Mi Pobre Amor [PeruxBoliviaxChile]

capitulo 13

Por mi cabeza no deja de pasar ese secreto que aún no le dije a Chile, ¿puedo contar con él? Digo, ya entramos en confianza... adora a Jario, le gusta ayudarme, se toma el tiempo de salir a pasear con nosotros, quiero pensar que no intenta conquistarme de algún modo pero a la vez creo que solo le agradamos, no lo sé, tengo muchas dudas al igual que el señor Perú, otra persona que se toma el tiempo de visitarnos y cocinar, ¿tanta pena damos? Oh, ta' la mierd@, capas es eso.

– Y me dijo: "no volverás a pisar mi restaurante" y se fue

– Chile, mañana es el último día de tu castigo, ya no te acuerdes de eso. Es que siendo sincero... nos metiste en un lío, pero yo te perdono por que estabas borracho, yo hice cosas peores estando borracho ajaja –como tener a Jario por ejemplo–

–suspire– Hay mejores restaurantes ¿no quieres trabajar en otro? De seguro no aguantas ese ambiente

– Hey, claro que no, las personas ahí son agradables, excluyendo al jefe, pero el jefe es tolerable. Aparte recibo una paga medianamente buena, me gusta el área de trabajo también.

– Si, seguro...

– Mm... Chile, ¿alguna vez una amistad te ha traicionado? –di vueltas el lápiz con ambas manos pensando en que si realmente se lo diré– o te han ocultado algo

– ¿como? ¿Por?

– Solo pregunto

– Mmm... creo que uno, hablando mal de mi a mis espaldas. Y ocultado, me ocultaron cosas sobre mi ex que no sabía, a ese tipo nunca más lo volví a hablar

– Uy, vaya, esos sí que no eran amigos. –nos quedamos un momento en silencio e incluso hice ruido con el lápiz para romper esa tensión–

– ¿y que fue lo peor que hiciste estando borracho? ¿Robaste un banco? Jaja

– Oh, a ver... ja, recuerdo que me entre a la casa de un vecino y lo mejor fue que me dejaron dormir, luego al día siguiente se lo contaron a mi madre, ay

– ¡Jaja! No sabía que tomabas a ese tope

– Seh... deje de tomar hace 3 años

– eso no fue cuando tus padres... ya sabes

– Si, si fue. Ya no tenía el lujo de salir a fiestas, de hecho...

No quiero que Chile lo sepa, no tiene por qué, estamos mejor así, ¿verdad?

– ¿de hecho?

– ... ¡de hecho! Deberíamos  salir –sonreí animado y le señale con el lápiz– escuche que hay una fiesta este sábadooo

– Mm- –se me paro la respiración– ¿qué? Jaja, la fiesta de ese sábado no incluye niños

– ¿Quién dijo que llevaremos a Jario? –le guiñe el ojo–

–eso despertó mi interés para salir este sabado– ¿por que tan animado de repente?

– Hermano me hiciste recordar que estoy sin salir hace 3 años ¿no merito ya divertirme?

–me reí y negué con mi cabeza, me fije la hora y me levante de la mesa– Bien, bien, ponte coqueto para este sábado 

– Dale –me levante también y me despedí de él, ya se tenia que ir a trabajar–

Me puse ansioso estos dos días, ya quería salir, o, ¿quiero salir con Chile? Ah, basta, no confundamos las cosas. Tan ansioso que trabaje demasiado rápido esos dos días, atendí a tantas personas sin darme cuenta, pero alguien si se dio cuenta.

– ¿Olvidaste la caldera prendida en casa o que?

– No, no –doble mi uniforme y lo puse en el casillero, tome mis cosas y cerré con llave el casillero para ya irme– Hasta mañana señor Perú –levante mi mano como despedida y salí a paso rápido–

Perseguí a Bolivia por la puerta de atrás pero este ya había subido a un auto y se fue; y no era un taxi. El día sábado fue lo mismo, vi un joven queriendo terminar sus labores de una vez, no entendía por qué, quise preguntarle pero se puso a trabajar mucho, incluso hacía cosas que nadie le dijo que haga. Por fin cuando terminó el día lo espere afuera con el auto para llevarlo a su casa.

– ¿harás algo este fin de semana?

–me puse el cinturón y suspire cansado– Si, de hecho voy a salir hoy

– ¿se puede saber donde?

–lo mire levantando una ceja– ¿por que tendría que decirte? ¿Acaso eres mi parej- ¡Ah!

–frene de golpe en el semaforo para que no termine esa frase– Como si tu vida fuera interesante como para no contarme a donde vas

– Ahs, ¡voy a salir a una fiesta! –me cruce de brazos y mire molesto–

– Con razón trabajando tanto, ja

– Siiii, ¿qué más quieres que te cuente? ¿Que saldré con Chile? Ah- –me tape rápido la boca con ambas manos y abrí mis ojos como plato ¡Se me salió!–

–Lo mire por unos largos segundos incómodos para él y luego mire al frente ya que estaba manejando– ¿que pasa? ¿Te comió la lengua el gato?

– No, olvídalo –mire al frente y me acomode el cabello de un lado–

– ¿por que crees que me interesa si sales con él o no?

– Es que parece que lo odias y no quieres que me junte con él

– ¿Vas a salir a tomar con un tipo que va a terminar en tu casa de nuevo con el auto mal estacionado? Waoh, te creí más inteligente

– No dejaré que tome tanto

– Si, por que tú? No sabrías ni como encender un auto si se emborracha tu chófer

– jaja, no le digas así

–Estacione en la puerta de su casa y lo mire– Bueno, entonces cuídate bien, y espero que tu amigo te proteja antes de ponerse ebrio

– Tranquilo –le sonreí y baje del auto rodeándolo y llegando a su ventana– Tu también sal a divertirte este fine de semana, lo necesitas

– Yo no necesito fiestas para divertirme

– Ooh, va a disculpar señor de 70 años, entonces salga a tomar el té, eso es más divertido ¿no? jaja –me separe y me despedí entrando a casa–

–mire que entro y avance, tengo un miedo por parte de mi alfa, me rasque la frente y me di un leve golpe, ya, que no te preocupe– Definitivamente debo salir

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