Life's a game (1)

23. Diferente actitud

–Muy bien este es el plan. Tubbo, estarás con Missa, Bagi y Cellbit, los presentare con sus versiones de este mundo. Mientras que Spreen, Rubius, Lusu y yo iremos a recorrer la ciudad en busca de robots o alguna pista que nos pueda decir donde está Maxo.

–¿En serio tenemos que trabajar con ellos? –se quejó Rubius.

–¿Tienes una mejor idea? Es momento de dejar nuestras diferencias y trabajar en equipo. Además Lusu y yo lo hablamos y esa es la mejor opción que tenemos.

–Un minuto, me estas diciendo que vos y ese lunático aceptaron trabajar juntos.

–No es la primera vez que sucedería Spreen –comentó Tubbo– Ya en el pasado hemos tenido la oportunidad de trabajar juntos.

–Ustedes, pero nosotros no. ¿Estás seguro de que podemos confiar en él, Quackity?

–Se que no están convencidos de esto, pero muchas personas pueden salir lastimadas. Conocemos a Maxo y si nuestra teoría es cierta, y exista alguien que ande controlando a Maxo, ese alguien es peligroso.

–Además –interrumpió el castaño– Como dije tenemos un tiempo contado, nosotros tenemos mucho más, pero Quackity no. Aún no sabemos cuánto tiempo ganó, pero no podemos confiarnos en dejar que las cosas fluyan por sí solas. Si no quieren trabajar conmigo lo respeto, ¿pero acaso no vinieron para salvarlo?

Ambos lacis se quedaron en silencio, frunciendo su ceño.

–De acuerdo, pero cualquier movimiento raro que note haré que te arrepientas –le amenazó Spreen.

–Bien, supongo que las relaciones diplomáticas terminaron. Es tiempo de iniciar el plan –comentó animado el pelinegro a sus amigos.

Tal y como se comentó ambos hermanos, junto a Missa y Tubbo se encontraba trabajando con la versión de dichos hermanos, claro que los agentes les sorprendió conocer a aquellas versiones suyas, pero después de que Quackity junto con Luzu terminaron de explicar lo sucedido, sabían que no podían simplemente negarse. Mientras tanto los hermanos Lacis recorrían la ciudad, mientras que el chico se encontraba con el castaño en aquel avión.

–Sabes, creí que habías olvidado cómo pilotar.

El menor rió.

–Algunas cosas nunca se olvidan.

–¿Y porqué si sabes hacerlo dejas que Oti lo haga?

–Es más divertido estar en primera fila que ser un apoyo, además es más seguro para mis amigos también que yo vaya primero para tantear terreno.

–Entonces solo quieres a Oti como tu ayudante.

–No, él será un gran héroe cuando sea su tiempo. Pero es joven, puede cometer muchos errores y está aprendiendo, quiero que sea la mejor versión de él mismo, mucho mejor que yo. Por eso, si es necesario que se mantenga siendo un apoyo mientras encuentra su camino lo será y sin cometer mis errores.

–Y yo pensaba que eras solo un idiota, pero no complicado.

–¿Debería ofenderme?

–Tomalo como quieras, solo digo que me agrada más cuando no finges ser el héroe de todos.

–No soy tu héroe, tal vez por eso no estoy haciéndolo. –se quedó pensativo mirando a aquel tigre– ¿Y qué hay de ti?

–¿De mi?

–Ya sabes, la verdad nos sorprendió a todos que decidieras volver con ellos, digo después de lo que pasó...

Luzu se quedó en silencio mirando al frente.