C A P I T U L O 20

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C a p i t u l o 20

"Lena"

Unas suaves caricias en mi espalda desnuda provocan que mi piel se erice y aquella sensación, es suficiente para que, lentamente, mis ojos comiencen a abrirse

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Unas suaves caricias en mi espalda desnuda provocan que mi piel se erice y aquella sensación, es suficiente para que, lentamente, mis ojos comiencen a abrirse. Mi cuerpo se acurruca sobre las sábanas blancas y una sonrisa boba se pinta en mi rostro cuando logró enfocar la cara de Harry.

— Lo siento, te he despertado — murmura con voz ronca, señal de que también tiene poco despierto

— Está bien — aseguro — Si mi recompensa es escucharte hablar así, todo está bien

— ¿Qué tiene mi voz?

— Es sexy, me gusta — confieso, generándole una sonrisa

— Tú me gustas todo el tiempo

— Tu a mí solo por las mañanas ¡ah! y cuando vistes de negro

— ¿Solo en esos momentos? — hace un débil puchero

— Seguramente ya he alzado tu ego con solo decirte que me gusta tu voz, te conozco, así que no necesito llenarte de más características tuyas que me atraen porque seguramente estarás de insoportable

— ¡Oye! — se queja entre risas

— Eres un arrogante y lo sabes — sonrío

Me pongo de pie cogiendo la camisa que Harry usó anoche y que le quité en cuanto entramos a su habitación. Me enfundo en ella disfrutando del aroma de su perfume y camino hasta el baño para poder lavar mis dientes.

Tan solo un minuto después, el chico se avecina usando unos simples calzoncillos negros. Coge su cepillo de dientes y se posiciona detrás de mí para lavar también su dentadura, cuando terminamos, ambos enjuagamos nuestra boca pero nos quedamos en la misma posición inicial.

A través del espejo, puedo ver la manera en que me observa y sabiendo perfectamente que tengo mi mirada puesta en su reflejo, lo veo pegarse a mi espalda; su mano se coloca en mi cintura, la acaricia con lentitud y luego, con suavidad, viaja hasta mi muslo desnudo, dejando pequeños círculos con las huellas de sus dedos hasta que se cuela por debajo de su camisa y toca aquella zona que ahora se encuentra húmeda gracias a sus caricias.

Sus labios dejan besos húmedos sobre mi cuello y en un abrir y cerrar de ojos, estoy repitiendo su nombre en pequeños susurros mientras Harry se encuentra de rodillas entre mis piernas y presionando con dureza mi piel para que así, esté a su completa merced.

Este tipo de mañanas, sin duda eran mis favoritas.

Minutos después, con la respiración agitada y las piernas temblorosas, lo veo ponerse de pie con la mayor tranquilidad de este mundo, peina mi cabello cuando llega a mi altura y me regala una sonrisa divertida que me deja sin palabras.

ILLICIT AFFAIRS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora