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La noche pasa pesada, a la mañana Jake ya está deseando ir a casa de nuevo. Camina directo a los vestidores y empieza a desnudarse, se pone una sudadera negra y el pantalón negro que siempre usa.
Guarda sus cosas y sale por fin.
Son las 6 de la mañana, se supone que su turno termina a las 4:00am, pero siempre se queda velando por sus niños hasta las 6:00 y les concede a las siguientes enfermeras esas 2 horas de descanso.
Al salir se encuentra con los rayos de sol, apenas emanando detrás de los edificios lejanos. Camina hacia el estacionamiento y se cruza con los espacios reservados para doctores o directivos donde descansa un Lamborghini Huracán color negro, lo observa con sorpresa y se acerca al deportivo polarizado con curiosidad, nunca había visto uno en persona, pero tenerlo ahí sólo lo hace atinar a abrir los labios y luego juntarlos para silbar de asombro. Se abre la puerta y se asoma un divertido Sunghoon con lentes oscuros que le da una sonrisa.
—Sí, es mío. No creo que estuviera saliendo de un auto que no es mío, sería vergonzoso.
-Sí, perdón doctor. Bueno, es muy lindo. Tenga lindo día. —dice y empieza a caminar.
- Huh, ¿por qué tan grosero? ¿Te vas?
- Sí, estoy deseando ir a casa a dormir, mis turnos son nocturnos y bueno, necesito tirarme a la cama pronto.
- Entiendo... te diría que te acompaño, pero acabo de llegar y tengo mucho trabajo por hacer.
- N-no... no, aún así, muchas gracias.
Se miran un poco incómodos, pero el momento se corta cuando ambos se despiden asintiendo y Jake se gira siguiendo su camino.
Qué incómodo fue todo eso, ¿por qué fue tan grosero? Dijo las cosas como si estuviera molesto, de tan precipitado que fue, aunque pensar en él mismo montando ese auto le hizo mover los hombros emocionado, sería una locura, pero parece que los horarios no le coincidirían jamás.
Hablando con sus compañeras se enteró de las cosas que se decían de él, que era un obsesivo con la perfección, era un "Dios" en lo que hacía, porque todo lo realizaba con tanta devoción y facilidad que parecía que eran las cosas más simples del mundo.
Pero también tenía un carácter muy fuerte, regañaba sin piedad a todos, exigiéndoles lo mejor de ellos y era muy seco con cualquier persona.
A Jake le extrañaba eso, pues por algún motivo con él era amable y siempre sonriente, no entendía por qué decían todas esas cosas.
Entraba temprano por la mañana, a las 6:00 am y salía a las 9:00 pm, aunque a veces se quedaba en su oficina revisando documentos o informes y terminaba saliendo a las 12:00, iba a casa y volvía temprano, era un ciclo sin fin.
