C a p i t u l o 29
"Harry"
Uno, dos, tres.
Cuento mi respiración las veces son necesarias con tal de calmar el nerviosismo que me recorre la columna vertebral.
Uno, dos, tres, cuatro.
Lena sube y baja su mano por mi espalda demostrándome en silencio que está aquí. Su toque, suave como siempre, logra calmar la marea que sube en mi interior.
— No tienes por qué hacerlo aún si no lo quieres, aguardaremos, ellos entenderán — susurra a mi lado, pero niego con la cabeza
Estaba harto de los secretos.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco.
Me inclino sobre el asiento para besar su frente antes de bajar de mi automóvil y caminar en dirección a la Catedral de la ciudad. El reloj que descansa en mi muñeca izquierda me indica que la misa pronto culminará y si deseaba pasar al menos un tanto desapercibido, tendría que apresurarme en encontrar a mis padres.
Mis pasos son lentos, mis pies parecen dudosos al andar.
No llego hasta la entrada principal de la Catedral porque algo en mi interior me detiene, así que no me forzó en hacer un movimiento más y aguardo de manera intranquila a que la ceremonia concluya. Desde mi lugar observo el interior de la Iglesia y no me sorprendo cuando poco después, una figura conocida que se ubicaba sentada en la última banca, se pone de pie cuando voltea y me ve a unos cuantos metros.
Christine sale apresurada pero logrando ser discreta para no llamar la atención de aquellos miembros de la comunidad que escuchan las palabras del Padre John.
— Sabía que vendrías, sabía que estarías arrepentido — son las primeras palabras que la chica pronuncia cuando sale de la Catedral y baja por las escaleras de la entrada — Llevo toda la mañana mirando a todas partes, tratando de encontrarte y al fin estás aquí...
— No vengo por ti, Christine — la interrumpo con seriedad, siendo testigo de la manera en que su sonrisa se desvanece
— Harry...
— ¿Realmente crees que estoy aquí por ti después de lo de anoche?
Mi pregunta me remonta a la noche anterior en mi departamento, cuando Christine se enteró de la verdad y creó un desastre amenazándonos a ambos, señalando a Lena por su pasado y asegurándome de que se encargaría de dañar mi imagen ante los demás.
— ¿A dónde vas? — pregunto a Christine, cogiéndola del brazo cuando veo su determinación por ir directamente a donde se encuentra mi carro estacionado. Parecía que había encontrado su objetivo
— Tengo que ir a hacer algo...
— ¿Qué cosa? ¿Ir a molestarla una vez más? ¿No te bastó con las palabras terribles que le dijiste ayer?
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ILLICIT AFFAIRS | H.S.
FanfictionMantenerlo en secreto parecía lo mejor para ambos, de esta manera, ninguno de los dos se involucraba demasiado y por ende, ningún corazón saldría herido. Los dos sabían que tenían que guardar bajo llave su pecado, pues cumplir la penitencia de éste...