capitulo 32

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El brazo de Chile rodeaba mi cuerpo mientras dormía, estaba despierto desde hace media hora con la mirada fija en el cielo viendo como el sol salía de a poco. El cuerpo pesado de Chile y su aroma poco a poco empezó a incomodarme, mi consciencia me remordia por lo que hice y no sabia como solucionarlo. Me levante lento y con cuidado para que no se despierte, lo mire por unos segundos y luego salí de la habitación.

Preparé un desayuno simple pero hasta hacer eso me salio mal a la primera hora del día, el café rebasó la tetera y el pan en la tostadora se quemó, así que lo hice de nuevo.

Tan concentrado que estaba en mis pensamientos unos brazos me rodearon los hombros y una voz gruesa de recién levantado me dijo "buenos días" seguido de un beso en mi cabeza.

– ¿que huele a quemado?

– En ves de poner dos minutos se paso a cuatro, el marcador se arruino hace mucho. Pero aquí hay para que comas –le di en un plato el pan con mantequilla y jamón, luego serví el café para ambos– ¿dormiste bien? La cama era algo pequeña

– No tranquilo, dormí bien, solo que sacar a Jario de en medio de nosotros fue un desafío

Ah, si, ayer llevamos la tele de la sala a mi habitación para ver películas mucho más cómodos, como se esperaba nos dormimos los tres en la misma cama.

– Ja, una vez se duerme es imposible que lo levantes con todo el ruido del mundo –tome un sorbo a mi café y suspire–

– también fue el último en dormir, cuando me desperté a media noche seguía viendo televisión

– Ah, ese niño...

– Igualito al que tengo aquí al frente –le sonreí y comí de mi tostada– ¿Quieres salir después del trabajo?

– Mmm... si, bueno, mejor yo te aviso para coordinar mejor.

Después de desayunar Chile dijo que se quería bañar y dejé que use el baño, mientras recogí lo del desayuno el cual me tomó mucho tiempo Chile bajo ya cambiado, se despidió de mi con un beso en los labios el cual no pude corresponder muy bien del todo, y cuando subí a mi habitación Chile lo había ordenado un poco, estaba lleno de comida y utensilios ya que comimos en la cama, incluso al entrar al baño lo dejo limpio. Suspire y fui a mi cama, me tire y oculte mi rostro.

¿Por qué no se lo dije? ¿Por qué lo engañe? ¿Por qué me engañe a mí mismo? Si sentía algo por él pero poco a poco esa sensación se iba cada vez que pasaba más tiempo con Perú, debí poner en alto desde un principio todo lo que estaba haciendo con él, y lo de el anterior día... debí irme y no dejar que se confiese, pero... ya lo hice. Ahora tengo que ver como sacar la pata.

–vi por la ventana a los niños grandes irse al colegio con sus mochilas y libros en mano, corrí donde mi madre y vi que estaba limpiando– Maaa, quiero ir a la escuela

– ¿Mm? –deje de limpiar el estante para mirar a Jario– Pero te falta un año más para ir a la guardería

– Oh... pero yo quiero ir, así como mis amigos

– Tus amigos son mayores, y los niños grandes recién van a la escuela. Además en la escuela se va a aprender, leer y escribir, ¿Sabes hacer eso?

– Humm ¡si! Ya se escribir mi nombre, mira –corrí hacia la habitación para sacar mi cuaderno de dibujos y un lápiz, volví donde mi madre y empece a escribir. Algo lento y temblando pero logré escribir– Listo

–quede fascinado por que si escribió su nombre correctamente– A ver escribe el mio –mientras hacía eso yo volví a limpiar–

En la tarde saqué una caja que tenia en la cocina y saque un poco de dinero de mi billetera, guarde unos cuantos pesos y lo guarde, empecé a sacar cálculos de cuanto tenia ahorrado. Un año más y tendré suficiente para todo lo que me pida Jario al ingresar a la guardería, y después al colegio, yo también quiero que pronto pise la escuela para que no este tan solo en la casa.

Mi Pobre Amor [PeruxBoliviaxChile]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora