capitulo 4

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Deje los platos en la mesa asignada para el gerente y su madre, estaba por ir a traer su bebida cuando de repente no sé cómo una garrapata llamada Jario me abrazo de la pierna y me dijo "mamá". Me había confiado de que lo estén cuidando pero creo que se les salió de las manos.

– Creí que acá no se permitía niños –mire al niño y me disgusto su presencia–

–mire al bicolor de rojo y blanco y me rei un poco nervioso– P-por supuesto que no, sacare a este niño de inmediato –cargue al bebé y camine rápido llevándolo  atrás de la cocina dónde solo hay cosas–

– Tengo hambre mamá...

– Te acaban de dar papitas a lo gordo –ví que estaba por llorar si no le daba lo que quería, suspiré un poco preocupado y fui a sacar de donde sea que encuentre. Al terminar un pendiente fui a dar su bebida a la mesa–

–mire de reojo al chico y me intriga que ese niño le haya dicho eso a él, talvez es solo un niño que se perdió— (supongo que tendré que dar una buena charla a este lugar...) Buen provecho madre

Al día siguiente fue feriado, así que tuve tiempo de ir de visita al restaurante, site a todos a que vengan la misma hora de siempre. Primero hablé con el subjefe y me dió los datos del restaurante, el personal que trabajaba en todas las areas y uno de ellos me llamo la atención.

– Veo que tienes empatía con algunas personas.

– Ah, si, bueno, necesitábamos otro camarero y por suerte nos callo él

– mire al joven muy callado así que me acerque a él para preguntar algo– ¿que hiciste con el niño de ayer?

– Ah, se los di a sus padres, los niños son muy de escabullirse en cualquier lado, je

– Si, parece que el recepcionista no hace bien su trabajo –dije mirando de reojo al mencionado–

Mire a los lados y tenia miedo de que alguien mencione que ese niño era mío, pero me alegro saber que en toda la reunión nadie dijo nada, pero sabían que estaba mintiendo y pronto tendría que decir la verdad. Terminada dicha reunion recogí a Jario de la casa para despabilarlo un poco, lo lleve a un parque cerca y ahí me puse a jugar con él.

– ¿Es tu hermanito? –me apoye en el tubo del columpio y mire al chico quien daba la espalda porque estaba empujando leve el columpio donde estaba sentado el niño–

– Hum, sí –mire a quien me hablaba y casi me caigo al ver que era la misma persona que me llevo en su carro esa noche– ¡Ah! ¡¿Que hace acá?!

– Paseo... ¿con mi mascota?

–me calme y creo que ya recordé su nombre– señor...

– Ah, no estoy tan viejo para que me digas señor, solo dime Chile

– Esta bien, Chile, perdón por pensar que eras una persona mala esa vez, era mi instinto de supervivencia en latam 

//XDD//

—— tranquilo, pensaría lo mismo si alguien me hubiera hecho lo mismo. Espera, ¿si llevabas algo para lastimarme?

– ... No, no, ¿como crees? –respondí muy convincente

– Ah, okey, me alegra no ser amigo de un loquillo, ja.

– ¿que te hace pensar que soy tu amigo? Hombre solo nos vimos un solo día

– Es que parece que nos vamos a topar de ahora en adelante. Empecemos de nuevo ¿quieres?

–suspire sin más alternativa– De acuerdo

– Hey –mire al niño que bajo del columpio y nos vio, levante mi mano saludando al menor– hola pequeño ¿es tu hermanito?

– Eh, si, se llama Jario. Saluda al señor Chile Jario –el solo dijo "Oda" y se fue corriendo a otro lado– aun no habla bien. Y... ¿de que trabajas?

– Administrador, de un pequeño establecimiento

– Esa chica que llevaste tiene suerte

– Ah, ella, bueno, no hablemos de ella, después de esa cena pasó de lo peor –di un masaje en mi nuca recordando lo ocurrido hace ya varios meses–

– ¿terminó contigo?

– Ni siquiera eramos nada, estaba por pedirle ser mi novia pero me rechazo en el intento. Creo que solo acepto la salida para comer, que muerta de hambre.

–solté una risa– ahora entiendo por qué pasaste por ese lugar tan tarde

– Si, que día de mierda, quise ir a donde sea después de eso –me cruce de brazos y me apoye mejor en la barandilla–

– Mm.. vendrá alguien mejor, 'tas joven, como de unos... 25? –puse el dedo índice en mi mentón pensando de que edad parecía–

– Uy, cerca

– ¿26? –él asintió y sonreí leve– Ya, ¿y que estas haciendo para olvidar a ese amor fallido?

– Eh, me estoy ahogando en musicas tristes, comiendo el doble de lo que comía, y saliendo a todos lados para distraerme

– El combo perfecto para olvidar a alguien, solo que yo le agrego una llorada cada noche, jajaja

– Ah, eso más. Hey, eh.. ¿Quieres comer algo? Yo si tengo hambre, trae a tu hermanito

– Ah, no, no te preocupes nosotros –fui interrumpido

– Vamos, yo te invito, no tengo nada que hacer

– Si insistes –levante y baje los hombros, fui a buscar a Jairo, cuando volví el joven soltó un silbido fuerte y su mascota llegó de una–

– ¡perrito! –corrí hacia el golden retriever y le acaricie su cabecita, me puse feliz por que me lamio la mejilla y su colita batia feliz–

– Vamos Nala –le puse su collar y salimos del parque– ¿lo quieres llevar? –le dije al pequeño–

– ¡si! –el señor me dio la correa y lo lleve adelante–

– Je, le gustan mucho los perros –mire a mi hijo feliz que saque mi celular y le saque fotos desprevenido–

– ¿No tienen mascota?

– No, la casa es muy pequeña y no tengo para cuidar un integrante más.

– No.. no viven con sus padres? –lo mié de repente algo extraño–

– Que te digo, nos echaron de casa por cosas personales –baje mis párpados– pero estamos mejor así (nunca hubiera sido feliz en un lugar donde no lo querían)

– Así que lo cuidas solo, ser el hermano mayor debe ser tedioso

– Ah, si, muchas veces jaja, pero me da igual –llegamos al lugar y entramos, ya me estaba deseando un helado–




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Mi Pobre Amor [PeruxBoliviaxChile]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora