capitulo 11

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Estaba enseñando a Jario el abecedario, tenía su libro lleno de dibujos y rallones con marcador, es mejor a que vea todo el día televisión. Era como las 10 de la noche, un día feriado, estábamos tranquilos en el piso de la sala llenando sus libros escolares, me levante por que me dio hambre y al llegar a la cocina prepare unos sandwichs de mantequilla y mermelada, le di uno a Jario y seguimos con el avance.

No paso mucho y se fue a dormir temprano, lo arrope y salí de su habitación apagando la luz, yo me fui a la sala y me puse por fin a ver mi serie, abrí unas latas de gaseosa y comí con galletas para mi gloriosa hora de cine en casa.

Ahora quien cayó dormido fui yo después de 4 horas de ver mi k-drama, sí, les recomiendo ver "El príncipe del café" van a chillar como locas. Mientras tenía mi quinto sueño abrazando un cojín y con la cabeza en el posa brazos del sillón escuche poco a poco golpes, y sabía que no provenían de la tele, me levante al escuchar más fuerte los golpes y me levante extrañado, me rasque la cabeza y quien podría ser a las dos de la madrugada? Oh, no.

Agarre un sartén de la cocina, me daría lastima llenar de sangre este nuevo sartén que me acababan de regalar, fui hacia la puerta y con cautela abrí la puerta en tres, dos, uno... ¡ya!

- ¿Boli...?

Falsa alarma.

- ¡Chile! ¿Qué te pasa? ¿Que haces a esta hora aquí? -baje el sartén al suelo y me acerque a él, cuando en eso el cuerpo del mayor se acercó a mí tanto que apoyo su cabeza en mi hombro y sus brazos rodearon mi espalda, desprendía un aroma fuerte- Chile, Dios, ¿cuanto haz bebido? Hueles a 5 botellas de puro Fernet -achuñe mi naricita y lo mire, tome de sus hombros y lo quería separar pero el mayor era más que pesado- Vamos al sillón, ayúdame -este se levantó apenas, me pregunto como es que condujo hasta aquí, mire su auto y estaba mal estacionado en plena calle- Oh, mierda -lleve a Chile hacia el sillón y este se recostó pero como me tenía abrazado me hizo caer encima de él y terminamos abrazados-

- Maldita perra

- ¡hey! ¡¿A quien le dices así?! -levante mi cabeza enojado y lo mire-

- A esa perra de allá -cerré mis ojos fuerte y me empezó a doler la cabeza, veía todo mareado, no se ni con quien estoy hablando- era que la mande a la...

-puse mis manos en su pecho y de un empujón logré sacarme de sus brazos, Chile empezó a balbucear y yo me rasque la cabeza con ambas manos sin saber que hacer, fui afuera y vi a los autos rodear el auto de Chile- ¡¿como llego hasta aquí?! Ahh... -saque mi celular y necesitaba ayuda, yo no se manejar auto en lo absoluto, no tenia más que 15 contactos, 10 eran contactos del trabajo, 3 de amigos con quienes apenas hablo y los últimos 2 de Chile y Perú. Entre al contacto de Perú y se había conectado hace una hora y media, debe estar despierto- No, ¿qué hago? Me matara si lo llamo a esta hora, ah...

Se escucharon ya dos autos tocando la bocina para que se mueva el auto, sin duda tenía que venir alguien mayor a arreglar este lío así que no dude en llamar a la única persona.

- < ¡Señor Perú! b-buenas noches ¿esta despierto?>

- No, es mi gemelo quien contesto la llamada

Abrí mis ojos apenas y me rasque en medio de mis cejas frustrado, me levante lento de la cama y escucha con atención la angustia de Bolivia, lo metieron en graves problemas al parecer. Tome una chamarra y las llaves saliendo de casa

- ¿no podías llamar a la policía?

- <No quería meter en problemas a mi amigo, aparte, ¡no tengo el número de la policia>

- No se como sigues vivo. Ya estoy yendo -colgué y encendí el auto, lo saque del garaje y conduje hacia su casa-

- Chile ¿en donde dejaste tus llaves? -empecé a meter mis manos en los bolsillos de su pantalón y chamarra-

- Ey~ ¿donde metes esas manitos? -lo mire y baje mis párpados-

- Te las voy a meter por el cul+ si no me dices donde esta la llave del auto -no encontré nada y me levante pero Chile me tomó de la muñeca y se levantó-

- Esta aquí... -empecé a caminar-

- Ey, tú, recuestate de una vez, no puedes salir así a la calle -lo jale para que vuelva al sillón-

- ¡voy a llamar a la policía si no sacan este auto de una vez! -se escucho ese grito desde la calle-

- ¡Ah! -sali corriendo de la casa y fui hacia el señor- ¡no por favor! Enseguida lo sacaremos, denos un minuto más

- ¡De una vez!

-me dio vergüenza salir con mi pijama de dragones y una ramera con una mona china estampada, corrí hacia el auto de Chile este tenía las luces delanteras prendidas, entre adentro y empecé a buscar las benditas llaves-

Talle un poco mi mejilla por que seguía adormilado, al doblar por la calle de Bolivia pude notar el escándalo que se armo a solo tres cuadras, conduje más rápido y estacione detrás de 3 vehículos que no podían pasar la calle, baje de inmediato y camine hacia el problema. Que buen auto rojo, me pregunto de quien será, me acerque y al abrir la puerta encontré a Bolivia buscando las llaves

- ¡las tengo! -dije sacando mi cabeza de los asientos de atrás, vi al señor Perú y me alegre- ¡gracias al cielo que llegaste!

- Dame eso

- Oh, si, perdona -me senté y le di las llaves, lo encendió y estacionó bien el auto, suspiré tan aliviado. Los otros autos pasaron por fin y Perú se disculpo con todos ellos mientras se iban manejando, salimos del carro y Perú estacionó bien su vehículo- Perdóname por llamarte tan tarde ¡en serio! No sabia a quien más llamar -entramos a mi casa y en eso vimos a Chile dormido en el suelo, me acerque a él e intente levantarlo- Chile, Chile, despierta tienes que dormir bien

- Que desastre.


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Mi Pobre Amor [PeruxBoliviaxChile]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora