felix,han pasado ocho años.—su voz sonó más calmada.

—¿Y?—desvio la mirada de la castaña.

—No te hagas ahora,se que estas esperando que venga.—se cruzó de hombros.—tal vez deberías...

—No!—grito de la nada.—es decir,no estoy esperando a nadie.

—Claro.—dijo burlona.—al menos disimula,tu madre no deja de preguntar por eso.

—Ya te dije que no espero a nadie,¿a quien esperaría?—su voz sonó algo molesta y se dirigió a su habitación azotando la puerta.

—Dios mío.—susurro la castaña.

Felix había tomado rencor hacia su primer amor,sin embargo no había dejado de esperarlo,aun usaba ese collar que le regalo y conservaba cosas en una cajita,cosas que le recordaban a el,no las tiraría por nada del mundo,pero Felix no esperaba volver a verlo,mucho menos quería hacer lo.

Sentía que volvería a caer en la depresión,un lugar donde le costó salir casi 3 años,decidió dejar de preocuparse por eso,ya que comenzó a sobre pensar los sentimientos de hwang,llegando a la conclusión de que sólo le mintió,nayeon intentaba que no pensara negativo de aquel chico pero era imposible.

Felix estaba tan cegado.

Solo hyunjin lo podía liberar.

Al estar encerrado en su habitación se asomo por la ventana,viendo la escena en su mente,de hyunjin llegando a verlo.

Las lágrimas comenzaron a caer pero Felix las limpio rápidamente.

—Que patético.—se dijo a si mismo.

Se acercó a un cajón de la mesita de noche y sacó una caja de cigarros,agarro uno y lo prendió con un encendedor.

Metió aquella droga a su boca y la inhalo profundamente,dejó salir en humo por la nariz y el resto por la boca,las lágrimas salieron nuevamente por si solas pero ahora se dejó llevar por eso.

Comenzó a llorar a mares,recordando a hyunjin.

Hay cosas que a veces no puedes ocultar.

Por más que lo intentes.

Saldrán.

¿Crees que eres fuerte?

Eres patético.

—Callate!!—se golpeo la cabeza y tiro aquel cigarro por la ventana.

—¡¿Felix?!—grito nayeon afuera de la habitación.

—¿que pasa?—suspiro y dijo con la voz entre cortada.

—no hagas nada por favor.—nayeon susurro pero audible para el pecoso.

—Perdón por asustarte...—se disculpó en susurro.

—Tranquilo Felix,¿quieres que entre?—nayeon hablo suave.

—S-si.—tartamudeo.

Nayeon abrió la puerta lentamente para no alarmar la mente de felix.

Desde hace mucho felix entraba en pánico por los ruidos fuertes o gritos de las personas.

the pirate is mine. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora