˗ˏˋ CAPITULO 15'ˎ˗

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CAPÍTULO 15. "¿Qué está pasando?"

Sunghoon está haciéndole mimos en el cabello, intentando mantener la calma, pero no sabe por qué estaría tan molesto si es que escuchó todo

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Sunghoon está haciéndole mimos en el cabello, intentando mantener la calma, pero no sabe por qué estaría tan molesto si es que escuchó todo.

Bueno, quizá sólo escuchó una parte y no quiso detenerse a escuchar con atención, no lo culpaba, sabía que saldría corriendo de ser posible, sin terminar de escuchar.

- Jakey... ¿Qué escuchaste? —dice, suspirando hondo.

- ¿La amas? —dice, con furia.

- ¿Perdón? —responde confundido.

- Ya me escuchaste.

- Jakey... no es... yo... —las palabras no pueden salir.

- ¿Qué estoy haciendo aquí? No me gusta la sensación de ser ajeno a mi entorno. Es... cruel. —admite.

- No la amo. —asegura. —Ya no lo hago, yo... es una larga historia.

- Pues dime, tengo tiempo. —sorbe su nariz con fuerza y le mira expectante.

- Ella... es una amiga de la infancia, con quien compartí todo. —empieza, mirándolo de vuelta.

- Mhm...

-Es... alguien a quien amé, quizá aún un poco, pero quiero explicarme primero. Ella venía a casa todas las semanas, jugábamos juntos, nos encerrábamos en la biblioteca a leer, a jugar, a hablar de todo y nada.

Nuestros padres estaban intentando hacer negocio con los suyos, por lo que venían constantemente a reuniones improvisadas que siempre terminaban en tragos.

Jake lo observaba atentamente, frunciendo el ceño de vez en cuando, intentando recordar sus palabras.

- Poco a poco crecimos y como en todo, nos empezamos a enamorar, ella fue mi primer beso. Al principio era sólo eso, besos de niños inocentes, descubriendose. Pero con el paso de los años las cosas empezaron a ser más intensas y sin más, lo hicimos.— hubo un silencio.—Quizá estuvo mal, pero se sintió bien y después de eso no pudimos detenernos. Nuestros padres jamás sospecharon nada, nos ignoraban por sus negocios y necesitábamos compañía, era como un acuerdo de confidencialidad, estar juntos siempre para no sentir la ausencia. Después de años sólo podíamos vernos en navidad, así que juramos mantener nuestra relación, que no tenía nombre, como algo inamovible. Nos escapábamos después de la cena y lo hacíamos otra vez, en la misma sala donde comenzó. Pero...

- ¿Pero? —responde, imitándolo.

—Pero no estaba lleno, la promesa de no estar con nadie románticamente la mantuve fiel, pero intenté buscar calor en otras personas, en otras mujeres. Y no funcionó, todo me recordaba a ella, todo quería asociarlo a ella. Y no era justo, ni para mí, ni para ellas. Así que me frustraba no sentir lo que antes y olvidé ese deseo. Me obligué a pensar en mí, en mis intereses y en no volver a involucrarme con otras chicas. Por su parte, ella sí tenía parejas y relaciones nuevas constantemente, para ella no era lo mismo, porque podía encontrar amor y placer con cualquier muchacho que ella deseara. No estaba mal, pero yo no podía hacerlo y simplemente renuncié. Mi vida se amargó mucho, intentando ser siempre el centro de atención, pero... simplemente.. Apareciste.

Café con leche | SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora