25. Salvarlo

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-Quackity, Quackity despierta.

Comenzó a recobrar la conciencia, recordando aquello último que había sucedido.

-Maxo -se detuvo al notar que se encontraba prisionero con sus extremidades estiradas, mientras en frente suyo estaba Roier y aquel chico que era su hermano, este último le miraba mal- Roier... ¿estás bien? ¿Cómo? ¿Qué fue lo que pasó?

Este le sonrió melancólico.

-No lo sabemos, simplemente de un momento a otro la ciudad comenzó a ser invadida por esos robots.

-Se lo advertí a Jonhs, todo es culpa de ese maldito pato.

-Hermano...

-No roier -miró fijamente al contrario- Si mi padre no te hubiera creado, si tu nunca hubieras existido el seguiria vivo y nada de esto estaría sucediendo.

Quackity frunció su ceño.

-Roier, ¿quién es este antipático?

-Es mi hermano... -suspiro- Mi papá se basó en él para crearte.

El pato simplemente se quedó sorprendido, no pensaba que aquel hombre idéntico a él fuera la razón de porqué estaba aquí.

-Wow...

-¿Solo dirás wow? Deberias sacarnos de este estúpido sitio, pato de mierda.

-Aunque quisiera salir, estoy más atorado que ustedes. Además estaba preocupado por Roier.

-Entonces caíste una trampa sin dudarlo -se burló Canard– valiente héroe de mierda que eres.

–Alexis por favor, seguir insultando a Quackity no nos ayudará a salir de aquí.

–Pero tiene razón, he cometido cagadas pero creo que esta vez será el fin, no sé bien qué sucedió Maxo me advirtió que no debía haber venido, lucía asustado.

–Eso es porque otra versión tuya estaba aquí –comentó Roier, llamando la atención de este.

–¿Otra... versión?

Este asintió, mirando a su hermano.

–Por favor Alexis, tú también sabes que el Quackity que creo papá no...

–No Roier, yo sé lo que vi.

–Pero ese chico que nos metió aquí...

–No, es todo culpa de él.

–Oigan lamento interrumpir su confusa y emotiva pelea, pero no entiendo ¿porqué me continúan culpando de todo? Roier me explicó una parte, ¿pero qué hice yo? Jamás le he hecho daño a nadie y mucho menos asesinado a alguien, está contra mi código.

Alexis soltó una risa.

–Tu código dices, esa noche cuando papá estaba trabajando yo lo ví, eras tú al lado de papá. Mientras me miraba con esa asquerosa sonrisa y me llamabas por mi nombre, preguntándome si quería jugar. No sabía lo que estaba sucediendo, papá tan solo me miró gritándome que huyera de ahí. No pude hacer otra cosa más que correr lejos, encontraron su cuerpo después de eso, pero nunca olvidaré esa risa. Es la misma que ahora.

–Alexis –susurro Roier.

En cambio el híbrido de pato lo miro serio.

–Lamento escuchar eso...

–No lo digas, no quiero tu...

–Se que no, pero debes entender que yo no soy esa persona que se llevó a tu padre. Toda mi vida, viví en mi mundo, pero se lo que se siente –el recuerdo de aquella fatídica noche apareció, como la risa de Maxo y la muerte de su hermano– Perder a un ser querido, yo perdí a dos de ellos.

Life's a game (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora