Bisexual.
La palabra bisexual le había quedado rondando en su cabeza desde que había salido de los labios de Goncho unas horas atrás.
Carrera era bisexual.
Spreen no lo sabía ni se lo había imaginado, no era algo en lo que hubiera pensado cuando lo vio besándose con aquel chico lo que parecía ya una eternidad atrás.
Para él, que no tenía idea del tema, las únicas posibilidades que existían en su mente era que la gente fuera heterosexual u homosexual, no se le cruzaba por la cabeza que una persona que estaba con alguien de su mismo sexo podía sentir atracción por los dos.
Tampoco era un tema en el que pensara nunca, no tenía nada que ver con él. Pero ahora que se había enterado de eso sobre Carrera, en el silencio de su habitación después de llegar de la joda, aún con el pitido en los oídos por haber pasado tanto tiempo rodeado de ruidos fuertes constantes su mente parecía no poder no darle vueltas al asunto. Y ni siquiera sabía muy bien por qué.
Muy en el fondo, tal vez debería saber cuál era la razón.
– ¿Vos sos bisexual? – expresó Spreen de la nada en voz alta con su característica tonada.
– ¿Eh? – respondió Angie confundida sin abrir los ojos, ya estaba prácticamente dormida.
Su mejor amiga se había quedado a dormir en su casa, como era bastante habitual cuando salían de noche, y se había acostado sin cambiarse ni nada en el colchón que armó al lado de su cama en cuanto estuvo listo, demasiado cansada como para hacer algo más. Spreen hizo lo mismo pero en su propia cama después de ir al baño para cambiarse y ponerse cómodo, pero estaba pensando tanto que no pudo evitar exteriorizarlo sin filtro a pesar de que estaba casi seguro de que la chica de pelo azul ya estaría completamente dormida a esa altura.
– Nada, tranqui. Dormí – se arrepintió en cuanto escuchó la voz de su amiga.
– No, ahora ya me hiciste despertar, decime – insistió, abriendo los ojos y apoyándose sobre sus codos para quedar en una posición un poco más sentada. – ¿Te pintó la charla profunda a esta hora?
Con esa pregunta Spreen estaba seguro que Angie había escuchado perfectamente lo que le había dicho.
– No, me pintó la curiosidad nomás, qué se yo – se encogió de hombros y se giró para quedar mirando hacia el lado donde se encontraba la chica. – Nunca hablamos de este tema – estaba en lo cierto. – Y me quedé pensando en cuando nos presentaste a Brisa como tu novia hace poco, nunca te pregunté nada.
Mintió. Si bien era verdad que nunca habían hablado del tema seriamente, simplemente había sido algo que pasó y se introdujo a la vida del pelinegro naturalmente sin necesidad de decir nada más sobre el tema, lo de Carrera había abierto una curiosidad en él sobre eso aunque, claramente, no iba a decirle eso a Angie.
– No había nada que preguntar tampoco creo, siempre se me notó que hetero no era – dijo entre risas.
– ¿Cómo que no? – la ironía se notaba en su voz, riéndose junto a ella.
– Increíble pero no – le siguió el chite. – Y respondiendo a tu pregunta, sí, soy bisexual, pero no cincuenta y cincuenta. Me gustan más las mujeres.
– A mí también – le salió decir inmediatamente.
– ¿Qué? ¿Sos bisexual? – decidió joderlo.
– No pelotuda – se encargó de responder al instante Speen en un tono algo más serio. – Que me gustan las mujeres.
– Sí amigo ya sabía tranqui, no hacía falta que aclares – habló aún entre risas.
– No aclaré, me salió decirlo para seguir la charla nomás que se yo. Estoy matado – bostezó justo en ese momento, su cuerpo reforzando de alguna manera su argumento. – ¿Y qué onda? ¿Cómo te diste cuenta?
– ¿Estás con dudas amigo? – le cuestionó Angie mientras lo miraba con una ceja levantada. Le encantaba joderlo hasta el punto de hacerlo enojar un poco, ese era el tipo de relación que habían tenido toda la vida.
– Qué decís boluda, te pregunto por vos nomás – reaccionó al instante como ella esperaba.
– Ya sé estúpido, te estaba jodiendo – se sentó del todo en el colchón, soltando una risa mientras tanto. – Que perseguido amigo, voy a empezar a pensar que es en serio. No sé muy bien cuándo me di cuenta – agregó poniéndose seria después del ruido que hizo Spreen con la boca quejándose de lo que había dicho. – Creo que cuando me empecé a hablar con Brisa.
– Na bueno, re pollera – aprovechó él también para joder a su amiga.
– No es de pollera tarado – se quejó a pesar de que le hiciera gracia. – Es que posta. Siempre nos llevamos bien pero no hablábamos mucho, cuando nos empezamos a juntar más me di cuenta que algo me pasaba con ella y nos empezamos a tirar onda. Ahí me di cuenta de que era bi, porque hombres ya alguno me había gustado pero lo que sentí por ella no me había pasado con otras chicas.
– ¿No te había gustado ni una famosa ni nada antes? – seguía su curiosidad.
– Sí, o sea, después me di cuenta. En el momento pensaba que las admiraba o algo así, o que sólo me parecían lindas, pero no me había planteado nunca que me podían gustar en serio las mujeres.
Se hizo un silencio entre ellos en ese momento en el que Spreen se quedó algo pensativo.
» Te colgaste – siguió hablando Angie, sacándolo de sus pensamientos.
– Sí, perdón. Que loco que pudiera atraerte algo sin que te dieras cuenta hasta tiempo después – respondió finalmente. – ¿Vamos a dormir? – preguntó para dar por cerrado el tema. – Estuvo linda la charlita pero la cabeza no me da para más, ni seguir una conversación puedo – terminó de decir entre risas.
– Sí amigo, el sueño te pone más boludo de lo normal – recibió un almohadazo justo cuando estaba terminando la frase.
Sin decir nada más los dos se acomodaron tranquilamente en sus respectivos colchones, dejando que el sonido de los pajaritos ya cantando al amanecer que entraba por la ventana los envolviera hasta conciliar el sueño. Spreen tardó un poco más en lograrlo, dando unas cuantas vueltas hasta finalmente poder conseguirlo.
Seguía sin ninguna respuesta sobre Carrera y las dudas que tenía sobre él, pero la charla de esa noche con su amiga había sido muy importante. Más aún para él, incluso aunque todavía no lo supiera.
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Kill My Time | Spreen x Carrera
Hayran KurguIván y Rodrigo eran compañeros de curso en el colegio desde siempre, se conocían hacía años pero sin haberse conocido nunca realmente hasta que, repentinamente, sus amigas se pusieron de novias uniendo los grupos a los que cada uno pertenecían. Empe...