˗ˏˋ CAPITULO 11'ˎ˗

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CAPÍTULO 11. "Invitación"

Jake llegó a casa y se tiró en el sillón

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Jake llegó a casa y se tiró en el sillón. No tenía apetito, las lágrimas lo buscaban peligrosamente, intentando detenerlas sin éxito.

Se soltó a llorar sin parar, apretando sus rodillas contra su pecho.

Había pasado un día excelente, las cosas estaban mejorando para bien y sentía que tenía alguien que lo acompañaría en sus días de soledad, quería contarle a su madre que tenía un nuevo amigo, pero ella lo cortó sin más, no hizo preguntas, no disfrutó de sus dulces palabras de amor y apoyo, sólo se sentía gravemente herido.

No estaba molesto con ella por no contarle, más bien la rabia volvió a su pecho cuando tuvo flashbacks violentos de los gritos, los golpes, los insultos y de las lágrimas que su madre derramaba, colgada de los pies que amaba, pero no la amaba a ella, suplicándole que no los dejara solos.

El amor por su hijo hizo que ella se dedicara sólo a trabajar y a cuidarlo, sin pensar en relaciones.

Sabe que ella es una mujer joven, guapa, con muchas oportunidades para conseguir una pareja que la ame y respete como siempre mereció y ahora que estaba sola entendía el por qué estaba buscando compañía, pero tenía miedo, la historia podía repetirse y él no estaba dispuesto a soportarlo, quería cuidar de ella, llevársela con él y no dejarla sola, pero también era egoísta, ella merecía ser feliz.

¿Qué tan feliz podría ser cuando apenas con dos oraciones sintió en las palabras del sujeto un cruel desinterés?

No quería dar vueltas al asunto y sólo se quedó llorando hasta que sintió un dolor de estómago incapacitante, cierto, pasaba medio día y no había comido nada desde la noche anterior.

También sentía odio a sí mismo, no le dio explicaciones a Sunghoon y simplemente salió huyendo de su casa, no era culpable, no debía hacerlo sentir mal, pero las palabras no le salían, el odio lo consumió y cegó sus pensamientos.

Se levantó como pudo y fue al refrigerador, estaba vacío, olvidó que debía comprar comida.

Se quejó, pero para despejar sus pensamientos salió de casa hacia el supermercado más cercano, compró lo que podía comer durante la semana y se acercó a la caja.

Devuelta a casa no podía evitar sentirse solo otra vez, así que sólo dejó hecho un platillo que pensaba comer y cenar y se fue a acostar para dormir un poco, se quedó encerrado sin hacer nada hasta el lunes, comiendo apenas.

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Sunghoon se preparó para acomodar sus atuendos de la semana y relajarse un poco.

No sabía qué hacer, tenía una sensación de vacío en el pecho.

Apenas había compartido todo un día con el chico que ahora estaba invadiendo sus pensamientos, no sabía tampoco si eso era bueno o malo, pero se sentía muy extraño también.

Café con leche | SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora