˗ˏˋ CAPITULO 14'ˎ˗

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CAPITULO 14. "Me extrañaste"

La cena termina, Jake se siente rodar de todas las cosas ricas que probó, el postre era simplemente delicioso y lo degustó lo más lento posible para hacer perdurar el sabor

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La cena termina, Jake se siente rodar de todas las cosas ricas que probó, el postre era simplemente delicioso y lo degustó lo más lento posible para hacer perdurar el sabor. En definitiva, se sentía en un palacio, los detalles increíbles que adornaban cada minúsculo centímetro de la casa sólo demostraban el poder que la familia poseía, además de las relaciones solidas que se veía que mantenían con los demás.

Se sentía un poco ajeno a la situación, era irreal, pero intentaba conservar la calma, más cuando Sunghoon tenía sujeto su muslo derecho con fuerza, luego empezaba a hacer círculos con los dedos con cariño, era un vaivén de sensaciones y estaba consiguiendo ponerlo nervioso, pero no quería ser imprudente y dejarse llevar.

Abrieron la barra e invitaron a todos a tomar un trago y seguir con sus conversaciones amigables, Jake le dijo a Sunghoon si quería un trago y así traerle algo, él le dijo que no tomaba, pero prefería una limonada si era posible. Le sonrió y se dirigió a donde el bartender había empezado a hacer su magia, preguntándole cuáles eran las bebidas sin alcohol que pudiera recomendarle.

Le empezó a dar una lista de nombres e ingredientes y cuando giró la vista un segundo hacia donde se encontraba Sunghoon pudo ver que de nuevo estaba al lado suyo la misma chica del principio, hablando con él, rebasando su espacio personal y haciéndole señas para seguirla. El sólo giró los ojos y la siguió, desapareciendo en el pasillo oscuro.

No recordó las palabras que le estaba dando el amable chico, así que sólo aceptó y repitió el último nombre que escuchó, diciendo que estaría perfecto dos copas, para empezar.

Se sentó y esperó que terminara de hacer todos los tragos hasta que le ofreció los dos vasos, sonrió de lado y le agradeció, quedándose en su lugar, pensando si sería prudente esperarlo en la barra o ir a su encuentro, aunque podría interrumpir lo que sea que estuvieran conversando. Una punzada de celos le atravesó el pecho, pero se burló de sí mismo por los pensamientos que tenía.

Número uno, no eran nada.
Número dos, es una chica.
Número tres... no había un número tres. Por el momento.

Sunghoon por otro lado, estaba caminando hasta la biblioteca de su padre, siguiendo en silencio a la chica que le hacía preguntas sobre su vida, respondiendo sólo mecánicamente, sin mucho interés.

Entraron a la habitación y al cerrar ella se lanzó a sus brazos, besando sus labios, obligándolo a retroceder y sentarse en el sillón de la sala y subiendo sobre él, sin dificultad.

El sujetó su cadera y la alejó ejerciendo la suficiente fuerza para no lastimarla, mirándola a los ojos.

- No, no quiero esto. —espetó, limpiándose el beso antes brindado.

- Pero ¿Qué dices? ¿te golpeaste la cabeza? —ella ríe divertida y se acerca para volver a besarlo. Pero es detenida una vez más con cuidado.

- Ya te dije que no quiero. Y por favor, levántate.

Café con leche | SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora