˗ˏˋ CAPITULO 4 1/2 'ˎ˗

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CAPÍTULO 4. 1/2 "No tan silencioso."

La operación concluyó con éxito, a pesar de que Sunghoon apenas leyó el expediente rápidamente cuando su evento desafortunado se calmó, salió y se dio una ducha en el baño privado con agua muy fría para calmarse

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La operación concluyó con éxito, a pesar de que Sunghoon apenas leyó el expediente rápidamente cuando su evento desafortunado se calmó, salió y se dio una ducha en el baño privado con agua muy fría para calmarse.

Eran las 3:00 de la mañana, ir a casa y volver sería un problema, ni siquiera le daría tiempo de una siesta rápida, así que optó por volver a su oficina con el cabello esponjado. Su negra cabellera era lo que más le gustaba de sí mismo, así que siempre intentaba tenerla humectada y bien peinada.

Entro a su oficina y cerró mientras se sentaba en su silla, miró su teléfono y vio los cientos de mensajes que jamás respondía y entre todo ello su vista empezó a pesarle.

6:00 de la mañana, Jake apenas se acercaba a la recepción donde Jungwon le dirigió una mirada muy ofensiva, al parecer, sabía lo que había sucedido, así que se acercó a él con sus ojos de cachorro y un puchero muy bien formado en sus labios.

—Won, mi amor, cariño. No es lo que parece. —Dice cansado. —No quise pasar de largo a tu saludo, ¿sí? Yo sé que debo saludarte siempre y asegurarme que estés bien, pero se me hacía tarde y vine corriendo... Yo...

—Yo no me llamo "Won". —dice sin mirarlo.

—Sí, Jungwon, perdón, ¿Así mejor? ¿Me perdonas?

—No, no lo haré.

—Te compro el desayuno.

—Ok, pero el café lo quiero con dos de azúcar, GRA-CIAS. le responde remarcando esa última palabra.

Jake sale por el lado opuesto al estacionamiento y se acerca a la cafetería, saca su billetera y paga el sándwich, las fresas y el café. El no quiere nada por el momento, siempre opta por comer en casa para ahorrar.

Escucha a una doctora hablar detrás de él en una de las mesas, habla sobre lo pesada que fue la noche anterior en la cirugía de una paciente pediátrica. Oh, era su niña, la única que había sido operada esa noche. Y ella entre su plática asegura que todos se quedaron a dormir en sus autos. Recordó a Sunghoon y se quedó pensando si seguía en su oficina o al menos si le gustaba el café.

Sin pensar tanto pidió a último un americano cargado, quizá eso lo ayudaría en este momento. Se dirigió a la recepción y le dio a Jungwon su desayuno, quien se relamía los labios y se frotaba las manos sin parar.

—Ya era hora, moría de hambre. —se rio. —Gracias, Jake. Cuídate. —se despidió a la vez.

Jake le sonrió y se acercó a la salida, divisó el lambo de Sunghoon perfectamente estacionado, se acercó a el.
Lo tocó sobre el capó para comprobar que estaba muy frío, no acababa de llegar, se había quedado ahí, como sospechó.

Se devolvió, notó la mirada extrañada de Jungwon y excusó diciendo que había olvidado algo importante, luego comenzó a subir las escaleras.

Subió el elevador que tanto se rehusaba a usar, nuevamente. Evitando que el café se derramara por subir las escaleras corriendo.

Café con leche | SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora