13. Cuenta regresiva

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–¿Estás seguro que es lo correcto?

Un fuerte suspiro se escuchó, como la risa de un pequeño.

–Entiendo tus dudas Roier, pero...

–Ha pasado un año y aun no sabemos nada, ¿en serio crees que solo hablarlo hará que ellos se calmen Staxx?

–Creme que si pudiéramos hacer más.

–Si pudiéramos hacer más no estaríamos teniendo esta conversación ahora y mucho menos, estaríamos viajando para hablar con los amigos de nuestro hermano.

–Por eso necesito que actúes como el pilar que eres, todo depende de nosotros. Si ven que dudamos aunque sea un poco.

Roier suspiro asintiendo.

–Dadan parece que está devastado –comentó el castaño, acariciando el cabello de su sobrino, quien le sonrió.

–Si... aunque madre no lo parezca, también le está afectando la desaparición de Quackity, así como a ti.

–Yo solo no quiero a otro de nosotros de nuevo...

–No, ya te dije es Quackity, puede que esté metido en algo, pero que esté muerto lo dudo, solo confía en madre, ¿puedes?

El menor asintió, llegando a aquel pueblo pequeño, donde los habitantes esperaban lucirse sorprendidos por la visita de aquellos dos pilares del rey, en cambio el grupo de héroes se mantienen ansiosos, a excepción de Spreen, quien lucía molesto.

–Sean bienvenidos pilares –hablo un anciano– es un honor tenerlos como siempre.

–El honor es nuestro, aunque nos gustaría venir de visita, hemos venido a hablar con sus héroes.

Tanto Roier como Staxx miraron al grupo, Spreen frunció sus labios siendo golpeado por su hermano.

–Spreen cambia esa cara.

–¿Y qué quieres boludo? No podría tener otra cara sabiendo que les vale un chorizo que Quackity no esté aquí.

–Creo que tenemos mucho de qué hablar –comentó Staxx– así que vamos a un lugar más tranquilo.

Unos minutos después todos se encontraban reunidos en la casa de los hermanos.

–Su abuelo les manda saludos –intento iniciar aquella conversación Staxx, mirando a ambos hermanos– El comandante Lacis está preocupado por...

–Al grano Asing.

–¡Spreen! –le regaño Tina– lamento mucho su comportamiento, todos hemos estado algo nerviosos con lo sucedido, ¿quieren algo de tomar?

–Estamos bien, no queremos molestar –comentó Roier sonriendo levemente, captando la atención del oso pelinegro.

–Roier, tú tampoco estás de acuerdo en todo esto ¿cierto?

Este miró a aquel oso sorprendido.

–Madre cree...

–Tu no eres como los estirados de los pilares, Quackity lo sabía por eso siempre estaba contigo, así como yo.

Roier suspiro al escuchar las palabras de aquel chico.

–Spreen, entiendo que te sientas molesto.

–No soy el único, ¿o acaso vez a Tubbo por algún lado? Se la ha pasado encerrado en su laboratorio esperando noticias y creando un portal para buscar a Quackity.

–Eso es ilegal –hablo Staxx serio– Ni siquiera tienen idea si Quackity...

–Así como ustedes –afirmó encarando los, Rubius suspiro negando ante la actitud de su hermano– Hemos sido pacientes, hemos esperado aquí como se nos pidió ¿y qué hemos recibido? Tan solo un estamos trabajando, necesitamos que sean pacientes. Y aunque nadie parece querer decirlo, todos ya están notando su ausencia. Y temen las consecuencias de un posible próximo ataque.

Life's a game (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora