CAPÍTULO 16

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MINI MARATÓN 2/3.

T/N MEZA.

Estoy sentada en la cama con la mirada fija en la pared, solo puedo pensar en mi bebé, en lo mala madre que fui, por ser débil, él está en estas condiciones y aunque Cesar, mi madre, los doctores y Paola dicen que no es así, sé que solo lo hacen para que no me sienta peor.

Cesar ha estado muy al pendiente de mí, acepto que nos quedáramos en una habitación del hospital para estar cerca del bebé si poner objeciones, a veces me siento mal por la indiferencia hacia él y las otras personas, pero yo solo quiero que mi hijo esté bien...

Escucho la puerta abrirse y el olor de su colonia invade la habitación, Cesar ha estado sereno con lo que está pasando, todos los días me acompaña a ver al bebé y nos observa todo el rato, no habla, no ríe, no nada solo nos observa, en sus ojos veo una intensa lucha, pero no sé descifrar lo que es y eso me molesta.

- ¿Vamos dónde está el bebé? - dice sin darme la vuelta.

- Primero tienes que almorzar - dice y siento que camina en la habitación.

- Ahora no quiero - digo de mala gana.

- Eso no está a discusión - dice con voz dura - Si no comes, no sales de la habitación y punto - pero ¿Que se cree? Me doy la vuelta y lo desafío con la mirada.

- Es que no entiendes - digo con voz suave - No puedo comer, no puedo dormir, no puedo pensar en otra cosa que no sea mi hijo... - mi voz se quiebra, pero veo que sus pupilas se dilatan - Para mí no es fácil...

- ¿Y crees que para mí sí? - me interrumpe y me estremezco al escuchar su voz triste - He tenido que mantenerme fuerte por ti, por mi hijo - hace énfasis en esas últimas palabras, ahora descubro lo egoísta que he sido al pensar que solo yo sufro por el bienestar de mi hijo - Pero verlo a él en esa incubadora y a ti en esta situación no me lo pone fácil, pero aquí estoy de pie, por ustedes y para ustedes, nuestro hijo te necesita fuerte al igual que yo, ya está en tus manos si quieres o no hacerlo - él está sufriendo igual que yo, pero se hace el fuerte por nosotros, siento que mis ojos se humedecen, él sale de la habitación y me quedó parada en el mismo lugar, mientras silenciosas lágrimas recorren mis mejillas.

Escucho la puerta abrirse y siento mi corazón palpitar, al creer que es él otra vez, solo espero verlo para tirarme en sus brazos y pedirle disculpas, pero mis planes se van al piso al ver a mi madre entrar.

- T/n - dice acercándose a mí, no lo pienso dos veces y me tiro en sus brazos llorando como hace una semana desee hacerlo y mi orgullo no me permitió - ¿Qué te pasa, corazón? ¿Cómo está, el bebé? - dice preocupada, me lleva hacia el sofá y limpia mis lágrimas.

- Soy una egoísta - le digo, ella me mira sin saber de qué hablo - Solo he pensado en mi dolor, pero no he tenido en cuenta a Cesar, me he encerrado en mi propio dolor sin darme cuenta de que él sufre igual o más que yo - siento como un peso se quita de mis hombros.

- Así es, mi niña - acaricia mis mejillas - Él se hace el fuerte, pero está a punto de quebrarse, lo escuché decirle a Paola que le duele mucho ver al bebé así, a ti en ese estado y no poder hacer nada para ayudarlos, ustedes son su vida y no me imagino que será de él, si les pasara algo a cualquiera de los dos.

- Necesito hablar con él - me pongo de pie - Te amo, mamá.

Salgo de la habitación y me encuentro con Taylor, le pido que busque almuerzo para dos y que lo ponga en la habitación que yo voy a ir a buscar a Cesar, él asiente y sonríe, luego me dice que Cesar subió a la UCIN, tomo el ascensor y voy por él...

Cuando llego a la habitación Malie me recibe con una gran sonrisa y me informa que Cesar está con el bebé, le pido que no haga ruido, ya que lo quiero sorprender, me acerco despacio a ellos y veo la escena más hermosa de mi vida, siento mi corazón hincharse de alegría, el bebé está en el pecho de Cesar y él acaricia su espalda como si fuera un fino cristal.

- Hola, bebé - besa su cabecita - Te amo tanto... - cierra los ojos y sonríe con ternura.

- Yo también los amo - digo con voz dulce, él abre los ojos y me mira con incredulidad, sonrió y me acerco a ellos, me pongo a su lado y acaricio la espaldita de mi niño - Hola, príncipe - dicho esto nos miramos por largo rato y quisiera decirles tantas cosas en este momento, pero me contengo hasta que estemos solos.

- Ven para que lo cargues - me dice, pero yo niego, este es su momento y él tiene que disfrutarlo al igual que yo le he hecho.

- Él necesita el calor de su padre - digo acariciando su mejilla y siento como se estremece.

- Señora la doctora retiro el respirador al bebé - dice Malie y eso me pone feliz, ya mi bebé está asimilando su entorno, aproveche para extraerme leche y dejar tres botes llenos para que alimenten a mi bebe, pasamos un momento único solo nosotros tres, en familia...

Una hora después nos despedimos del bebé y salimos de la habitación, agarro su mano y nos miramos, en todo él caminamos hacia la habitación, nos acompañó un cómodo silencio, llegamos y encuentro una mesa puesta para dos en medio de la habitación, me mira sorprendió y yo le sonrío con timidez.

- ¿Me acompañas a almorzar? - digo él asiente, mientras sus labios se curvan con una auténtica sonrisa, nos sentamos en la improvisada mesa y me recuerdo mentalmente darle las gracias a Taylor, los platos están servidos con unas pechugas de pollo, arroz con maíz y vegetales al grill, empezamos a comer en silencio, dejo los cubiertos sobre mi plato.

- Cesar - me mira - Perdona mi comportamiento de estos días, he sido una egoísta por solo pensar en lo que yo sentía y no pensar en ti, sé que amas a nuestro hijo igual o más que yo - se pone de pie y de un momento a otro estoy entre sus brazos.

- Oh, nena. No sabes cuanto te necesite, cuanto te extrañe - me aprieta más contra él.

- Perdona mi comportamiento - digo con lágrimas en los ojos - Ver al bebé así me cegó.

- No te preocupes, nena - besa mi frente - Solo ten presente que somos una familia, en las buenas y las malas.

- En la salud y en la enfermedad - continuo, acaricia mi mejilla, con su nariz la mía y junta nuestros labios en un tierno beso, que no sabía que tanto necesitaba, su lengua acaricia la mía, mientras mis manos acarician su nuca - Te amo tanto, Cesar.

Estamos sentados en el sofá, yo acomodada entre las piernas de Cesar, mientras él acaricia mi pelo y riega de besos mi cuello.

- Cesar, tenemos que buscarle un nombre al bebé - digo acariciando la mano que descansa en mi abdomen - He pensado en varios.

- ¿Cuáles? - besa mi cuello.

- Me gusta Santiago, Cesar y Gerardo - le digo.

- ¿Cómo yo? - me dice con emoción - ¿Con cuál te quedas?

- Con los dos - dice.

- Cesar Santiago Parra Meza - lo pienso y me encanta - Así se llamará nuestro hijo...

"Ya es muy tarde 3" "Vuelvo a ti, esta vez para siempre"🫀🫶🏻👨‍👩‍👦‍👦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora