¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El camino hacia el hangar de su padre fue muy rápido, casi ni se sintió, quizá porque la presión que sentía había desaparecido casi por completo, aún tenía un poco de recelo, pero intentó despejar sus pensamientos preguntando antes de morirse con la duda.
- ¿Puedo confiar en él? —le dice a Sunghoon mientras le acaricia el brazo con los dedos.
- Te lo juro por mi vida, que así es. Fue mi guardaespaldas hasta que decidí independizarme y vivir en la ciudad. Nunca ha fallado un tiro. —le responde mirando a la ventana con calma.
- Vaya tema fuerte, ¿has estado en peligro antes?
- Algunas, sí. El poder lleva consigo el peligro de ser un blanco para otros. Pero... supongo que me acostumbré, además yo también sabía defenderme por si acaso.
- ¿Sabes usar armas? -dice con voz bajita, apretando el agarre sin darse cuenta.
- Sí Jakey —Suspira con pesar, intentando no sonar como un loco. -Armas, navajas, dagas y mis puños.
La respuesta lo deja pensativo, ¿de verdad hacía todo eso? Quería confiar en él, pero pensar en que quizá tenía mucho tiempo libre o muy poca atención lograban que aprendiera cosas que quizá estaban fuera de su rango de edad.
-Tony me enseñó, me golpeó repetidas veces en el proceso, algunas cicatrices en mi cuerpo son la prueba de ello y jamás lo hizo para mal, pero cuando te enfrentas a alguien jamás se tentará el corazón, te golpeará con toda su fuerza y no habrá piedad. Debes aprender a luchar con todas tus fuerzas si es necesario. Nunca dejar de luchar.
Sus palabras tenían mucho sentido, pero sentía un poco de miedo pensar que alguien pelearía contra un niño así, como si fuese un adulto.
—A veces vendrá por ti alguien más grande que tú y debes saber cómo hacer para quitártelo de encima. Eso es lo que aprendí con él. Hoy puedo decir que podría ganarle una pelea, al final el alumno siempre supera al maestro.
El comentario lo hizo sonreír y siguió haciendo círculos en su brazo.
- Está bien, te creo. Siempre. —le asegura mirándolo a los ojos.
- Listo, llegamos. Vamos Jakey. —le dice mientras desabrocha primero su cinturón y agradecen antes de bajar.
El avión está listo, sólo los esperaban. Avanzan hasta llegar a él y suben sin esperar mucho. Se sientan donde la primera vez y Jake se siente más confiado.
Se asusta con una vibración en su pantalón y observa la pantalla brillante que dice "Mamá" haciéndole una llamada.
Su corazón se acelera violentamente y responde lo más rápido que sus dedos le permiten.
- ¿Qué pasa Ma? ¿Qué pasó? -dice con rapidez.
- Mi amor, de verdad muchísimas gracias. No me lo esperaba, son las flores más hermosas que he visto en la vida. ¿Dónde las conseguiste? —lo aborda con una emoción desbordante.
