12. Nuevo festejo

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1 año después, L.A

–¡Feliz cumpleaños Tilly!

Gritaron todos con emoción, mientras las serpentinas volaban, entre sonrisas y aplausos. La niña sopló las velas de aquel pastel emocionada.

–¿Pediste tu deseo? –pregunto Quackity inclinándose a la niña, quien asintió feliz.

–Si, pedí.

–No, no, no. Es de mala suerte decir lo que deseaste, ahora la mejor parte es comer el pastel.

Samuel suspiró al ver animado a aquel chico, quien partía el pastel con ayuda de Ana.

–¿En serio dejaste que el chico montara toda la fiesta?

Arin asintió continuando sacando fotos.

–A Quackity le hacía mucha ilusión, es el primer cumpleaños que pasa con nosotros. Y quería que fuera perfecto.

–Bueno, si que fue algo lindo su detalle, pero tenía que volverlo su fiesta personal.

Y no bromeaba, ya que la temática de la fiesta era de Manía, incluso el pastel se encontraba en diferentes pisos, el primero de ellos de abajo se encontraban Foolish y Tina, cada uno haciendo algo que les caracterizaba, el siguien era de los hermanos osos y el último se encontraba el pato y la cabra en aquel avión.

–Tilin estaba muy feliz –se defendió, tomando una foto más del chico y como jugaba con los niños y su hija.

Había pasado algún tiempo desde la llegada de Quackity a su vida y el mundo que conocían. Pero conforme el chico pasaba tiempo aprendía cómo manejar aquella tranquila vida, donde quiera que fuera el menor destacaba como si tuviera un brillo propio atrayendo la atención de todos. Y ahora mismo no era excepción, ya que los niños lo rodeaban.

La fiesta continuó con normalidad recibiendo un mensaje de la próxima junta para el día de mañana, pero de eso se preocupa después, ahora mismo la prioridad era su familia. Gracias al chico la relación con su hija había mejorado, poniendo en primer lugar a su pequeña antes que al trabajo, claro que siendo responsable, sin lugar a dudas nada podría salir mal.

–Comeremos pasteles por varias semanas –bromeó el chico ayudando a Ana a guardar aquella comida en el refrigerador.

–Por supuesto que no, no dejaré que mi niña y tu se coman todo esto, se lo estaré regalando.

–Eh, no seas cruel anita.

–Nana.

Gritó Tilín desde arriba.

–Ahora vuelvo creo que es problemas de señoritas.

El menor le sonrió extendiendo sus manos en señal de que prosiguiera, quedándose solo y continuar guardando aquello, mientras se detuvo observando las figuras que había tenido dicho pastel, sonriendo con nostalgia.

–Chicos... –susurro esperando que estuvieran bien.

Pero simplemente negó para intentar seguir metiendo dicho pastel en los recipientes, sin embargo comenzó a sentirse mareado, como todo su mundo tembló, junto a un dolor punzante que provocó que terminara por caer al suelo y soltar aquel recipiente de cristal el cual se quebró.

–Quackity.

Escucho la voz de Arin acercándose, como sentir cómo lo tomaba llamando, pero no pudo contestarle ya que se sentía tan cansado terminando por caer inconsciente.

–Todo se encuentra en orden o bueno, lo que se considera en orden.

Comentó Samuel terminando de revisar dichos estudios del chico, mientras miraba a su amigo, quien lucía serio. Quackity se mantuvo en silencio confundido, recordando cómo había despertado de nuevo en el hospital.

Life's a game (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora